El inicio de los Carnavales: todos los caminos llevan a Venecia

Hace mucho tiempo atrás, se inició en la región de Véneto, cuya capital es Venecia, un periodo de fiesta anual que trascendió en el tiempo y se instauró como el primero de los carnavales. Cuando Italia no era Italia y Roma apagaba su esplendor, la República de Venecia, comandada por un Dux (máxima autoridad), estableció que en los primeros meses del año el pueblo celebraría y olvidaría cualquier tema de disputa, fuera de religión, pueblos o clases sociales.

Fechas y motivos

Si bien las fechas exactas no están claras, Ludmila González Cerulli, periodista especializada en relaciones internacionales, que desde hace varios años forma parte de la revista oficial del Consulado de Italia en Buenos Aires, cuenta: “Se dice que comenzó en 1094, aunque es confuso. Lo que sí se sabe es que se institucionalizó después del 1200, con el propósito de reflejar una igualdad social.

En ese sentido, explica que “había muchas diferencias, una historia desunida en Italia, porque, si bien Italia es joven como la conocemos, cada región era casi una república y el carnaval era ese momento en que todas las personas eran iguales, se olvidaban las diferencias porque no había forma de identificarse, las máscaras per- mitían eso. Igualdad, transgresión y anonimato. Podían entregarse a ese juego por un tiempo determinado”.

El furor por el carnaval era tal que las máscaras se volvieron protagonistas incluso si la fecha no era de carnaval: “La gente se entusiasmaba mucho, pero hubo una parte negativa con las máscaras, porque se comenzaron a utilizar para cometer delitos. Debido a eso, se restringió su uso y quedó como algo propio del carnaval, cuenta la periodista especializada.

Carnavales modernos

Los carnavales en Venecia fueron tomando fuerza y se hicieron cada vez más famosos. Numerosas historias y personajes, como el de Giacomo Casanova, han quedado identificados con esta celebración, en la que la libertad del individuo para expresarse era lo primordial. Se mantuvo sin interrupciones hasta la invasión del Imperio austríaco, que luego evolucionaría al austrohúngaro y culminaría con la Primera Guerra Mundial (1916).

Sin embargo, es destacable que aun sin la República de Venecia como tal, los carnavales mantuvieron su impronta y se volvieron un patrimonio de toda Italia, ya establecida como el país que es hoy. Se retomaron a fines del 1800 y, con los intervalos por las grandes guerras, recién a partir de la década de 1950 comenzaron a tomar nuevamente una relevancia mayor, profundizando en 1960 y 1970, para llegar a la actualidad siendo un evento de los más reconocidos a nivel mundial, con turistas de todas partes del globo que viajan para disfrutar de sus fiestas y ser espectadores de los shows que se desarrollan.

Hoy se integran otras comunidades, hace tiempo que dejó de ser algo exclusivo de Venecia o Italia. Desde mi visión, es un fenómeno con raíces culturales e históricas que cuenta con un atractivo turístico muy importante, para locales y, sobre todo, extranjeros, comenta González Cerulli.

Además, la periodista argentina hace hincapié en cómo la globalización lo ha convertido en este gran evento, de enorme relevancia a escala mundial: “Se puede ir a disfrutar gratis en las calles, pero los eventos más exclusivos y preparados requieren tickets, de los cuales el 70% se vendieron a público extranjero en la última edición”.

Un sostén económico

“Los carnavales permiten a Italia un flujo económico importante en el rubro del turismo, como no tiene ningún otro a nivel mundial”, resalta la periodista especializada, que reconoce: “Claro que su origen eclesiástico también suma. Es la antesala y lo que prepara para las Pascuas.

De todos modos, el factor económico es el gran punto en el que hoy se sostiene la popularidad y la importancia que le brinda Italia, y la región del Véneto en particular: “Hay que tener en cuenta que en Venecia es muy difícil y costoso mantener en buen estado la infraestructura, debido a su característica más famosa, que es ser una ciudad en el agua, básicamente, con todos sus canales que la conectan”, dice Ludmila, que argumenta entonces: “Los carnavales son el momento de recaudar para la ciudad. Es de los pocos eventos culturales artísticos que generan semejante despliegue”.

Por supuesto que así como genera ingresos para las arcas de la ciudad, también los locales aprovechan: Las máscaras se venden a pleno, son marca registrada de los artesanos de Venecia, no se encuentran en otro lugar. En la calle está lleno de puestos de máscaras, ropas típicas de los carnavales y de artesanías en vidrio, que es algo propio de la isla de Murano, a 1 kilómetro de Venecia”, cuenta.

