Obtener beneficios del deporte es posible si se tienen en cuenta los cuidados necesarios

Correr en tono deportivo, resulta una práctica con múltiples beneficios. El famoso running, denominación tomada del inglés pero que se ha popularizado, es una muy buena manera de mantener al organismo en funcionamiento y activo. Es un entrenamiento que resulta abarcativo, porque cualquiera que tenga los deseos y el compromiso para afrontarlo, seguramente podrá hacerlo. Otra de sus ventajas es que no requiere de nada más que el cuerpo como herramienta principal, pero justamente al tratarse del propio cuerpo como elemento, es fundamental que se tengan en cuenta las distintas afecciones que pueden presentarse y tratarlas con la relevancia que merecen. 

Más provechoso y ventajoso será todavía, si se evita llegar a ese punto donde se debe tratar el problema, porque como dice el refrán: mejor prevenir que curar. Para eso, es necesario estar atento a señales de alarma y avisos que el propio cuerpo se encarga de brindar al momento de desarrollar un entrenamiento de running. Sobre todo, es necesario hacer énfasis en estos cuidados para sortear lesiones comunes en los primeros entrenamientos o al momento de retomar la actividad luego de un tiempo de estar parados.

Vuelta al ruedo: el momento clave donde pueden aparecer lesiones comunes de running

El último año y medio no fue precisamente el mejor momento de la actividad física al aire libre. Sobre todo en el 2020, se frenó por completo la posibilidad de correr en el exterior y en muchos casos, ese aislamiento en el hogar provocó un cese de entrenamientos. Esto lleva al cuerpo a ingresar en un estado de reposo del que mientras más tiempo pase, más costará salir. El sedentarismo, es sin dudas una de las primeras causas en las lesiones comunes al hacer running. Es por eso que cuando las restricciones aflojaron y permitieron volver al ruedo, una cuestión esencial, destacada por profesionales de la salud y el deporte, fue la de regular y no sobreexigir el físico. De menos a más, siempre progresivo y aunque sea lento pero constante, es mejor que rápido e interrumpido por lesiones. 

Anotá estos consejos para no caer en las lesiones comunes producto del running u otra actividad física 

Si estás pensando en volver o si ya eres asiduo al entrenamiento del estilo correr, caminar o cualquier otra modalidad de aire libre con exigencia física, estas recomendaciones pueden ser de mucha utilidad. Ya sea para repensar algún hábito que resta en tu desempeño o para justamente no verte afectado por una lesión. 

Calentar y enfriar el cuerpo en los momentos indicados

La entrada en calor es un primer paso tan necesario como cualquier otro pasaje del grueso del entrenamiento. Si quieres evitar lesiones comunes del running, no puedes saltear la preparación del cuerpo para afrontar la exigencia a la que se lo va a someter, tanto física como mentalmente. Lo ideal es que durante estos ejercicios se incluya uno dedicado a la estimulación cardiovascular, además de estiramientos y otros apuntados en específico al running. Por su parte, enfriar el cuerpo luego de terminado el entrenamiento, ayuda al organismo a retonar a su valores normales, que se ven modificados durante la actividad.

Estirar siempre

Aumentar la flexibilidad con ejercicios de estiramiento, realizados de forma regular, previos al inicio de la práctica, baja significativamente el riesgo de lesiones comunes que se dan en el running. Principalmente se evita eso de "arrancar frio" y poner al músculo o articulación en una situación que no le es natural ni para la que está preparado. 

Utilizar calzado adecuado 

Un detalle que no siempre se tuvo en cuenta, pero desde hace muchos años está comprobada su influencia. Lanzarse a correr, sin zapatillas apropiadas, es una invitación a lesionarse. Es necesario que el calzado a utilizar se ajuste correctamente a los pies y además que sea propio para el estilo de carrera que se pretenda llevar a cabo. Las zapatillas deben amortiguar el impacto al correr y liberar a las extremidades inferiores de esa carga que puede ser nociva y un condicionante para lesiones comunes del running. Es recomendable asesorarse antes de comprar el calzado deportivo, sobre todo para que sea util en las superficies donde se lo pondrá a prueba y que tenga los ajustes o condiciones necesarias para soportar el físico de cada persona. Se aconseja también cambiar las zapatillas luego de recorrer alrededor de 800 Kilómetros, aunque puede ser antes, según su estado y uso. El calzado debe ser lo primero en lo que no se debe escatimar, ya que será siempre lo más importante del equipamiento. 

Descansar y darle tiempo al cuerpo para recuperar energías 

Correr y entrenar, debe complementarse en todo momento con un correcto descanso y recuperación. De nada sirve agobiar o agotar los recursos del cuerpo, sin brindarle las horas suficientes de descanso o reposo para recomponerse. Es más, el balance de entrenamiento y descanso es lo que dará mayor fuerza y mejorará la forma física de una persona. Caso contrario, el rendimiento se verá afectado, basicamente por cansancio.

Buena alimentación e hidratación evitan lesiones comunes del running

Asociado con el descanso, es fundamental destacar el papel que juega la hidratación y una alimentación apropiada. En cada entrenamiento, antes, durante y posteriormente, se debe proceder con la hidratación. Mientras que respecto a la alimentación, lo mejor es consultar con un profesional, pero en líneas generales se recomienda no consumir alimentos pesados previo a correr y mantener una rutina saludable en lo posible, con ingesta de frutas, vegetales, proteínas y otros nutrientes vitales. 
      

Ejercicios de fortalecimiento

Hay ejercicios aplicados a fortalecer músculos y ligamentos, que deben mecharse con el tiempo de corrida. Una rutina de este estilo, ayudará a garantizar la resistencia y fuerza de los componentes corporales que entran en función al correr, evitando las lesiones comunes. Protegen también las articulaciones y permiten llevar adelante un entrenamiento mucho más seguro y completo en definitiva. 

Prestarle atención a los avisos del cuerpo

Conocerse a uno mismo es quizás lo más importante para no caer en una lesión. Es importante que cada uno logre escuchar o interpretar las señales que el cuerpo da cuando se encuentra fatigado y pronto a lesionarse. Si hay dolor, molestias o sensaciones extrañas al correr, deben tomarse precauciones y atender ese indicador. Puede que el dolor no signifique una lesión en el momento, pero si sea la fase previa a incurrir en las lesiones comunes del running o en algo más severo.