¿Qué es una alimentación saludable y cómo se puede lograr?

Cuando se habla de alimentación saludable, hay que tener en cuenta en primer lugar que no se trata de una formula única o mágica, ni tampoco de una dieta en particular por determinado tiempo. Una alimentación saludable es un conjunto o mejor dicho una combinación de cuestiones relacionadas a la ingesta de alimentos, que hacen que el cuerpo obtenga los nutrientes necesarios para un correcto funcionamiento. 

Para lograr una alimentación saludable y sostenerla a lo largo del tiempo, procurando que la misma logre impactar en el estado y bienestar del cuerpo, es necesario informarse a través de fuentes que sean confiables. Es decir, lo mejor es acudir a sitios certíficados, como puede ser el de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o quizás el de profesionales de nutrición. No dejarse llevar por mitos o recomendaciones que viajan de boca en boca es importante no solo para conseguir alimentarse de manera tal que los resultados sean positivos y visibles en la salud, sino que para evitar comprometer justamente el cuerpo sometiéndolo a prácticas, dietas o alimentos que generen algun tipo de malestar o hasta puedan llegar a provocar un daño.  

El problema de la información falsa o los mitos generados en internet

Si bien se trata de una problemática con arrastre desde finales del siglo pasado, se ha tornado una cuestión más compleja durante los últimos años, debido a la facilidad que otorga internet para publicar cualquier tipo de información, sin ningún sustento teórico o práctico. Ante esto, como ya decíamos, además de buscar en sitios que cuenten con respaldo profesional, el punto clave es apelar a la prudencia y a la verificación del gran caudal informativo que muchas veces interpela las acciones de la vida cotidiana.

La alimentación es, así como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), el arma más efectiva en defensa del bienestar personal, por eso es tan importante nutrirse de información y datos fidedignos. Claro que existen ciertos factores que siempre pueden influir o modificar los hábitos alimentarios de una persona (tales como: religiosos, económicos o sociales), sin embargo mientras se pueda evitar caer en mitos falsos, será más fácil encontrar el camino hacia una alimentación saludable. Revisá las 5 afirmaciones que te dejamos a continuación, que seguro debes haber escuchado, para descubrir que tan ciertas son.

1- Se debe comer mucha carne para estar fuerte, solo las proteínas importan en una alimentación saludable 

Esta afirmación es falsa, ya que no se puede relegar el papel que cumplen los demás alimentos ricos en nutrientes variados, los cuales indudablemente cumplen su función en el organismo. Además, las proteínas no solo se obtienen de los derivados de origen animal, sino que se pueden captar también de las legumbres, las cuales aportan proteínas vegetales de gran importancia. 

Por otra parte, la evidencia científica se refiere al consumo de carne como algo que debe realizarse con moderación y de forma equilibrada, dando lugar a otras dietas en las que hay un predominio de alimentos de origen vegetal, con el fin de completar una alimentación saludable

2- El queso es la fuente proteica número 1 para una dieta de adelgazamiento 

En está frase hay algo de cierto, pues el queso como perteneciente a la familia de los lácteos, tiene contenido proteico. Sin embargo, también tiene una gran composición de grasas y colesterol, por lo que su consumo debe regularse de forma prudente si lo que se busca es una alimentación saludable con el objetivo de disminuir de peso. Muchas de las grasas que integran al alimento pueden ser perjudiciales para la salud y verdaderamente dependerá del tipo de queso que se quiera consumir.

3- Hay que eliminar los hidratos de carbono y gluten de cualquier alimentación sana: 

Sentencia equivocada, debido a que los carbohidratos complejos son totalmente necesarios en una dieta que tenga como fin generar una alimentación saludable y además son fuente principal de energía del cuerpo. Si en cambio se puede reducir el consumo de carbohidratos simples (como galletas) . Lo mismo ocurre con el gluten, el cual está presente en alimentos como el trigo o cereales y sus respectivos derivados, sean panificados, dulces o hasta bebidas como la cerveza.

Entonces los hidratos de carbono cumplen su función dentro de la alimentación saludable y equilibrada, siempre teniendo en cuenta a la hora de consumir gluten, que no exista ninguna condición natural del organismo que no pueda asimilar este tipo de alimentos.

4- Hay que comer alimentos orgánicos y evitar los procesados: 

Comer alimentos orgánicos es positivo, no hay que guiarse por quienes sostienen que estos no siguen estándares de calidad y tampoco por quienes suponen que, por su condición de orgánicos, estos alimentos no pueden conservarse correctamente, porque lo cierto es que lo hacen según sus propiedades naturales. 

De todas maneras no se puede sostener rotundamente que hay que evitar el consumo de alimentos procesados para poseer una alimentación saludable, pero hay que comprender que la negatividad de los mismos se produce al consumirlos de forma abusiva, eso sí puede tomarse como cierto. No obstante, hay alimentos que, de no haber atravesado esta técnica, no podrían ser consumidos.

5- Es necesario tomar suplementos vitamínicos para mejorar la salud 

Otra afirmación falsa. Salvo en casos particulares (para quienes tienen un déficit de dichos suplementos), no hay porqué recurrir a suplementos de ningún tipo más que a una alimentación saludable,  mediante equilibrio, variedad y regulación. Si estos suplementos no son autorizados ni recomendados por un médico de cabecera, el mejor aporte que se puede hacer a mejorar la salud es alimentarse de manera correcta, permitiendo que los diferentes nutrientes se vinculen entre sí, integrándose.

Otros conceptos que se ponen en jaque en relación a la posibilidad de una alimentación saludable

Además de todas las frases hechas que repasamos, algunas con cierto nivel de veracidad y otras directamente falsas, hay otros componentes o elementos que suelen ser bastante nombrados en las consultas que apuntan a conseguir una rutina de alimentación sana. Por ejemplo, la grasa o el colesterol. Ambos conceptos o palabras, tienen sin dudas una connotación negativa, sin embargo cuando se los analiza o se los conoce en detalle, terminan entregando más de lo que cualquiera creería. 

Aquí es cuando nuevamente repetimos que es fundamental no dejarse llevar entonces por lo que se escucha o hasta por lo que la propia palabra puede significar en una conversación mundana. En el caso de las grasas, consumidas de forma controlada y a consciencia, se transforman en un elemento muy importante para el crecimiento, desarrollo y hasta el sostenimiento de una alimentación saludable. Por su parte, el colesterol se divide en colesterol bueno y colesterol malo, siendo clave entonces lograr generar del benévolo para el cuerpo. El órgano encargado de producir colesterol es el higado, pero solo en un 70%, el otro 30% debe ser aportado mediante la alimentación.