La belleza del estilo colonial en la arquitectura se centra en la combinación y convergencia de culturas con las que se creo, que además le han permitido seguir evolucionando y manteniendose en el tiempo de tal forma que se puede decir que tanto para construcciones como decoraciones de interiores o exteriores, el estilo colonial nunca pasa de moda. Claro que las tendencias varían y puede que un año se acentúe más un aspecto y otros años uno distinto, sin embargo el estilo colonial siempre deja su marca que es fácilmente reconocible. 

El estilo colonial, historia e influencia de una arquitectura que sigue vigente

Casonas antiguas en la ciudad, en el campo, nuevas casas en barrios cerrados o en la ciudad y hasta construcciones históricas con mucho peso cultural, se enmarcan en este estilo. Como mencionabamos, hay referencias que son comunes en todas las expresiones arquitectónicas basadas en el estilo colonial, pero a lo largo del tiempo se han introducido cambios y evoluciones que aggiornan las casas a los tiempos que corren y la convierten en obras agradables, con diseños atractivos

De donde proviene el estilo colonial

Cuando los barcos provenientes de Europa arribaron a las costas de América Latina, trajeron consigo modos y formas de expresión cultural propias del denominado "viejo continente", que ante el caracter de conquista con el que se produjeron los desembarcos, se impusieron en las tierras de lo que llamaban "el nuevo mundo". Sin embargo, en lo arquitectónico y en las maneras de construir, no se plasmaron tal cual la arquitectura barroca hispánica, sino que hubo una fusión con elementos originarios de las tierras latinas, que encantaron a los foraneos. Así, nació el estilo colonial, como un híbrido entre lo que llegó desde Europa, principalmente España y las culturas nativas de América. 

Esta combinación en planos ideológicos, sociales, culturales, religiosos, constructivos y decorativos, fue una arista fundamental en la conformación y desarrollo de la nueva cultura, la que surgía para ordenar la región de allí en más. En el estilo colonial y en la cultura general, influyó también, además de las costumbres, el clima y los materiales que estaban a disposición en este territorio. Ya que no era posible mandar a traer todo desde el otro lado del oceano. De todas formas, el resultado fue satisfactorio y se creo un estilo con mucha aceptación, por su calidez y su agradable visual. Vaya si ha sido un éxito, que logró atravesar varios siglos, con las turbulencias de esos tiempos y sostenerse como una alternativa siempre muy elegida, tanto al construir como al decorar, sin importar la extensión o características del terreno. 

Características más pronunciadas y propias del estilo colonial

Cuando se piensa en un estilo colonial para una casa, no se remite a nada demasiado fastuoso ni ostentoso, sino más bien se navega por fachadas simples, tradicionales. Las construcciones de adobe, los hierros en las ventanas, los techos de teja con cierta inclinación y la útilización de caños de cerámica, son elementos y características que distinguen a este estilo de arquitectura y que le dan ese aura tan particular. En un mundo que avanza hacia construcciones más modernas, disruptivas y con mucha influencia de la tecnología hasta en las fachadas, el estilo colonial es una bocanada de frescura, de simpleza pero sin perder la elegancia ni resignar impacto visual. 

Fachadas: Tradición abierta a la orginalidad de cada dueño

El color blanco predomina en la gran mayoría de construcciones de estilo colonial, sin embargo no es algo que deba ser así si o si. Se puede jugar con otras tonalidades y hay quienes optan por colores rosas, beige o crema, amarillos u ocres y algún otro, siempre manteniéndose en tonos claros, con la idea de imprimirle una impronta más personal a la fachada.

Se puede innovar también con detalles más modernos, insertos en la estructura o como adornos. En el último tiempo por ejemplo, se siguió una tendencia de techos planos con arcadas, combinando estilos pero sosteniendo lo colonial por sobre todo. Es cuestión de salirse del carril tradicional y buscar alternativas, para lo cual existe un amplio abaníco de profesionales que pueden guiar en el diseño.

