Cuidarse del sol es una decisión que no ofrece discusión alguna: la salud primero

Llega el verano y con el las altas temperaturas, los días más largos, la posibilidad de disfrutar de actividades al aire libre, refrescarse y nadar en piscinas, entre otras cuestiones tan características de esta estación. El sol, es el gran protagonista y es de alguna manera el que establece o delimita las acciones que se llevan a cabo durante el día. Una de las más comunes y que más público atrae es la de "tomar sol", referencia a recostarse, sentarse o mantenerse en una posición fija con la idea de ser bañado o alcanzado de forma plena por los rayos solares y que estos cambien la pigmentación de la piel a un tono más oscuro, ergo: broncearse

Es cierto que el sol tiene sus beneficios y que es recomendable para la mayoría de las personas recibir el impacto la calidez de sus rayos, entre otras cosas porque puede mejorar la respuesta muscular, la resistencia, la capacidad de trabajo cardiovascular, disminuye presión sanguínea, sube las defensas, baja el colesterol y otorga sintesis de vitamina D para ayudar en la calcificación de los huesos. Sin embargo, todos los beneficios quedan anulados si no se es consciente de la importancia de cuidarse del sol, ni se tienen en cuenta los daños que puede causarle a la piel y en posterior a todo el organismo, la exposición a los rayos Ultra Violetas.

Los problemas que puede causar en la salud la exposición al sol sin cuidarse

Exponerse al sol de manera excesiva y sin ningún tipo de cuidado e inclusive protegiéndose pero de manera incorrecta, puede generar problemas de salud que van de leves a graves y muy graves. Es una cuestión que no admite ningún tipo de discusión y que no debe ponerse en tela de juicio, ya que existen multiples estudios e investigaciones científicas que demuestran la peligrosidad que tiene el no cuidarse del sol. Además, en el último tiempo se ha comprobado también que los rayos UV penetran de forma más agresiva, debido al deterioro de la capa de ozono, que es la encargada de detener el poderío del sol al momento de emitir su radiación sobre la tierra. 

Los dos tipos de rayos UV nocivos

Hay dos tipos de rayos UV que se asocian con el daño a la piel y salud de las personas. Los UVA son los que generan un daño a largo plazo, causantes de arrugas pero también posibles injerentes en ciertos tipos de cáncer. Los UVB en cambio se vinculan con daños directos al ADN celular, lo que produce desde quemaduras solares hasta la mayoría de los casos de cáncer de piel.

Enfermedades causadas por no cuidarse del sol

El sol modifica el pigmento de la piel, la oscurece y eso se ve bonito o al menos así se ha construido el parametro de belleza. Algunas personas toman color más fácil, otras no tanto, están quienes le dan más o menos importancia, pero de ninguna manera el broncearse puede ser más importante que cuidarse del sol. De hecho, la práctica de "tomar sol", es innecesaria como tal y hay que saber que el daño solar que se pueda producir es acumulable e irreversible, es decir que no se resetea la piel ni todo el sol que se haya "tomado" una vez que finaliza el verano. Todo essto queda más claro e impacta, cuando se repasan las enfermedades o lista de problemas que puede causar la radiación UV en el cuerpo, si no se previene.

Las consecuencias más leves tienen que ver con manchas rojas en la piel, que se conocen como eritemas (previo a una quemadura), en un escalón de advertencia mayor las quemaduras de primer o segundo grado que deben ser tomadas con atención y saber que se genera un envejecimiento acelerado de la propia piel. Sin embargo hay situaciones todavía más graves que desencadenan de la falta de protección solar y son: cataratas u otros trastornos de la vista, inhibición o baja del sistema inmune y por último, lo más grave y de lo que nadie quiere siquiera hablar, pero es importante destacarlo para provocar conscientización, es el riesgo a desarrollar un cáncer de piel.

Formas de evitar el deterioro de la piel y los problemas de salud relacionados con el sol

Hay una serie de recomendaciones que desde diferentes organismos se realizan cada año para ayudar a la gente a evitar situaciones médicas indeseadas en referencia a la exposición solar. 

  1. Evitar exponerse al sol en la franja horaria de 10 de la mañana a 4 de la tarde, ya que es el rango en el cual los rayos llegan con mayor potencia y pueden causar más estragos. Es importante, si se está al aire libre, elegir lugares a la sombra, mientras que si se resguarda el cuerpo adentro de un sitio, que sea uno con ventilación.
  2. Protector solar siempre con factor de 30 o más. Lo ideal es renovar su colocación transcurridas las 2 horas o en caso de haber estado inmerso en una piscina, volver a colocarse tras salir del agua.
  3. En bebés menores de 1 año se establece una medida de cero sol directo, no deben recibirlo. A partir de los 6 meses y en adelante, los niños deben usar protector solar factor 50 o más alto, renovándolo también cada 2 horas y cuando se sale del agua.
  4. Si se pretender realizar actividad física, es bueno tener en cuenta las franjas horarias del primer punto. Además, ayuda llevar ropa holgada, que sea liviana y de colores claros. En lo posible, cubrir la cabeza con una gorra, gorro o pañuelo. Por último, pero no menos importante, siempre cargar una botella de agua, aún así sea caminar algunas cuadras o cortas distancias, mantenerse hidratado es elemental y no se debe esperar a tener sed, hay que tomar constante y abundante agua, previo al ejercicio, durante la acción y posterior a terminar también. 

 

 

Existen grupos de riesgo que pueden sufrir aún más y por eso deben cuidarse del sol con mayor vehemencia: mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años y aquellos con enfermedades crónicas o afecciones respiratorias, cardíacas o de otra índole similar. 

Cuidarse del sol no es solo cosa del verano

Es bueno destacar, que aunque estas recomendaciones se realicen generalmente en los meses o semanas previas al verano o mismo cuando se cursa esa estación, el sol es un factor del que hay que cuidarse en todo momento, no solo en verano. Quizás se sienta menos desde la temperatura o la sensación térmica, pero los rayos UV están presentes todo el año y pueden generar acumulación de daños en la piel o la salud sin que una persona se de cuenta.

Utilizar protector solar para la piel todos los días es una acción de prevención ideal, claro que no necesariamente deben ser los factores más altos, pero al menos si tener en cuenta que aunque sea invierno y haga frío, el sol igualmente penetra y hace llegar la radiación UV de la que tantos beneficios se pueden sacar, siempre y cuando se tengan los cuidados necesarios.

Cuándo acudir al médico

Hay que realizarse chequeos todos los años o en periodos prudentes de tiempo. Acudir al dermatologo debe ser un plan en la mente de todas las personas y ante cada mancha o lunar extraño que se descubra, no demorar la cita con el médico ya que si son detectados precozmente, todos los tipos de cáncer de piel ofrecen un buen pronóstico.