Descubriendo el nuevo Oriente

A diferencia de lo que quizás se podía imaginar tiempo atrás, años en donde occidente y Estados Unidos marcaban el camino en diversos polos industriales, hace décadas que los países orientales emergieron como potencias mundiales. Con renovaciones y sorprendentes desarrollos, han dado de qué hablar con sus inventos tecnológicos. Mencionar importantes adelantos en torno a la inteligencia artificial, la realidad virtual o a la digitalización de procesos cotidianos, son solo algunos de los ejemplos que retratan esta realidad.

Cuando las transformaciones se presentan en una escala tan grande como ha ocurrido con estos casos, los cambios atraviesan sectores y áreas puntuales, pero también lo hacen a nivel sociedad, es decir, modifican el estilo de vida de los ciudadanos. Japón es un gran exponente de este fenómeno, ya que además de ser protagonista en estos avances, es un país que impulsó de forma armónica una combinación sin precedentes entre su tradicionalidad y la nueva tecnología.

Siendo residente de Japón, Roger Acosta Villanueva es un arquitecto oriundo de Perú que, a partir de su perspectiva profesional y experiencia personal, nos permite conocer en profundidad la cotidianidad y las particularidades del archipiélago japonés. Es por eso que en primera instancia resalta el alto grado de interconectividad que presenta el país: “Lo urbano, suburbano y rural está muy integrado, los servicios llegan a todos los rincones del país con la misma calidad y precio”, afirma.

Monozukuri: la receta del crecimiento

Los relatos, las costumbres y todas esas experiencias que marcaron a la cultura de un país o región, tienen gran incidencia en la forma en la que sus habitantes se desenvuelven y transitan el mundo. Estas características florecen en la rutina tanto como en aquellos eventos especiales observados mundialmente y dan cuenta de enseñanzas que han sido transmitidas de generaciones en generaciones, historias que dejan huella y orientan hacia un futuro.

“En Japón debes fusionar tu vida con la oficina, la vida gira en torno al trabajo porque el trabajo es como la familia”, retrata Acosta Villanueva, quien actualmente se desempeña en la firma de Kengo Kuma & Associates. Siendo para muchos la causa por la cual el país ha logrado destacarse durante muchos años, en el ámbito laboral los japoneses cuentan con una filosofía acerca de cómo llevar adelante los procesos de producción: el monozukuri.

Este concepto popularizado en la década del 2000 gracias a muchas empresas líderes y originarias de Japón como Nissan, Toshiba o Mazda, tiene su base en el 2000 a. C. Es decir, más de 4000 años de historia en donde se ha logrado mantener, con sus inevitables modificaciones, el núcleo duro de un valor artístico. Es así que en algunas fábricas han implementado ciertas metodologías como la utilización de escuelas de destreza para formar operarios o realizar reuniones todos los días para mantener el control y la estabilidad.

Tal sabiduría ancestral está ligada precisamente a una forma de hacer, “si algo funciona en Japón, se hará así para siempre”, comenta el licenciado y Máster en Diseño Ambiental y Comunitario. En estos procesos se observa la eficiencia como punta de lanza, se busca construir correctamente, priorizar los detalles poniendo énfasis en el proceso del objeto para dejar a las ostentaciones estéticas en un segundo plano.

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Woven City, la apuesta de Toyota en Japón

Acompañando a su arquitectura y a sus postales coloridas tan populares, uno de los aspectos que permite ubicar a Japón como potencia mundial es su industria automotriz. Esta apuesta empezó a consolidarse a nivel nacional luego de la segunda guerra mundial, años en donde la isla tomó la decisión de preservar la industria nacional de automóviles y limitar la importación de productos extranjeros.

Si bien en un principio estas fábricas se dedicaban únicamente al rubro de los automóviles, con el paso del tiempo ampliaron su margen de operación y sorprendieron con proyectos de todo tipo. Toyota es un caso a destacar en este marco, ya que, además de otorgarle a Japón gran reconocimiento internacional, apostó por invertir en iniciativas como la Woven City. Una ciudad que comenzó a construirse en febrero del 2021 y está pensada para trabajar la convivencia entre la robótica, la inteligencia artificial, el cuidado del medio ambiente y la movilidad personal.

