Directo a la mesa: la opción de la hidroponía

Cultivar los alimentos que luego se consumen en el día a día es una elección de cada vez más familias que optan por controlar mejor las verduras que ingieren, implementar mejores dietas alimentarias e incluso incorporar a sus vidas esta actividad como una rutina saludable y placentera.

Sin embargo, no todas las casas disponen de los terrenos adecuados para poder emplazar una huerta tradicional, y allí es donde aparece esta innovadora técnica.

¿Qué es la Hidroponía?

“Básicamente, la hidroponía es un cultivo sin suelo, y es una muy buena opción para los lugares en donde no hay mucha tierra para cultivar”, adelanta de manera concisa Lisandro Grané, paisajista y director de la ONG Un Árbol.

Exactamente como menciona, esta forma de cultivar es un sistema de producción que no necesita una extensión de tierra, sino que, en cambio, las raíces de las plantas se encuentran establecidas en un sustrato o directamente en la misma solución acuosa nutritiva utilizada.

Etimología y origen del concepto

Desarmar y comprender el significado de las palabras muchas veces nos ayuda a descubrir más sobre su origen. En este sentido, si analizamos en detalle el nombre de esta técnica, la misma deriva del griego: hydro que significa “agua” y ponos, “labor de trabajo”, lo cual arroja un panorama bastante claro, que aporta a su definición.

Si bien las técnicas que componen la hidroponía pueden considerarse dentro de lo entendido como la agricultura moderna, su origen puede datarse desde hace muchísimo tiempo. Con respecto a esto, el crecimiento de las plantas sin suelo es conocido desde la antigua Babilonia con sus famosos jardines flotantes y también se implementó hace más de mil años en China, Egipto e India.

De todas formas, es cierto que, ya entrado el siglo XX, en Estados Unidos se logró desarrollar con éxito las primeras unidades de cultivo sin tierra de manera comercial que le dieron el nombre a esta técnica. Posteriormente, a partir de la década del 50, la hidroponía comercial se extendió por el mundo entero.

Principales beneficios de la hidroponía

El auténtico cultivo hidropónico es aquel que se desarrolla en agua, aunque bajo este concepto también se encuentran otras técnicas, como los cultivos en aire y aquellos en sustrato con solución nutritiva.
En todos los casos, las ventajas sustanciales de implementarlo son principalmente dos. Al respecto, Grané explica: “Por un lado, controlás todas las variables, como los nutrientes, la temperatura y la cantidad de sol. Por otro, podés hacerlo en un espacio reducido y necesitás menos superficie para generar la misma cantidad de comida, ya que podés crecer para arriba. Esas son las ventajas centrales por sobre los cultivos tradicionales”.

Esta técnica de cultivo sencilla, limpia y productiva abre entonces posibilidades para extender los períodos de cultivo de manera artificial y, tal como describe el especialista, “tener tomates en invierno o controlar que plantas como la acelga no se vayan en flor”, por ejemplo.

Poniendo el ojo sobre algunas observaciones interesantes acerca de la hidroponía, sus beneficios y también sus desventajas, Grané profundiza su apreciación personal: Lo hidropónico resuelve muy bien cuestiones prácticas y resulta muy útil para lugares donde no tenés clima favorable o no tenés suelo, o para cierto tipo de cultivos. Sin embargo, desde el punto de vista de la agricultura regenerativa, una huerta que también puede brindarte una mejora en la calidad de vida es aquella en suelo que recupere también lo humano vinculado con el contacto de la tierra”.

Insumos necesarios

Habiendo comprendido de qué se trata la hidroponía y sus bondades centrales, el siguiente paso es saber, en términos generales, qué se necesita para poder emplazar un cultivo en nuestro hogar.

Tal como se mencionó, se trata de una técnica sencilla. Por eso, a tono con esta característica, se necesitarán, a grandes rasgos, cuatro elementos cruciales: un soporte para que la planta crezca, otro para sujetarla, un depósito de agua y una bomba para lograr que el agua circule y se recicle.

También debe considerarse la cuestión espacial, que, como quedó en evidencia, no requiere mucha preparación. Una terraza, un balcón o cualquier espacio en donde pueda colocarse una pequeña estructura será suficiente, contemplando que esta puede ampliarse de forma vertical agrandando el cultivo sin la necesidad de más extensión de terreno.

Por último, un dato no menor a tener en cuenta, es que el lugar en donde se emplace el cultivo hidropónico debe recibir al menos seis horas de luz al día. Con estas variables resueltas, un especialista en la materia podrá asistir en la sencilla instalación, detallar la composición de nutrientes y minerales que deben tener las soluciones acuosas y dejar listo el cultivo para su cuidado y disfrute cotidiano en el hogar.