El ambiente propio del Delta, con su vegetación exuberante bordeando el río Luján, es un paseo que en Puertos se disfruta todo el año. Gracias al paisaje y a las actividades pensadas para vecinos y visitantes que eligen la reserva, este se convirtió en un espacio recreativo ideal para pasar el día.

Propuestas para todos

A las caminatas y paseos en bicicleta se suman otras propuestas para conectarse con la naturaleza en un plan para todas las edades. “Las actividades están pensadas para que participe toda la familia. Más allá del entorno natural que brinda Puertos, la idea es que conozcan la reserva, su flora y su fauna, para aprender también sobre el cuidado del medio ambiente”, cuenta Andrei Chtcherbine, guardaparque de la reserva Puertos.

El clima de la urbanización es muy familiar, y contempla actividades pensadas especialmente para los más chicos, como el taller Pequeños Guardaparques. “Queremos alentar desde una temprana edad el cuidado del entorno, y enseñarles, por ejemplo, a reconocer las especies que muchas veces pueden encontrar en sus propios jardines”, indica Andrei.

Una de las actividades favoritas dentro de la reserva es la observación de aves: un recorrido de casi cuatro kilómetros que permite conocer e identificar a más de cien especies. También las jornadas de plantación de árboles nativos que, organizadas junto con el Centro de Sustentabilidad, convocan a vecinos e instituciones educativas.

“Entre las novedades, sumamos las visitas nocturnas a la reserva, que invitan a explorarla en un horario no habitual y ver el comportamiento de los animales nocturnos, algo que despierta mucho la curiosidad en los niños. Es una oportunidad única para apreciar la naturaleza y tiene una gran convocatoria”, explica Chtcherbine, y destaca, luego de su experiencia de más de una década trabajando en distintas reservas de Pilar y el Delta del Paraná, que las peculiaridades paisajísticas de la de Puertos la convierten en la más atractiva.

También puede interesarte: "Puertos, un entorno acuático vivo y en desarrollo"

El proyecto de restauración

La reserva, además, se suma a las estrategias de restauración de flora nativa del bosque ribereño en el Delta de Buenos Aires por medio de la implementación de módulos de plantación que ocupan un espacio aproximado de 250 m2 cada uno y que están compuestos por diferentes árboles, arbustos y herbáceas. En los 8 módulos actuales se pueden encontrar ejemplares de anacahuita, ceibo, ingá, canelón, sen del campo, pindó y curupí, entre otros.

El plan de restauración busca conectar estos módulos con otros que sean desarrollados a lo largo de cursos de agua en áreas vecinas para conformar a futuro un corredor biológico continuo.

Entre el lago y la reserva

Nativas, el último barrio lanzado en Puertos, estrecha el vínculo entre la naturaleza y la urbanización y estrena una doble amenidad, que combina la vida acuática del lago con la reserva, su biodiversidad y actividades. “En el nuevo barrio, la posibilidad de anclar la naturaleza con la vida urbana se hace realidad”, resalta Ignacio Fleurquin, uno de los responsables del diseño del paisaje de Puertos y socio fundador del Estudio Bulla. “A través de un parque central de una hectárea que se fusiona con la reserva, ofrece un contacto pleno y permanente con la naturaleza y el acceso a todas las comodidades y servicios que ya se disfrutan en Puertos”, agrega.

Ana García Ricci, socia del estudio, comenta: “La decisión fue incorporar la flora nativa de nuestros ecosistemas y paisajes, como punto de partida del proyecto. El objetivo en Nativas es que eso se vea reflejado y sea parte de todo el espacio público”.

Las próximas propuestas

El mismo estudio está a cargo, además, del diseño de los dos pabellones que se construyen en la reserva. El primero, que será la recepción, alojará el control de acceso, sanitarios y la oficina del guardaparque, en tanto que el segundo será el Centro de Interpretación, donde se dictarán charlas, capacitaciones y actividades contemplativas vinculadas con la naturaleza. Ambos tienen la altura perfecta para poder apreciar el paisaje desde la altura de la copa de los árboles y convivir con las aves que los habitan.

La reserva abre todos los días de 9 a 18 y, por cuestiones de seguridad, cierra los días de lluvia, cuando hay sudestadas, vientos muy fuertes o cuando se realizan tareas de mantenimiento. La entrada es gratuita, el cupo es limitado y las personas externas a Puertos necesitan reservar su visita previamente en www.avpuertos.com/publico/puertosreserva.