Todo lo que tenés que saber sobre el Carnaval de Venecia

Ludmila da algunos detalles de la organización del Carnaval de Venecia: “Es una actividad que se distribuye en toda la zona. Hay un esfuerzo de preparación que es de todo el año para el carnaval. No solo son máscaras, es maquillaje, trajes, logística. Hay una dependencia del clima también, ya que todavía es invierno en Venecia”.

Además, la columnista de la embajada italiana define: “Es un concepto de carnaval distinto al que conocemos en Argentina, Sudamérica u otros países. Está muy relacionado al arte, y es simbólico. Se trata de un show, más allá del festejo, tiene otro sentido. Es una experiencia transversal, porque todos van de espectadores, pero, de alguna manera, participan”. Con contundencia, agrega: “Involucra bailarines, circo, moda, diseñadores, ópera y teatro. Es muy diferente a cualquier otro carnaval”.

Mejores momentos y eventos para presenciar

A lo largo del carnaval, que siempre se desarrolla durante febrero, existen siete momentos que González Cerulli destaca como los más importantes. El primero es en la apertura, la cual se da con la denominada Fiesta del Agua, en la que los protagonistas son barcos carrozas que ingresan a la ciudad y pasan del gran canal al barrio del canaleccio. "La gente puede seguirlos desde las orillas y ver el despliegue que se va dando encima de ellos”, agrega Ludmila.

Siguiendo con los momentos más importantes, señala la Fiesta de Las Marías, una representación que se remonta a los orígenes y cuenta, a través de una performance, el secuestro de un grupo de mujeres en el que el Dux de aquel momento intervino para lograr su libertad.

Si bien todos los eventos son dignos de presenciar, el más importante del Carnaval de Venecia es el Vuelo del Ángel. El espectáculo tiene en el centro de atención a una figura sublime y etérea, la cual hace un “salto” (acrobacia aérea) desde el campanario de la Piazza San Marco hacia el Palazzo Ducale. Sobre el edificio, González Cerulli expresa: “Es la imagen típica de Venecia, donde convivían todas las autoridades, y allí se sitúa el símbolo de la ciudad, que es el león con alas”.

Otro momento importante es el Vuelo del Águila, que también recurre a las acrobacias en el aire y resulta vistoso, lírico. En este caso va del campanario al escenario principal, que siempre se ubica en la Piazza San Marco, el punto neurálgico más importante de Venecia.

El concurso de máscaras, que busca elegir a la mejor de todas, también es un evento clave y muy atractivo, ya que es el costado competitivo que tiene el carnaval. La gran final se lleva a cabo en el escenario principal.
Lo que no falta tampoco es el show nocturno. Venecia aprovecha toda su belleza y le brinda al público una oferta completa, en todos los horarios. El show nocturno es una performance en las góndolas, en la cual los artistas se expresan bailando sobre el agua, con un tono más circense.

El cierre es el último momento clave, con otro vuelo más, en este caso, el del León. Es un tributo al mencionado símbolo de la ciudad, el león con alas. “Está por todos lados, en banderas, escudos y arcos. Tiene que ver con la historia de los restos de San Marco y su mausoleo. San Marco es el patrono de la gente de Venecia, el que los protege y les simboliza la fuerza, el poder y la justicia”, sentencia González Cerulli.

Las 5 máscaras

Se ven cantidades de máscaras y antifaces en las calles y góndolas de Venecia, pero 5 son históricas. González Cerulli las explica: “La Bauta es rectangular, sin apertura para la boca, para deformar la voz y generar anonimato. Símbolo de libertad de expresión, solía ser blanca, acompañada de una capa negra y un tricornio".

La Moretta es redonda, sutil y prolija, usada por mujeres en general, con la boca marcada por fuera pero sin apertura; de hecho, la idea es que se sostenga con los labios, para expresarse de forma gestual. Es blanca con detalles y se usa con sombreros de ala ancha y algún velo. La Gnaga en cambio, es una cara de gato, usada por hombres y mujeres.

Las últimas dos son las más particulares. Una se llama El Doctor de la Peste y tiene un pico largo. Se suele combinar con túnica larga. La otra es la Matachín, una de las más populares y que simula un arlequín".

Los signos

El Carnaval de Venecia tiene una íntima relación con los elementos de la naturaleza, en principal con el agua, así como también con los signos y sentidos. Es por eso que en 2023 la consigna general fue una continuidad del 2022, que significó el retorno de la celebración tras la pandemia.
Se tituló “take your time for the original signs”, argumentando la necesidad de volver a conectarse con la naturaleza a través de lo gestual.