Sumar al pescado como proteína principal en la dieta
Salir un poco de la rutina implica correrse de los lugares comunes y eso también es válido para las comidas. En Argentina, un país tan relacionado con la carne roja, suelen ser mucho más recurrentes las preparaciones que llevan a este tipo de alimento para cubrir la porción de proteína, con el pollo en segundo lugar.
Más atrás en la consideración siempre queda el pescado, que por diferentes motivos no se incluye con tanta regularidad en el calendario de comidas y alimentación de una persona. Sin embargo, es bueno destacar que el pescado merece su lugar en la rutina, no solo porque pueden resultar platos muy ricos y variados, sino porque aporta una buena cantidad de beneficios, así como nutrientes, que aportan a la salud y el bienestar general.
Beneficios de comer pescado de forma frecuente
Para poner en contexto, hay que decir que el pescado reúne tantas proteínas como la carne y es una fuente de vitaminas y minerales. Además, algunos tipos de pescado son también una importante inyección natural de Omega 3, que terminan siendo ácidos grasos beneficiosos para la salud cardiovascular. De hecho, el pescado es considerado un alimento con propiedades nutricionales favorables para la salud cardiovascular, en todas las edades. Representan un buen aporte de calcio al cuerpo también.
Yendo a lo concreto, lo cierto es que el pescado contiene menos grasa que la carne y además se trata de grasa más saludable, por lo tanto conlleva una menor carga calórica, aunque eso varía de la forma en que se cocina. Es decir, en una plancha, al vapor o en el horno, siempre resultará más conveniente que con rebozado agregado o hecho frito.
A eso, se le agrega que el pescado es una de las principales fuentes de minerales claves como el zinc o el fósforo, así como vitamina A, B12 o de ácido fólico. ¿Por qué claves? son nutrientes que afectan la capacidad de concentración, memoria y aprendizaje. En ese sentido, los llamados pescados azules son ideales (caballa, boquerón, sardinas, entre otros).
Por último, es importante destacar que el pescado actúa como refuerzo del sistema inmunológico y es un aliado para la digestión. Esto último se debe a que sus proteínas son poco fibrosas y contienen bajos niveles de colágeno en comparación a la carne. Entonces, a menos colágeno más tierno el alimento y menor trabajo para digerirlo.
3 platos con el pescado como proteína protagonista
Encontrá a continuación 3 ideas de recetas para darle lugar protagónico al pescado en la dieta.
Pescado a la crema: sencillo y efectivo
No es la versión más sana de un plato de pescado, pero si puede que sea una de las combinaciones más ricas. Se necesitan pescados que puedan entregar filetes enteros, de buen tamaño, puede ser desde Merluza a Salmón, con toda la variedad entre medio, tanto de estilos como precio y accesibilidad.
Una vez sellados los filetes, pasan a cocinarse junto con los demás ingredientes, que pueden ser: algunas papas, unas cebollas y unas hojas de laurel para saborizar todo. La crema va sobre el final, para levantar todo ese sabor que va quedando en el fondo.
Pastas y pescado
Las pastas son una muy buena alternativa para acompañarlas con pescado como la proteína principal. Funcionan muy bien en este caso los que vienen en conserva, como puede ser el atún o la caballa. Para preparar la receta de spaguettis con pescado, no hay que ser demasiado hábil en la cocina tampoco, además es una comida que puede hacerse con lo que haya en casa.
Latas de lomitos atún en aceite o, para los que se animen a darle un toque gourmet los mejillones van muy bien, se conectan con la suavidad de la pasta a punto, adornada con un poco de cebolla de verdeo, albahaca y algún otro sabor en especies o natural.
Arroz con calamares: clásico y rendidor
Es apuntar a una paella, pero sin tanto vuelo ni despliegue, lo que no quiere decir que no pueda ser igual de delicioso, aún con su modestidad. Lleva más tiempo de preparación que los platos anteriores y el primer tema será conseguir los calamares, para comenzar con el corte, la limpieza y dejarlos listos para ser ingeridos.
Una vez que todos los ingredientes estén a disposición, se necesitará una paellera o sartén con cierta profundidad. Primero va la cebolla sobre aceite de oliva, luego los trozos de calamar con el resto de las verduras de distinta forma, color y sabor. Condimentos a gusto, sin la necesidad de tener que inventar ni recurrir a nada especial ya que de por si la comida tendrá sabor.
Una vez que se haya formado un caldo natural con los calamares y las verduras, colocar el arroz. Para evitar que se pegue o se queme, se agrega de forma paulatina caldo de verduras preparado aparte, pero sin invadir el gusto de las verduras y los calamares que se están cocinando allí mismo.