La comida macrobiótica y sus características: ¿beneficios o problemas?

Cuando se habla de comida o dieta macrobiótica, se hace referencia a una forma de comprender la alimentación que va más allá de los ingredientes en si, aunque estos también cumplan un rol destacado. Se trata sobre todo de una manera de relacionarse con la comida, intentando alinear cuerpo, mente y medio ambiente, una búsqueda de armonía a través de los alimentos que se ingieren cada día.

¿De dónde surge la dieta macrobiótica? 

Los principios de la comida macrobiótica se basan en la filosofía del Yin y el Yang, proveniente de la cultura taoísta, que expresa la dualidad entre dos fuerzas opuestas pero absolutamente complementarias. Algunos ejemplos fáciles que la explican son: el día y la noche o la luz y la oscuridad.

Entonces, si eso se traslada a la alimentación puede servir para ayudar a encontrar cuales son los mejores alimentos para cada persona, en cada momento del día. Es decir, los que otorgan calor, los que enfrían, los que relajan, los que activan o los que acidifican o alcalinizan, entre otros.

De todos modos no es una dieta fija, sino que se le pueden aplicar variantes y hay diferentes niveles para llevarla a cabo. Todo dependerá de la persona y de lo que necesite encontrar en la ya mencionada dualidad de fuerzas, que en este caso serían alimentos. Por supuesto que, como siempre, lo mejor es consultar con profesionales que puedan realizar diagnósticos acertados.

El principal objetivo de la dieta

Lo que intenta conseguir la dieta macrobiótica como objetivo general o común a todas aquellas personas que optan por seguirla, es esencialmente un equilibrio interior, poder sentirse centrado y así potenciar el bienestar físico, mental y espiritual.

Beneficios de la comida macrobiótica

Los beneficios de una dieta como esta son notorios, pero siempre debe tenerse en cuenta que no se trata de ninguna fórmula mágica ni nada por el estilo, por lo que los tiempos no serán inmediatos. Es fundamental ser pacientes, responsables y conscientes de cada decisión en lo que respecta a la alimentación. 

Sin embargo, si se pasa de un contenido alto en grasas saturadas, azucar, alimentos procesados, carne roja, a una alimentación que prescinda justamente de todo eso, seguramente los resultados se observen con mayor velocidad y tengan un impacto positivo en la salud y el bienestar general de una persona.

Además, en una dieta macrobiótica es importante darle lugar prioritario a los alimentos de temporada, algo que se encadena también con la necesidad de contribuír a un mejor desarrollo y cuidado del medio ambiente. Si se quiere conocer de todas maneras un beneficio particular y que es El efecto beneficioso más evidente, al tratarse de una alimentación basada en alimentos integrales, es la reducción de los niveles y picos de glucosa en sangre.

Contraindicaciones o advertencias

Más allá de todos los beneficios que puede traer ajustarse a una dieta determinada y precisa, como lo es la macrobiótica, lo cierto es que también puede llegar a generar situaciones que no son positivas para la salud de una persona. Nuevamente, en este punto, es importante recalcar que la mejor manera de coordinar un estilo de alimentación es a través del consejo y la guía profesional, ya que de lo contrario pueden tomarse decisiones que terminen perjudicando al bienestar corporal, físico y mental.

Las precauciones son debidas y necesarias, porque en una filosofía como la que expresa esta forma de alimentarse, existen varios niveles. Según cual se elija, habrá más o menos restricciones y es en esta última característica que se pueden llegar a dejar por fuera alimentos con nutrientes y micronutrientes (hierro, calcio, vitaminas, entre otros) esenciales para un correcto desempeño del organismo. 

Alimentos macrobióticos: ¿cuáles son?

Para ser claros, hay que decir que se trata de una alimentación prácticamente vegana, aunque pueden existir variantes vegetarianas, al igual que otras que incluyan proteína animal como el pescado. Lo que pregona la dieta macrobiótica es el consumo de alimentos naturales y ecológicos, oponiéndose al consumo de los procesados.

Se puede decir entonces que la idea central es que todo lo que se ingiera lleve una carga de energía neutra, sin tirar hacia ningún extremo. Ahí se hace más clara la idea del equilibrio y su relación con la filosofía del Yin y Yang. Siendo precisos sobre qué alimentos entran en cualquier nivel, podemos encontrar: cereales y vegetales como base, legumbres, frutos secos, semillas, frutas estacionales, fermentados, setas y algas, como variedad.

¿Qué alimentos quedan por fuera y restringidos?

La carne, el alcohol, los embutidos, los aditivos, azúcares, fritos, huevos, alimentos procesados, especias picantes, son algunos de los grupos de alimentos que no ingresan dentro de la consideración de una dieta macrobiótica. En algunos casos, dependiendo siempre el nivel con el que se tome, se pueden consumir de forma ocasional