La sopa: una carta que no falla

Con la consolidación del otoño y las temperaturas cada vez más bajas, también hay que adaptar la alimentación al frío. Es así que al desempolvar el libro de recetas calientes aparece la opción de la sopa, un plato saludable y fácil de elaborar. En este sentido, no siempre hay que quedarse con la misma receta, se puede cambiar y probar nuevos ingredientes. Entre ellas es posible elaborar sopa con carne, vegetales, legumbres, pescados y muchas opciones más.

Siendo uno de los platos más consumidos en esta época, la sopa resulta una comida muy completa también en nutrientes. Si bien dependerá de los ingredientes utilizados, aquellas en donde priman las verduras aportan fibra, vitaminas y minerales. Por otro lado, a la hora de elegir entre sopas instantáneas, caseras o envasadas, estas últimas cuentan con un alto contenido en sodio. Es por eso que se recomienda principalmente elaborarlas en casa o como segunda opción consumir las instantáneas.

Si lo que se busca es perder peso, las sopas también son una buena compañía. Esto se debe a que no solo poseen pocas calorías, sino que producto de su temperatura obligan a comer lentamente. Al tomar sopa a una velocidad más suave, es posible notar aquellas señales de saciedad que envía el organismo. Por otro lado, dentro de las recetas de sopas que se pueden encontra está la de calabaza. Esta protege el sistema inmunitario y refuerza las defensas. Además, otra variante es la sopa de remolacha. Esta es muy buena para los problemas de digestión.

Cuáles son los principales beneficios de consumir sopa

Al ser una comida sumamente versátil, la sopa permitió a lo largo de los años experimentar con diferentes variedades de vegetales y carnes. Es por eso que es una forma de comer histórica y se remonta a fechas cercanas a 400.000 a.C. Precisamente se relaciona con el descubrimiento del fuego. En este sentido, esta posibilidad de elaborarla con diferentes ingredientes también permite armar un plato equilibrado y saludable.

Como esta comida tiene la característica de ser líquida, entre sus principales cualidades se encuentra la hidratación. Además, en simultáneo permite la recuperación de los minerales perdidos. Por otro lado, la sopa también tiene la virtud de adaptarse a diferentes edades y circunstancias. Al cocinarse durante un periodo de tiempo prolongado y frente a mucho calor, los ingredientes suelen ablandarse notablemente. Es así que tanto para adultos mayores como para niños, esta comida es fácil de digerir.

Por otro lado, en muchas comidas es necesario prestar atención a la correcta cocción de los alimentos para evitar cualquier bacteria. En cambio, la sopa resulta segura gracias a su modalidad de cocción. Al elaborar este plato la temperatura alcanza los 100° C, por lo tanto se eliminan aquellos microorganismos que usualmente habitan en las carnes o vegetales.

Las mejores 5 sopas para disfrutar en otoño

Si bien el invierno aún no llegó, las bajas temperaturas del otoño se hacen sentir y qué mejor que una rica sopa para acompañarlas. Anotá las siguientes recetas para degustar unos ricos platos sanos y equilibrados. Además, no olvides que podés hacer tus combinaciones y agregar los ingredientes que te gusten.

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Sopa de calabaza

Con los primeros resfriados y cambios de temperatura, es imposible no tener en consideración a la calabaza. Aportando importantes vitaminas y minerales esenciales, esta se puede utilizar como base para hacer una nutritiva sopa. Para prepararla vas a necesitar 1 zanahoria, 1 puerro, 1 apio y condimentos.

El primer paso será cortar la zanahoria, el puerro y el apio en rodajas. Estos se deberán hervir en agua para lograr un caldo. No olvides ponerle sal gruesa al agua. Más tarde hay que cortar una calabaza en cubos, sacarle las semillas y cocinarla a fuego bajo en el caldo anteriormente mencionado. Por último, se retira la calabaza y se tritura con minipimer para lograr la consistencia deseada. De esta manera, solo quedará condimentar con pimienta y sal.

Sopa de quinoa y pollo

Con unas condiciones nutricionales muy buenas, la quinua previene enfermedades como diabetes, cáncer de mama y tuberculosis. Además, al no tener un sabor muy potente es posible combinarla con otros elementos. En este caso, la principal compañía será el pollo. No obstante, además de 3 alitas de pollo es necesaria 1 zanahoria, 1 papa, 1 puerro, perejil fresco y 1 taza de quinoa.

Su preparación consiste en hervir las alitas durante treinta minutos. Más tarde lavar las verduras, cortarlas en daditos y colocarlas a hervir. Estás estarán listas cuando se encuentren tiernas. Por último hay que agregar la quínoa y cocinar aproximadamente 10 minutos más con la olla tapada. De esta manera, la sopa ya está lista para servir y decorar con ramitas de perejil.

Sopa de fideos con verduras

Si se piensa en aquellas recetas clásicas es imposible no recordar la combinación entre fideos y verduras. Pensando en dos personas, para esta receta simple se necesita 150g de fideos finos, 2 zanahorias, 1 cebolla, medio brócoli, 200g de calabaza, 1 litros de caldo de verduras y condimentos. Entre ellos orégano, albahaca, aceite de oliva, pimienta y sal.

Luego de picar bien la cebolla, zanahoria y calabaza, hay que saltearlas en una olla durante 5 minutos con un poco de aceite; más tarde se añade un litro de agua y se aumenta la intensidad del fuego hasta que rompa el hervor; después a fuego medio se agrega el brócoli cortado y luego de dos minutos se suman los fideos. De esta manera, cuando los fideos están al dente la sopa ya está preparada para servir.

Sopa de remolacha

Con un color único, la sopa de remolacha es una receta muy rica. Además de contener antioxidantes, vitamina y fibra, este plato es ideal para los problemas de digestión. No obstante, hervir la remolacha lleva cerca de 45 minutos, por lo que para elaborarla es necesario un poco más de tiempo.

Los ingredientes necesarios son 4 remolachas cocidas, 1 cebolla morada, 2 dientes de ajo, apio y aceite de oliva. El proceso consiste en picar y saltear la cebolla morada junto al apio en aceite de oliva. Luego de condimentarlo, se tira la remolacha cocida junto a los dos dientes de ajo picados. Una vez que la cebolla tome buen color, se deben agregar las hojas de remolacha previamente picadas. Por último, sumando vinagre de manzana y un cucharón de caldo, se procesa lo salteado y la sopa queda lista. 

Sopa de cebolla y panceta

Entre las sopas más prácticas se ubica la de cebolla. Es por eso que cuando no hay demasiado tiempo, esta es ideal. Para su elaboración serán necesarias 3 cebollas, 2 dientes de ajo, 100 g de panceta ahumada, manteca, 1 litro de caldo de verduras y 100 g de queso.

Para hacerla se inicia picando la panceta y luego se dora. Más tarde se agrega manteca fría y la cebolla junto al ajo. Luego de condimentar con sal es necesario tapar la olla para que continúe cocinándose unos 15 minutos. Más tarde se agrega el caldo, se deja cocinar un poco más hasta que quede espeso y solo quedará agregarle queso. De esta manera, la sopa de cebolla y panceta está para degustar.