¿Qué es el estrés y por qué es importante liberarlo? 

Una cuenta que si queda pendiente se acrecenta, eso podría ser una definición concisa de lo que significa el estrés. Sumatoria de distintas cuestiones que atraviesan la rutina de una persona y le van ocupando espacio y recursos en la mente, que a su vez fatiga el cuerpo y puede traer consecuencias mayores a nivel salud. Yendo a una definición más técnica o en términos médicos, se puede definir al estrés como un sentimiento de tensión física o emocional. Su origen puede ser derivado de cualquier situación o pensamiento que le imprima a una persona sentirse frustrada, furiosa, nerviosa o ansiosa.

Siguiendo con la explicación, el estrés es a fin de cuentas la reacción o respuesta del cuerpo ante la presencia de algo que le signifique un desafío o una demanda que no resulta fácil de resolver. Aunque hay que decir que no siempre el estrés termina siendo malo, ya que en episodios particulares puede ayudar a una persona a superarse, por ejemplo en situaciones de peligro, para evitar el mismo, o ante una fecha límite por delante. De todas formas, nunca es buenó prolongar ese estado de estrés, ya que puede terminar siendo nocivo si dura mucho tiempo, dañando la salud física y mental.

Prestarle atención a las señales que da el cuerpo y la mente: el estrés prolongado tiene consecuencias

Como mencionabamos, un estado de estrés que se mantenga por mucho tiempo puede causar problemas de diferente índole según la persona y la reacción que cada uno tengo ante esa situación de sentirse sobrepasado o atosigado ante demasiada información para procesar en poco tiempo. Es importante darle la entidad que se merece a este diagnóstico y no minimizarlo, ya que eso puede ser un condicionante, que lleve a un desenlace problemático para la salud. 

Alteraciones psicológicas y mentales

Las manifestaciones negativas que pueden darse ante picos de estrés, son: Trastornos de ansiedad, Ataques de pánico, Fobias, Trastorno obsesivo y compulsivo o repentinos cambios en el estado de ánimo. Respecto a la ansiedad, hay que diferenciarla del estrés y decir que una es consecuencia de la otra. Se trata de una emoción desagradable, aunque se la puede tomar como una primera alarma y de las mencionadas no termina siendo la más peligrosa, pero si hay que tomar nota cuando ocurre. Más cuando se da en periodos prolongados de tiempo, lo que si puede llevar a mayores complicaciones y alteraciones en el comportamiento de una persona.

Si hablamos ya de ataques de pánico, debemos decir que es un efecto del estrés más complicado. Ocurre de un momento a otro y es un miedo intenso que descalabra los sentidos y en el cual la persona tiene la sensación de perder el control. Puede incluir dolor de pecho, mareo, temblor, entre otros signos de malestar. La fobia en cambio, es cuando se profundiza el pánico y se suma una sensación de angustia. 

Finalmente, los trastornos obsesivos compulsivos y cambios bruscos en el estado de ánimo de una persona, son dos consecuencias recurrentes provocadas por el estrés. Se dan con pensamientos que parecen no ser propios, como si se dispararán justamente por el nivel de estrés y terminan resultando incontrolables. De esa forma surgen conductas repetitivas , como un intento de neutralizar la angustia.

Anotá estos 6 métodos que puedes realizar en el hogar para librarte del estrés 

Con el objetivo de mantenerte sano en mente y cuerpo, te recomendamos a continuación algunas maneras para disminuir o liberar estrés, estando en tu casa y sin complejos elementos como necesidad. Anotálos o ponelos en práctica directamente, según lo necesites. 

Dieta saludable 

Llevar una alimentación saludable de forma regular, contribuye de gran manera a la salud integral de una persona y su organismo. Es bueno ponerse objetivos que no sean demasiado ambiciosos, para poder cumplirlos e ir incrementando progresivamente el consumo de frutas, vegetales y cereales integrales. La idea de ir de a poco, es justamente para evitar estresarse con la dieta. Que el remedio no sea peor que la enfermedad dice el dicho. De esta manera, se logran captar los beneficios por el consumo de nutrientes, vitaminas, antioxidantes o cualquier otro aporte del alimento per se y además ayudar al organismo a liberarse o evitar el estrés.