Grandes galerías a la entrada o como patio

El estilo colonial guarda una estrecha relación con la naturaleza y eso se debe principalmente a las galerías abiertas que no suelen faltar en una construcción de este estilo. Pueden estar en un jardín a la entrada de la casa o bien en el patio trasero o por qué no como una galería en el centro y la construcción alrededor. Se usan columnas de líneas curvas, que forman entre si arcos también curvos, para constratar la rigidez de las líneas rectas en el resto del diseño. 

Estos espacios son ideales para dejar volar la imaginación y animarse a la decoración de exteriores, consultando a profesionales o recogiendo ideas de gusto personal. Si se coloca buena iluminación, por debajo de las columnas y sus arcos, se puede conseguir una fachada muy elegante

Los techos de tejas

La mayoría de las casas de estilo colonial presentan techos con inclinaciones a dos o cuatro aguas. Las hay también techos planos y aunque son las menos, no es una cuestión que defina su autenticidad, ni tampoco que pueda delimitar el hecho de que una construcción ingrese en el catálogo de este tipo de estilo. 

Los techos inclinados, deben estar vestidos o realizados con tejas de arcilla coloradas, que contrastan con el color y textura lisa de las paredes y hacen que se luzca ese acabado con tintes coloniales. Además, si por encima del techo se erigen una o más torres, se confirma la ascendencia hispánica y se completa la fusión perfecta para dotar a la fachada de un estilo colonial clásico. 

Variantes en las aberturas y ventanas 

No hay una forma o figura establecida para las aberturas dentro del concepto colonial. De hecho, si se repasan distintas construcciones que representan a este formato de arquitectura, probablemente se aprecien diferentes formas de ventanas o puertas, siempre armonizando entre si todas ellas. Lo que si se reitera es la extensión de las mismas y estas suelen ser de importante longitud, con la madera como material protagonista, además y en este caso si es prácticamente un mandamiento del estilo colonial, las ventanas están protegidas por rejas de hierro que pueden ofrecer diseños personalizados. Hay también ventanas netamente decorativas, que reflejan molduras o cerámicas enlosadas y demuestran la influencia árabe en la cultura española.

Ejemplos de construcciones de arquitectura colonial en Buenos Aires

Tanto la Ciudad como la Provincia de Buenos Aires, son territorios exponentes del estilo colonial, debido a que la ocupación de la corona española se focalizó en estos sitios como una de las sedes más importantes del Virreinato del Rio de La Plata. Muchos edificios y estructuras de aquella época se mantienen en pié, algunas mejor mantenidas que otras claro, pero aún con modificaciones o partes en ruina, dan muestra de características típicas de este estilo. 

Para encontrar un edificio significativo, que represente estas ideas de la arquitectura colonial, no hay que irse a espacios muy particulares ni privados. De hecho, basta con prestar atención a los edificios que rodean la plaza más famosa del país, la plaza de mayo y particularmente, poner la mirada sobre El Cabildo de Buenos Aires, ese edificio tan especial e importante en los acontecimientos históricos que desencadenaron en la independencia Argentina. El Cabildo es una fiel expresión del estilo colonial y de esa fusión de elementos culturales antes mencionada. Por supuesto que en la actualidad, la estructura fue perdiendo su forma original y hasta se le removieron sectores laterales para abrir las calles diagonales que también llegan hasta la plaza. 

Así como El Cabildo, hay muchos otros edificios históricos de estilo colonial presentes a lo largo y ancho de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires, al igual que en otras provincias del interior del país. La mayoría de las casonas en pueblos de la Provincia expresan estas formas y muchas de ellas se encuentran protegidas, refaccionadas y mantenidas en su versión original. Por fortuna para quienes deseen visitarlas, las estancias que contienen estas construcciones ofrecen paseos, días de campo familiares y hasta estadías, ya que el turismo rural ha crecido de gran manera en el último tiempo y una de las atracciones más interesantes son los cascos históricos y las construcciones antiguas que h acen tan pintorescos y bellos a estos poblados.