Diversión en botes: hacer Rafting en Argentina
En vacaciones, todas las actividades que se puedan realizar en grupo o familia son siempre una opción muy presente y que aporta un extra. La experiencia de hacer rafting en Argentina, es justamente una de esas alternativas ideales para agregarle valor a un viaje y divertirse arriba de un bote, remando y tomando velocidad en ríos y bajadas de embalses, que dan una sensación de adrenalina muy particular.
Al ser un país con muchos destinos en donde el agua es protagonista y ofrece oportunidades para el disfrute de los turistas, existe la posibilidad de realizar rafting en diferentes escalas de dificultad y con distintos paisajes que contextualizan a la actividad.
Rafting en Argentina: destinos para realizar la actividad
Anotá estos lugares para tener en cuenta al momento de querer probarse arriba del bote y divertirse en grupo, siempre con las medidas de seguridad correspondientes.
1- Mendoza (Río Atuel y Río Mendoza)
La provincia de Mendoza es uno de los destinos turísticos más solicitados de Argentina, en cualquier época del año. Sus viñedos, bodegas y relación con el vino la convierten en una atractiva elección, que también genera mucho interés por parte de turistas extranjeros, sin embargo sus propuestas no se quedan allí, ya que en invierno es opción para el esquí y en verano, una gran alternativa para actividades de agua, gracias a su enormes y bellos diques y embalses, así como la afluencia de sus ríos.
Las posibilidades de hacer rafting en Mendoza se dividen entre la zona de San Rafael, lindera al hermoso Cañón del Atuel, punto donde precisamente desemboca el Río Atuel, que es el que recibe a los visitantes que quieran realizar allí la experiencia arriba de los botes. La dificultad es de baja a media (nivel II a III), dando oportunidad a que la mayoría de las personas puedan hacerla.
Existen recorridos que van de los 6 a los 16 kilómetros, con saltos y tramos más rápidos, pero también con espacios de agua calma en los que los turistas pueden incluso saltar del bote y darse un chapuzón. De hecho en este río hay otra actividad posible que es la de Cool River, la cual se basa en realizar el recorrido en un gomón individual, con las piernas sumergidas y patas de rana que permiten impulsarse.
En la zona del Dique de Potrerillos, un poco más cerca de la ciudad capitál, pasa el Río Mendoza, desciendente del Aconcagua. En su corriente, también se lleva adelante la salida en balsas para hacer rafting, con un nivel más de dificultad respecto al Río Atuel, para quienes buscan un poco más de dinamismo. En verano, por su mayor caudal, puede alcanzar el nivel IV.
2- Bariloche (Río Manso)
Uno de los lugares por excelencia para la práctica del rafting en Argentina. El tramo principal donde se realiza la actividad se denomina río Manso inferior y viene desde el lago Steffen, cruzando las fronteras de la nación para juntarse en Chile con el río Puelo, posteriormente llegando al lago Tagua-Tagua y de ahí al océano Pacífico.
El recorrido por Manso inferior es de 15 km, con el espectacular agregado que le da el paisaje y la vista a bordo de la balsa, con un nivel de dificultad que oscila entre el II y III, y permite disfrutar justamente de eso. Se trata de una actividad segura, para toda la familia y aunque se piense que las aguas pueden ser muy frías, lo cierto es que en verano no se requiere de trajes de neoprene siquiera.
De todas maneras, a lo largo del Río Manso hay sectores que se presentan con un nivel superior, debido a la velocidad y fuerza de la corriente. Hay recorridos puntuales que ascienden a una dificultad de III y IV, sobre todo en los meses de octubre y noviembre, cuando el caudal es más potente por la acción de los deshielos en las montañas que lo rodean.
¿Hay alguno clase V?
El rafting clase V ya se cataloga como profesional y queda por fuera del turismo regular, sin embargo para quienes están a ese nivel y quieren enfrentarse al desafío, lo cierto es que siguiendo al Río Manso, pero cruzando a territorio de Chile, en el río Futaleufú si se práctica rafting a tal escala.
3- Salta (Río Juramento)
Saliendo desde Salta capital, para llegar al río Juramento hay que manejar alrededor de dos horas, si es que se va en auto. La localidad a llegar es la de Coronel Moldes, siempre por el camino que va al borde de la represa de Cabra Corral. Una vez en el cañon del río Juramento, comienza la actividad que tiene una categorización de nivel II a III.
Es una bajada en la que la vista agreste se destaca, rodeada además de formaciones geológicas típicas del norte argentino. El recorrido se extiende por 12 kilómetros y se mantiene abierto durante todo el año.