Iniciarse en la actividad del running, conlleva una serie de procesos entre los cuales hay uno que quizás no se menciona, porque se da por sobre entendido, pero que tiene una relevancia e impacto sumamente significativa en el correcto desarrollo de la misma. Hablamos de la elección del calzado, las zapatillas que cubriran la herramienta principal de cualquier runner: sus pies.

Las claves para conseguir zapatillas de running a tu medida

De todas maneras, más allá de la importancia que tiene el elegir un calzado adecuado para correr, hay que dejar en claro que no existe uno, dos, ni tres modelos perfectos y recomendados para el público runner en general. Si se quiere comenzar con esta práctica, la zapatilla perfecta será aquella que mejor se adapte a las necesidades particulares de cada persona, teniendo en cuenta para ello las características físicas y el tipo de entrenamiento (superficie, intensidad, entre otros aspectos).

Un estudio médico clarifica todo

¿Cuál es entonces la mejor zapatilla para cada persona? Bueno, lo mejor es acercarse a un centro de medicina deportiva o clínica que cuente con algún especialista en este sentido, que pueda analizar la pisada y, en base a los resultados, recomiende el modelo de calzado más oportuno. En ocasiones, puede ser necesario sumar además una plantilla hecha a medida, para nivelar el tipo de pisada. En caso de avanzar con esa plantilla, será fundamental utilizarla al momento de probar las zapatillas elegidas. 

Los tipos de pisada

Hay dos tipos de pisada que se clasifican como pronación o supinación. La primera, consiste en un giro del tobillo hacia el interior del pie, en cada paso que se da al correr. Ser un corredor pronador no es algo malo en sí, de hecho se trata de un mecanismo natural del cuerpo para amortiguar el peso que soportan las articulaciones al apoyar. Sin embargo, si la pronación resulta excesiva o va más allá de los parametros considerados como normales, se puede llegar a traducir en molestias en distintos puntos del cuerpo como tobillos, rodillas y hasta cadera.

¿Cómo darse cuenta si la pronación es demasiada? fácil, con revisar tus zapatillas alcanzará. Si puedes notar un patrón claro de mayor desgaste en el borde interno, ahí tienes la respuesta. Por supuesto, hay zapatillas exclusivas para este tipo de pisadas y esas serán las indicadas para personas con este diagnóstico, al igual que las plantillas antes mencionadas.

La supinación, se da cuando el giro del tobillo es hacia el exterior del pie en la pisada. En este caso, no existe una suficiente amortiguación natural y el impacto al aterrizar es más desgastante para el cuerpo. El patrón para reconocerlo, en las zapatillas, es lógicamente contrario al que se mencionaba con la pronación, ya que para los corredores supinadores, el desgaste se suele dar en el borde externo. Es un problema mayor el de conseguir calzado para runnning, porque se estima que solo un 5% de los corredores tienen esta condición, habiendo entonces poca variedad de zapatillas específicas para tal situación. ¿Cómo deberían ser las zapatillas? tienen que presentar una mayor amortiguación y flexibilidad.

Corredores neutros

Cuando la pronación no es demasiado acusada, sino que la pisada es lo bastante básica como para únicamente absorber el impacto y aliviar la presión en las rodillas y las articulaciones, se habla de corredores neutros o biomecánicamente eficientes.

Consejos a la hora de elegir las zapatillas para running

Tené en cuenta las siguientes recomendaciones antes de llevarte a casa las zapatillas que usarás luego para realizar la actividad de running. En este caso, queda por fuera el tema del presupuesto, algo que por supuesto también será importante, pero que queda a consideración de cada uno. 

Prueba las zapatillas en el momento indicado

Tras entrenar durante un tiempo prolongado, a un nivel medio o alto de intensidad, sudar y sobre todo en épocas de mayor temperatura, los pies tienden a dilatarse e inflamarse un poco. Esto puede provocar que si las zapatillas quedan demasiado apretadas, terminen siendo perjudiciales para la cómodidad y hasta pudiendo provocar alguna lastimadura en el pie.

