Arquitectura con historia y de un valor incalculable: patrimonios en Argentina
Por patrimonio cultural e histórico, se entiende a un conjunto determinado de bienes que ya sean tangibles, intangibles o naturales, son parte de habituales prácticas sociales y tienen un valor que no se puede establecer en una unidad monetaria. Es decir, no están bajo ningún punto de vista a la venta, porque de alguna manera son parte y propiedad de todos los ciudadanos del lugar en el que se encuentran.
Esa denominación y esos valores que se le atribuyen, son transmitidos de generación en generación y aún cuando se resignifican con el paso del tiempo, no pierden la capacidad de mantenerse como una obra impoluta, a la cual se le debe el respeto de sostenerla en su versión original.
Los edificios y las construcciones pueden ser patrimonio
En la arquitectura se expresan muchas cosas, muchos valores que son parte de la sociedad que la rodea y es por eso que una obra arquitectónica puede lograr ser catalogada como patrimonio histórico y cultural. De hecho hay muchas que lo son y que cargan con una enorme historia, así como con detalles que la vuelven un atractivo tanto turístico como de estudio e investigación.
3 construcciones que han sido declaradas patrimonio cultural e histórico en Argentina
En Argentina hay repartidas a lo largo y ancho del país diferentes construcciones y edificios que ya cuentan con la etiqueta de patrimonio histórico y cultural. conocé algunos de ellos.
Edificio del Molino (Buenos Aires)
Uno de los más grandes exponentes cuando se habla de edificios que son patrimonio, se encuentra en la Ciudad de Buenos Aires y se trata del Edificio del Molino, como se lo conoce. Diseñado por el Arquitecto Francisco Gianotti, la obra comenzó en 1912 y se inauguró en 1917, con el nombre de Nueva Confiteria del Molino, haciendo referencia a la pastelería que ya funcionaba allí.
La fachada, que se encuentra en proceso de restauración, al igual que el interior, se mantiene en casi su totalidad en su visión original. La misma, se destaca como ícono de la arquitectura art nouveau en el país, con una estructura metálica, mampostería de ladrillo, cerramiento, entrepisos de perfilería metálica y piezas de hormigón premoldeado en las escaleras y su torre o cúpula.
¿Dónde se ubica? difícil que si estuviste en Buenos Aires no hayas pasado por allí, ya que el Edificio del Molino se encuentra en la llamada Manzana Legislativa, más precisamente a la altura 1801 de la Avenida Rivadavia. Se puede visitar, ya que se encuentra abierto al público general, aun cuando se mantiene el proceso de restauración integral para recuperar en su mayor esplendor el patrimonio.
Manzana Jesuítica (Córdoba)
En un viaje a Córdoba, uno de los paseos o actividades de turismo impostergable es la visita y el recorrido por la llamada Manzana Jesuítica. Se trata de un conjunto edilicio que comprende a la Iglesia de la Compañía, la Capilla Doméstica y la Residencia de los padres, que a su vez fuera el antiguo Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba.
En estas construcciones, que comenzaron a erigirse en 1599 con la llegada y el asentamiento de la Compañía de Jesús en lo que hoy es la ciudad de Córdoba capital, se puede ver con claridad y en todo su esplendor el estilo colonial, así como algunas de las máximas expresiones del arte barroco en Latinoamérica. Las bóvedas pintadas, los retablos de la Iglesia y la Capilla Doméstica son algunos ejemplos.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional, en su conjunto, pero además la UNESCO en el año 2000 también declaró a este lugar y a dichas construcciones como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Palacio San José (Entre Rios)
En la zona del litoral argentino, precisamente en la provincia de Entre Rios, también existen edificaciones que han alcanzado el carácter de Patrimonio Histórico y Cultural. En este caso, hablamos del Palacio San José, que se creo con el objetivo de ser la residencia del gobernador Justo José de Urquiza y su esposa, para hoy funcionar como un museo que lleva el nombre del propio ex gobernador.
Es un palacio realmente impactante, ya que cuenta con una planta principal que aglomera 38 habitaciones y todas con un tamaño considerable, dispuestas alrededor de dos patios hermosos (Patio de Honor y Patio del Parral). Dependencias de servicio, una capilla, cocheras y hasta un palomar con capacidad para 650 palomas son algunos de los espacios que completan a la majestuosa residencia. Además, salida a un lago artificial de unos donde se podía navegar y que era testigo de numerosas reuniones y fiestas al aire libre.
Su frente está signado por dos torres simétricas, una en cada esquina, conformando una fachada imponente de un estilo que se puede enmarcar dentro del poscolonial o italianizante. El interior del Palacio contaba con una decoración de lujo, en donde reinaba la elegancia y el buen gusto, así como murales y cuadros dedicados a la participación del General Urquiza en distintas batallas.