Cada vez más lejos de las recetas caseras

Con el paso de los años, las diferentes industrias han crecido y se han modificado cada vez más. En este marco, la industria alimentaria no ha sido una excepción. La variedad de productos en este ámbito creció notablemente, otorgando así la posibilidad de ahorrar mucho tiempo en cocinar. Sin embargo, la implementación de nuevas tecnologías no necesariamente representa beneficios para la salud. Se comenzaron a fabricar alimentos con ingredientes artificiales a partir de complejos procesos de elaboración.

Gran parte de estos productos son los alimentos ultraprocesados. Lejos de ser fáciles de esquivar, estos se encuentran comúnmente en todos los supermercados y kioscos. Sus sabores no solo son irresistibles, sino que generan una gran dependencia. De esta manera, las hamburguesas, los snacks y las galletitas, entre otros, estimulan el apetito de tal forma que son disfrutados con mucha intensidad. Sin embargo, lamentablemente estos alimentos ultraprocesados no son más que grandes cantidades de grasas trans y azúcares. A su vez cuentan con generadores de sabores artificiales que dañan el organismo lentamente.

Pese a lo difícil que resulta dejar de consumir alimentos ultraprocesados, existen algunos consejos que pueden ayudar a llevar adelante este cambio. No obstante, con los años se ha normalizado esta alimentación, por lo que desarraigarla puede llevar su tiempo. En este sentido, uno de estos consejos para llevar una alimentación saludable es planificar las comidas. Es decir, habituarse y dedicarle unos minutos más a pensar en el desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena. De esta manera será posible idear una comida que incluya alimentos más naturales. Como otra recomendación, realizar ejercicios o actividades para reducir el estrés ayuda mucho. Así será más fácil lograr un equilibrio tanto físico como mental.

Cómo identificar fácilmente un alimento ultraprocesado

Aquellos alimentos que han atravesado un desarrollo complejo y extenso en su etapa de producción antes de ser empaquetados, son los que más se alejan de los alimentos naturales. Los conservantes para extender su fecha de caducidad o los potenciados de color para buscar imágenes más bonitas, no hacen más que disparar enfermedades para el organismo. Con números sumamente altos en grasas trans y azúcares, estos provocan problemas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, colon irritable y demás. Por lo tanto, sustituirlos es una gran opción.

Sin embargo, para poder dejar de consumir ultraprocesados primero es necesario identificarlos correctamente. Es así que existen algunos ejemplos y clasificaciones simples que facilitan esta tarea. En este caso, las verduras, legumbres, semillas o la carne son algunos de los alimentos que se ubican en la vereda opuesta a la de los ultraprocesados. Por otro lado, alimentos como las galletitas, las sopas instantáneas, las salchichas, hamburguesas son sumamente sintetizados para lograr la imagen y el sabor óptimo.

En esta misma línea, observar los ingredientes detallados en la contracara de su paquete también es un aspecto clave para identificar qué alimentos son ultraprocesados. No obstante, no hace falta mirar específicamente valores puntuales, números ni proporciones. Simplemente detenerse y notar la cantidad de ingredientes ayuda a detectarlos, ya que los ultraprocesados cuentan con una larga lista de agregados. Por lo tanto, mientras que aquellos alimentos solamente procesados cuentan con cerca de 5 ingredientes o menos, los ultraprocesados se extienden con muchas más, entre ellos, azúcares, aceites, aditivos.

También puede interesarte: "Sensibilidad dental: los mejores tips para dejarla atrás"

5 tips para disminuir su consumo

La dependencia hacia los alimentos ultraprocesados puede ser un asunto difícil de tratar en un principio. Sin embargo, existen algunos consejos que ayudan a alejarse poco a poco de estos productos artificiales. Descubrí cuáles son y animate a implementarlos.

Entender que es un cambio paulatino

Una vez que está la predisposición por dejar los alimentos ultraprocesados, es muy importante entender que esta transformación es un proceso. Es decir, no es recomendable elegir una fecha límite y dejar de comerlos, ya que de esa manera será muy fácil caer nuevamente en la tentación. Por lo tanto, se aconseja que la transición hacia una alimentación más saludable se produzca a partir de integrar nuevos alimentos naturales y frescos lentamente. Por ejemplo, remplazar papas fritas por snacks de garbanzos.

La organización lo es todo

Uno de los principales motivos por los cuales se da una alimentación falta de nutrientes, es carecer de planificación. Tomarse unos minutos para pensar y decidir un menú semanal es la forma ideal para asegurarse una alimentación sana. De esta manera, se puede incluir alimentos como frutas, verduras, legumbres, huevo, carnes, y demás.

No abandonar, sí reemplazar

En línea con esta manera de entender el cambio en la alimentación, es clave no dejar un vacío al abandonar los alimentos ultraprocesados. Cuando el hambre llama al estómago, no es bueno resistirse y hacer un esfuerzo para no comer nada. Sumar frutas al desayuno y combinarlas con cereales naturales o frutos secos puede ser una gran opción. Al mismo tiempo, descubrir la versatilidad de las verduras y los diferentes platos que se pueden elaborar también contribuye notablemente.

En este sentido, también se ve resaltada la importancia de contar con un buen abastecimiento de alimentos saludables. Es clave para estos momentos donde el hambre se hace presente. Así, tener opciones naturales permite reemplazar correctamente y asegurarse no caer en la tentación.

Acompañar el cambio controlando el estrés

En muchas ocasiones, la dependencia que generan los alimentos ultraprocesados y el estrés de la rutina se complementan. De esta manera se ingieren cantidades mucho más altas de estos productos artificiales elaborados especialmente para atraer. Es por eso que en muchas ocasiones se recomienda buscar actividades como el yoga o la meditación. Así será posible alcanzar un equilibrio físico y mental más estable; lo ideal para tomar decisiones y mejorar aspectos de la vida cotidiana.

No hay como la cocina de casa

Con los años se ha perdido aquella costumbre por consumir comida casera. La enorme variedad de productos presentes en el supermercado generó que sea fácil optar por lo rápido y práctico. Sin embargo, no hay comparación alguna entre aquellos productos industrializados con los elaborados en el propio hogar. Con apenas 5 ingredientes se pueden hacer comidas sumamente ricas y principalmente saludables.

Por otro lado, cuando el tiempo no es un recurso que abunda, existe una opción para tener comida lista para la semana: freezar. Tomarse un tiempo el fin de semana o algún día de la semana para cocinar y guardar es ideal. Además, de esta manera es mucho más fácil autoconvencerse de lo valioso que es consumir alimentos con procesos simples, sin colorantes, conservantes, ni otros ingredientes artificiales.