Todo sobre los Megayates: los más grandes sobre el agua
Hay embarcaciones de todo tipo, solo basta con asomarse a los canales, ríos y aguas del Delta que corren a mar abierto, para encontrarse con vehículos de náutica que van desde un bote, pasando por lanchas de diversos tamaños, hasta barcos muy grandes, tanto que llaman la atención de cualquiera. Aun cuando no son pocos los que se ven, su estructura atrae y capta las miradas de quienes están alrededor.
Un megayate, como se conoce a estos barcos de gran capacidad, es aquel que oscila entre los 75 y los 100 pies (1 metro equivale, en aproximación, a 3 pies). Puede costar creer que haya oferta, pero en Argentina se han creado barcos de tal tamaño, siendo de 100 pies la máxima medida.
Consultado por este tema, Ramiro Sasso, un vendedor de embarcaciones que desde hace más de 15 años está ligado a la náutica, expresa: “Oferta hay, aunque, megayates, no hay muchos que los hagan”. Completando la información, remite: “Astilleros Klase A, Segue y Riviera son los fabricantes de ese tamaño. Hay que tener en cuenta que son barcos que llevan una construcción de año y medio o dos, es prácticamente como hacer una casa o un departamento”.
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Tendencias sobre Megayates
De todas maneras, la tendencia indicaría que hay una mayor búsqueda de barcos de gran tamaño que de pequeñas embarcaciones: “Se venden, de hecho hay más público buscando ese tipo de barcos que barcos chicos”, confirma Ramiro, que, además, agrega: “Con todo lo que pasó, restricciones para moverse y demás, la gente se dio cuenta de que hay que aprovechar y darse los gustos en vida, por eso quienes tienen fondos para comprarse un barco apuntan a los megayates”.
Megayates hechos a medida
Como explicaba el comerciante y especialista en el tema, comprar un megayate es similar a encarar la construcción de una vivienda de lujo. De hecho, se venden antes de hacerlos, ya que van diseñados a medida y luego se arman a gusto propio de cada comprador. "Se elige el diseño y se personaliza. Igual que una casa, pero que flota”, afirma Sasso.
Los valores de un megayate en Argentina se estipulan a partir de los 3 millones de dólares, precio que varía según el equipamiento y la calidad de los materiales que se le incorporen, por supuesto. ¿Lo que más le aporta valor? Ramiro toma la posta y marca: “La motorización, todos prefieren motores Volvo, que es lo que mejor se vende y mejor categoría de reventa tiene. Si no, se usan MAN (motores diésel marinos)”.
Luego, cada quien le imprimirá valor equipando a gusto: “Si tiene muchos aires o pocos, si tiene más o menos baños, por ejemplo, eso le sube o baja el valor, como una casa”, dice Ramiro, y luego habla de lo que es más común o general en este tipo de grandes embarcaciones: “Todos vienen con 4 o 5 camarotes, más el de capitán, con su marinero”, haciendo referencia a quien conducirá la nave y a quien será la asistencia a bordo para quienes lo utilicen.
Navegar sin restricciones
Las bondades de un megayate no están solo en el estatus, lujo o estética que aporta, sino que es un vehículo que, por medio de la náutica, puede llevar a alguien a viajar sin limitaciones de Argentina a la costa de Brasil, Uruguay u otros puntos geográficos y turísticos. “Se puede navegar por cualquier lado y tienen piloto automático, se establece una aceleración y va solo, con radar”, señala Ramiro.
De igual forma, el capitán siempre es una figura necesaria y que está, sea por las dudas o ante alguna inclemencia climática, lo cual suele preverse antes de salir a navegar. En este punto, cabe destacar que la licencia que habilita la navegación de un megayate es el “carnet de patrón”.
Un megayate alcanza una velocidad de 25/26 nudos, que sería algo así como unos 50 km/h, una velocidad impactante para una estructura y construcción de este estilo. “En 3 horas podés estar en Carmelo (Uruguay)”, ejemplifica Ramiro. De hecho, el dato es más relevante cuando se menciona que consumen alrededor de 200 litros de combustible por hora (eurodiésel).
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En cuanto a los materiales, el vendedor explica: “Lo más utilizado es fibra, como plástico pero más resistente y duradera. La madera no tanto porque suma peso y se pudre”. En la construcción se usan aleaciones en acero, vidrio y madera, pero para interior y terminaciones. “En el interior suelen destacarse cocinas con silestone, pisos de madera flotante y todo tipo de electrodomésticos o elementos que hacen al confort”, aporta Sasso.