En este proyecto ubicado a los márgenes del Monte Fuji solo se podrán utilizar vehículos completamente autónomos y de cero emisiones, además, el mismo apunta a ser completamente sostenible gracias a sus principales fuentes de energía: las pilas de combustibles de hidrógeno y la energía solar. Este respeto al medioambiente también está plasmado en la construcción de los edificios, donde se utilizará la madera como principal elemento de construcción para reducir al mínimo la huella de carbono.

Con el objetivo de finalizar la Fase 1 del proyecto en el verano del 2024, en las obras de Woven City serán empleadas técnicas robotizadas combinadas con la clásica carpintería japonesa. Además, esta ciudad diseñada para aproximadamente 360 personas contará con casas equipadas de alta tecnología para mejorar la calidad de vida de sus habitantes en la cotidianidad, por ejemplo, tendrán sistemas robóticos domésticos y sensores inteligentes para supervisar el bienestar de los usuarios.

La tecnología en el trabajo

Cuando se habla de aumentar la productividad, no todo es filosofía, también se hace alusión a impulsar espacios de trabajos eficientes, lugares que se adapten a las necesidades de los trabajadores para potenciarlos y mejorar su rendimiento. En Japón, y principalmente en ciudades como Tokio, se encuentran múltiples edificios inteligentes en donde el uso de la tecnología IoT (Internet Of Things) es completo. Así, muchos objetos físicos pueden ser utilizados fácilmente gracias a sus sensores, su capacidad de procesamiento, su software, y demás.

Integrado a las diferentes áreas y elementos, como puede ser a la iluminación, equipos de seguridad o aires acondicionados, estas tecnologías inteligentes han acelerado exponencialmente el desarrollo de las oficinas modernas del país oriental en los últimos años. Como gran parte de los objetos están conectados a internet y funcionan de forma sistematizada, se produce una gestión centralizada en donde los datos pueden ser administrados mediante el uso de la tecnología IoT.   

Al igual que ocurre con los demás desarrollos tecnológicos que se han implementado en Japón, los edificios inteligentes no solo tienen el objetivo de aumentar las comodidades de los empleados, sino que también apuntan a reducir en importantes valores el impacto ambiental. De esta manera, a partir del control de la temperatura o la iluminación mediante sensores es posible utilizar lo justo y necesario para optimizar el consumo de energía.

Ciudades inteligentes; Fujisawa Sustainable Smart Town

A la hora de mencionar propuestas relacionadas a ciudades inteligentes y sustentables, no todo gira en torno a Toyota, sino que hay variadas iniciativas con el fin de encontrar nuevas soluciones tecnológicas. A tan solo unos 50 kilómetros de Tokio se encuentra el proyecto Fujisaya Sustainable Smart Town (Fujisawa SST), un barrio de poco más de mil casas pensado como un modelo urbanístico que pueda ser el puntapié de futuras urbanizaciones.

Producto de las diferencias culturales, al observar estos desarrollos que han sido planificados enalteciendo el orden y la rigidez propia del país, fácilmente se pueden identificar los contrastes de estos modos de vida con los propios. Graduado en la Universidad de Keio ubicada en Tokio, Acosta Villanueva tiene muy en cuenta que, “en la arquitectura del país, la mayoría está prediseñado y prefabricado”. Además, señala que incluso la estructura de una vivienda de tres pisos puede ser ensamblada hasta en dos días, lo cual demuestra la optimización de los modos de trabajo.

Continuando con el Fujisawa SST, este desarrollo parte de un trabajo en conjunto público-privado entre los cuales se destacan reconocidas empresas como Panasonic, aunque también hay otras como Tokio Gas o Yamato Transport no tan populares fuera del país. “Crearemos una ciudad que incorpore la generosidad de la naturaleza y sea ecológica, cómoda y segura, y la promoveremos activamente tanto en Japón como en el extranjero como una nueva imagen de una ciudad inteligente”, expresa el proyecto desde su medio oficial.

Dentro de los desarrollos más destacables en materia tecnológica que ofrece esta ciudad, se pueden mencionar sus paneles fotovoltaicos (los cuales permiten captar y almacenar energía), los vehículos autónomos de reparto, el sistema de vigilancia y un desarrollo propio de baterías. A su vez tendrá redes inteligentes resistentes a sismos, una problemática sobre la que el arquitecto nacido en Perú también hace alusión, ya que explica que todas las construcciones y desarrollos tecnológicos están ligados a los fenómenos naturales que atentan al país.