Una cuota de ejercicio puede ayudar a liberar mucho estrés

Es un hecho comprobado que prácticamente cualquier tipo o estilo de actividad física, puede reducir los niveles de estrés. No importa si no se trata de una persona deportista o habitué de las rutinas de ejercicios, tampoco interesa el estado o condición física, de igual manera entrenar servirá y lo hará en gran medida. Por supuesto, es mucho mejor si se mantienen ciertos estímulos semanales por semana, con constancia.

El aporte que entrega la actividad física, se da mediante el proceso natural de liberación de endorfinas, una proteína que incide en el estado de ánimo y humor de una persona, algo que ya hemos marcado como clave en este objetivo primordial de controlar el estrés. También se liberan otros químicos que controlan nervios y son plenamente naturales. Se encargan de complementar esa sensación de bienestar. No es necesario salir de casa para realizar ejercicio, puedes hacerlo en el jardín en un rincón del hogar que permite un mínimo desplazamiento. De hecho, pueden ser actividades cotidianas como limpiar la casa. Sin embargo, es recomendable entrar en contacto con el aire libre y la naturaleza, por lo que las opciones que más se ajustan son: caminar, trotar, trabajar en el jardín, andar en bicicleta o nadar. 

Los vínculos familiares y de amistad son fundamentales

Contar con un círculo íntimo, conformado por familia y amigos, es un aspecto muy importante para la salud y el bienestar de un individuo. El contacto con el otro y en especial con personas que transmiten confianza, resulta esencial para ayudar a liberar estrés. La convivencia puede ser un factor muchas veces de problemas y que provoque alteraciones, sin embargo es importante poner en valor que para cualquier ser humano, sentirse acompañado termina provocando buenas sensaciones. Pasar tiempo de calidad con familiares, compartir momentos de relajación, sin distracciones o mismo una reunión con amigos, una charla, risas, planes que den gusto y no sean un compromiso. Todo eso aportará a mantener a raya e ir soltando a su vez, el estrés que una persona puede acumular. 

Meditación y Yoga

Animarse a la meditación o el yoga (¡ambas también vale!), es ir por un camino seguro. Son métodos de los más eficaces en la persecución del objetivo: disminuir estrés. Para meditar, se enfoca toda la atención en eliminar o acallar los pensamientos negativos, abrumadores y demás, que puedan estar saturando la mente. A través de la meditación, se puede conseguir ingresar en un transe de calma, paz y equilibrio, que ayuda al bienestar emocional y salud general del organismo.

En yoga, con sus posturas y ejercicios caracteristicos, donde es clave aprender a controlar la respiración, termina funcionando como un agente de combate ideal para el estrés. En esta disciplina, se ponen en juego destrezas físicas y mentales que, precisamente, siempre buscan alcanzar la tranquilidad del cuerpo y la mente.

Un buen descanso es primordial para eliminar estrés

Es muy probable que una persona estresada tenga problemas para encontrar el sueño y termine sufriendo de insomnio, dolores corporales por malas posturas, sonambulismo y hasta pesadillas o paralisis de sueño. Sin embargo, es una cuestión sustancial respetar horas de sueño y relajarse en ese acto, ya que es en ese momento cuando el cerebro y el cuerpo recargan sus baterías.

Si se mantienen los inconvenientes para dormir, se puede probar con bajarle la intensidad a la rutina del día, en especial en las horas previas a ir la cama. Otras recomendaciones son: escuchar música o sonidos relajantes, propicios para el momento y no llevar dispositivos móviles ni de conexión de cable o internet a la habitación, o al menos no darles uso a partir de un rato previo a dormir.