Hay algunas formas de evitar esta situación, siendo la primera y más evidente, ir a probarse el nuevo calzado luego de entrenar, para medir el talle con el pie posiblemente inflamado por la acción. La segunda, también puede caer de maduro como se dice y es calcular uno o medio talle extra, en el caso de que el número regular que se utilice vaya demasiado justo. Siempre será más fácil solucionar al quedar un poco suelta, agregando una media un poco mas gruesa o complementando con plantilla que si va muy apretada.

Evaluar el terreno de práctica

Es sumamente importante prestarle atención al terreno en el que se van a realizar habitualmente las prácticas de running. Esto no quiere decir el lugar específico a correr, porque puede variar, pero si el hecho de si se correrá principalmente sobre llano (calle, asfalto, pistas de atletismo, etc), suelo de tierra, césped, lomas, montaña, campo, entre otros. Es que existen diferentes tipos de zapatillas orientadas cada una a un tipo o estilo de terreno. 

Para el asfalto, por ejemplo, se necesitan zapatillas con buena amortiguación, mientras que si se corre por el pasto o tierra que no esté alisada, la estabilidad será más relevante, así como la adherencia. Pasando a un terreno ya montañoso o senderos que tengan piedras por doquier, entonces debes buscar calzado que proporcione agarre, estabilidad y fundamentalmente protección.

El clima puede influír

Otro factor que debe ser tenido en cuenta, es el del clima que predomina en el lugar en donde se practica running. Puede parecer poco importante, pero si se está en una zona muy lluviosa o por ejemplo si se sale a correr por la mañana, donde la humedad es mayor, el terreno cambia, puede volverse resbaladizo. Eso dará la pauta que será necesario un modelo de zapatilla con la mejor adherencia posible.

Las mejores zapatillas para correr y sus especificaciones

Encuentra, según tu tipo de pisada y condiciones, una opción entre estas zapatillas, que han sido las más destacadas del último año. 

Asics Evoride 2

Guían a los pies para una pisada correcta, pero son recomendadas para corredores neutros de peso medio. Ideales para distancias medias, aunque también se pueden llevar en una carrera de mayor longitud. Cuentan con tecnología de amortiguación Flytefoam, que absorbe las pisadas más fuertes y aporta un retorno de energía.

Asics Gel Kayano 27

Se han vuelto las zapatillas más famosas en la gama de pronadores. Es un calzado que se caracteriza por su alto nivel de soporte y amortiguación, brindando lo necesario para quienes deben evitar la pronación y torsión de los pies hacia el interior. Es ideal para corredores de pesos pesados y para quienes quieran o planean correr largas distancias.

Cuentan con un upper de malla transpirable y refuerzos alrededor. Consigue la estabilidad con sistemas DuoMax y Trusstic, que también dan soporte a la zona media del pie para corregir la pisada. Combina el compuesto GEL, típico de esta marca japonesa, con la tecnología FlyteFoam para garantizar la amortiguación.

NIKE PEGASUS 37

Este modelo de Nike es el que más se conoce respecto al entrenamiento de un runner. En este número 27 , las Pegasus mantienen su nivel de amortiguación medio, con buena absorbencia al pisar, pero agregan mayor libertad de movimiento al pie. Perfectas para corredores de peso medio y pisada neutra, con objetivo de distancias medias, aunque funcionan muy bien para maratones. Tecnología React (espuma de baja densidad), que además de absorver ofrece retorno de energía para un mejor impulso. 

HOKA CLIFTON 7

Marca poco conocida en la región, pero no por ello de menor calidad. De hecho, este modelo tiene uno de los perfiles más altos en el mercado, más de 30mm de altura y se transforma en una opción muy interesante para corredores de peso medio o elevado, que necesitan de una buena amortiguación, como pueden ser los corredores supinadores. Ideales para entrenamientos y competiciones de media a larga distancia.