La aparición de un palacio gótico en Pinamar llama la atención de propios y extraños que recorren la zona
Si se repasa a modo general la arquitectura de la zona costera de la Provincia de Buenos Aires, se encuentra un patrón que no es precisamente el de construcciones de estilos históricos. Aunque si existen todavía muchos edificios de la "época dorada" de Mar del Plata y otras ciudades balnearias, que representan un estilo Tudor inglés u otras corrientes de antaño que son realmente muy elegantes, cada vez son las menos, porque muchas ya han cedido terreno ante la falta de cuidado o deterioro propio del paso del tiempo, dejando lugar a planificaciones y ejecuciones arquitectónicas más modernas y que responden a una demanda habitacional enfocada en el turismo y no precisamente en la arquitectura o estética como valor principal.
Sin embargo, a pesar de ese escenario planteado, nada frena a quienes quieran hacer de sus terrenos un espacio admirable, construyendo con un estilo definido, siendo detallistas y dándo valor a la propiedad a través de una imagen final exquisita. Así fue como, en un proyecto netamente familiar y muy personal, un Ingeniero junto a su hijo decidieron emplazar un palacio gótico en una ciudad de la costa como lo es Pinamar y hoy día, con la vivienda casi finalizada, el fruto de su esfuerzo lo celebran todos los que circulan por la zona y tienen la oportunidad de observar semejante obra, que se sale de los esquemas o márgenes de la normalidad y brinda una experiencia visual muy diferente, única. 100% fotográfica e instagrameable.
El apellido detrás de la obra y el nombre que le da vida
La idea de esta particular obra en Pinamar, surgió de José Maluccio, un Ingeniero Civil oriundo de Calabria, Italia, que llegó a Argentina para quedarse y para construir, su familia primero y luego esta gema escondida por las calles de la ciudad costera. El proyecto inició en 1998 y todavía no está finalizada por completo, aunque lo parezca y sea ya un lugar habitable.
Quien se encarga de dirigir ahora la construcción es el hijo de José, Augusto Maluccio, que es además quien le da nombre a este palacio gótico, denominado justamente: "Palacio Augusto". La idea de su padre siempre fue compartir este proyecto con el y hace años, juntos y a la par, siguieron dándole forma al sueño. Desde sus jóvenes 17 años, Augusto comenzó a trabajar en lo que es su vivienda personal, además del gran proyecto de su vida. Se dedica solo a continuar agregando detalles y seguir construyendo las plantas más altas y lo hace todo el mismo, solo solicitando ayuda cuando debe mover algo muy pesado. Además, complementa sus tiempos con restauraciones de objetos antiguos, de los cuáles la gran mayoría toma un lugar en la decoración interior o exterior del hogar.
Composición del palacio gótico y lo que se sabe de sus ambientes
La elección de Pinamar como la ciudad para construir el sueño del palacio gótico no fue azarosa ni tampoco fue previa a la decisión de la obra tan particular. Según cuenta su propio creador, guardian y habitante, la ubicación era algo fundamental y se necesitaba de un lote que permitiera mostrar todos los frentes, de modo tal que se destaquen por igual y además, por supuesto, la vista al mar sumaba mucho y es excelente desde las terrazas del palacio. Otra característica que fue fundamental del lote elegido, es que cuenta con una pendiente bastante pronunciada, de unos 10 metros bajo nivel, un loft que ya se convirtió ya en una espectacular bodega debajo de los cimientos.
El terreno que contiene esta lujosa y artesanal obra de arquitectura, es de 2.000 metros cuadrados, de los que se utilizan 500 metros cuadrados en la construcción del palacio. El mismo tiene cuatro niveles y alcanza unos 13 metros de altura, pero como ya se dijo, todavía tiene planes a futuro por concretar.
Decoración con elementos, ornamentos y detalles de época
Lo poco que se sabe de su interior, debido a la privacidad y cierto hermetismo que prefiere mantener su dueño, es que se compone de muchos pasillos, desniveles, azoteas (a la vista del exterior), habitaciones interconectadas y una decoración que va a tono con su fachada y estilo veneciano renacentista. En el baño por ejemplo, las canillas son con forma de patos y hechas en bronce, mientras que los muebles de los diversos salones son reconstrucciones de mano del propietario o traídos de la residencia de su familia en Buenos Aires. Además, la vajilla que reposa en dichos muebles es toda de porcelana francesa e inglesa. En el salón principal del palacio gótico de la costa, cuelgan arañas de cristal y hay sillones tapizados con pana italiana, rodeados por tapices o mejor dicho gobelinos de finales del siglo XVIII en las paredes y alfombras majestuosas en el suelo.
Tanto en el exterior como en el interior, se hacen incontables las columnas talladas a mano, algo que a la pasada puede parecer un detalle más, pero es un equivalente a tener cientos de esculturas. De hecho, esculturas tampoco faltan y cada una de las que se encuentran en el hogar de Augusto, este impactante palacio gótico, están hechas por el. En el jardín, se destacan también una pérgola y fuente de agua.
Ubicación exacta del palacio gótico en Pinamar
Si se quiere visitar el palacio gótico en Pinamar, la dirección exacta es Avenida Martín Pescador 338, entre las calles Sirena y Libertador. Es una ubicación cercana al centro de la ciudad balnearia, por lo que si el plan es pasear por la zona, incluir la visita a al "Palacio Augusto" puede ser una opción más que válida.
Explotación turística y capacidad
Si bien la mayoría de los turistas que la visitan y se toman fotos con la fachada, tienen el deseo de conocerla por dentro, para completar la experiencia como si fuera un tour, hay que decir que por el momento esa no es una opción posible. Es que, además de todavía estar en obra en plantas superiores, se trata de la vivienda personal de su dueño por lo que ofrecer un paseo por los interiores podría resultar algo incomodo e invasivo para con su privacidad.
La capacidad del palacio es como para alojar hasta 10 personas y si bien en un primer momento solo eran amigos o personas cercanas a la familia Maluccio quienes se hospedaban, en el último tiempo se comenzaron a ofrecer algunas habitaciones de planta baja para huespedes que deseen alojarse allí. Además, los exteriores y el jardín se alquilan también para sesiones de fotos o eventos particulares. Esto le permite al propietario financiar muchas de las obras o agregados que continúa realizando.
Lo que falta para completar el palacio
El autor reconoce que es algo que probablemente nunca acabe, porque todo el tiempo descubre cosas nuevas para hacer o le emergen ideas para llevar a cabo. Sin embargo, los planes más importantes a los que se aboca como para terminar de darle forma a las plantas superiores, son la finalización de suites de lujo en el cuarto nivel, con muchos adornos de época restaurados por el propio dueño. Para finalizar, también una piscina coronará la terraza.