Trail running: una variante interesante para quien busca un desafío
Para aquella persona que busca ejercitarse, siempre habrá nuevas alternativas. Incluso dentro de la misma categoría del running, hay opciones para descubrir otros caminos y formas. Una de ellas es precisamente el trail running, que presenta una cara distinta a la actividad del runner, que se basa en correr en el exterior.
Pero, ¿de qué va el trail running? su definición se puede traducir como carrera por senderos o senderismo agregado al running, en definitiva, no es otra cosa que la práctica de correr en plena naturaleza. Hasta ahí, sería lo mismo que el running a secas, pero en este caso al agregarle el trail, se está dando por sentado que el escenario va por fuera de una pista o del llano como se le dice.
¿Qué escenarios permiten el trail running?
Todo lo que sea al aire libre, fuera de la urbanización y de los caminos asfaltados, puede entrar en la categoría del trail running. Es decir, se da en superficies 100% naturales, generalmente en montañas o terrenos elevados, pero no hace falta que sea en alta montaña o en otro escenario de difícil acceso, solo basta con que la naturaleza sea el contexto.
Mucho de subida y mucho de bajada
El trail running tiene esa particularidad de no ser un llano, sino más bien todo lo contrario. Por eso se habla de que generalmente sus terrenos son montañosos o al menos incluyen algunas colinas, cerros o lo que sea que signifique una buena cantidad de ascensos y descensos.
Por supuesto que la dificultad de los mismos estará supeditada al nivel de preparación que cada persona tenga. Siempre hay que tener en cuenta que se buscan relieves propios de un escenario natural sin intervención del humano, así como desniveles positivos, como se le dice. La idea además es no limitarse a los senderos marcados y animarse a atravesar el terreno a campo traviesa.
Consejos para iniciarse en la actividad de Trail Running
Está claro que se trata de un ejercicio que exige más que al correr en llano, pero tampoco es una actividad inalcanzable. Solo hace falta ser constante con el entrenamiento y responsable en esa preparación del cuerpo para afrontar una carrera en terrenos con distintas irregularidades y hasta sorpresas, porque muchas veces se deben afrontar cuestiones propias de la naturaleza y sus continuas modificaciones en base al clima u otros incidentes.
Preparación física y mental
El cuerpo trabaja casi en su totalidad en una carrera de trail running, desde las piernas al tren superior, pero no solo es lo físico sino lo mental lo que hay que preparar. La concentración, la prudencia y la estabilidad son fundamentales para completar una carrera de este estilo.
Algo que ayuda mucho en la preparación, la cual consta de seguir un plan de entrenamiento diario de pasadas, fondos y carreras de distintas distancias y en diferentes escenarios (incluyendo siempre días de descanso), es hacer ejercicios de propiocepción para entrenar el equilibrio sobre un pie y mantenerse así el mayor tiempo posible. ¿Cómo? uno fácil es el del abecedario, que se basa en dibujar las letras con un pie, mientras se sostiene al cuerpo en equilibrio sobre el otro.
Otro item importante es el de los estiramientos al final de cada sesión. Elongar siempre es vital para un buen desarrollo de la actividad física. En el trail running en particular, sirven mucho los ejercicios que se centran en la estabilidad del core (músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, glúteos y la musculatura profunda de la columna), con especial hincapié en el fortalecimiento de los glúteos, al menos dos veces a la semana.
Ropa, calzado y elementos adecuados
Puede que una persona ya tenga el kit completo para running en pista, pero lamentablemente más que alguna remera, pantalon y alguna otra prenda, no podrá repetir en el trail. Para esta modalidad es importante contar con la equipación específica y adecuada para el terreno. Lo principal son las zapatillas, que sin dudas representan el mayor cambio, pero también hay que pensar en otro tipo de vestimenta, que se ajuste al contexto natural en el que se correrá.
De hecho, los más experimentados dicen que para comenzar con el trail running el reloj no es tan importante, como si puede serlo en el running más tradicional. Al smartwatch mejor darle descanso o si se lo lleva, no prestarle tanta atención. Los elementos claves a cargar siempre tendrán que ver con la hidratación, alimentación y protección ante las posibles incidencias del camino.
Bastones y extensiones: cómo proceder ante las pendientes
Puede ocurrir que para algunas carreras en las que las pendientes son más pronunciadas, se utilicen bastones para generar mejor apoyo. De todos modos, si no hay bastones, lo mejor para subir es alternar la carrera con una marcha más baja y ayudarse apoyando las manos en las piernas, sobre todo cuando se ve muy empinado.
Al momento de bajar, los brazos serán herramientas valiosas también. Asimismo, lo primero es intentar que la punta del pie siempre sea la guía para no resbalar, apoyando y amortiguando los impactos, a veces sirve de costado si se resbala mucho o no hay confianza en el terreno, para tener más control. En cualquier caso, los brazos siempre serán esenciales para mantener el equilibrio.
Pasarla bien y disfrutar de los paisajes
Sumarse al trail running no significa renunciar a las carreras sobre el llano, de hecho son dos modalidades compatibles y en las cuales se puede potenciar ese sentimiento por la actividad base, que es correr. Sin embargo, si resulta una opción más que atractiva para variar y animarse a nuevos desafíos, que se renuevan permanentemente, ya que los caminos de montaña cambian sus condiciones de una estación a otra. Por eso también la necesidad de un calzado, vestimenta y elementos adecuados.
Además, a todo lo ya mencionado, se le agrega que en el trail running se pueden a menudo apreciar paisajes hermosos. Solo basta con dejarse llevar y disfrutar de ese momento.
