Pinturas en paredes y techos: ¿Qué hacer para mantenerlas?

Las pinturas en paredes y techos de la casa es una de las cuestiones elementales en el día a día, no solo por su aporte estético, sino por las protección que pueden otorgar ante los embates del clima y las situaciones particulares que puedan darse. Sin embargo, es importante, en primer lugar, diferenciar que no todos los ambientes de una casa requieren del mismo tipo de pintura, ni de las mismas necesidades para su cuidado y posteridad.

Acorde a las superficies que se pinten y que se deseen proteger, hay determinadas pinturas que cumplirán una mejor labor. Hay que tener en cuenta siempre si se trata de una superficie del exterior o con contacto con exteriores, si es solo de interiores, si se encuentra en una zona húmeda de la casa (baño por ejemplo), si es un ambiente de mayor ocupación o tránsito, entre otras consideraciones.  

Prolongar la vida util de las pinturas 

Pensando en prolongar la vida útil de las pinturas lo máximo que se pueda, para no tener que incurrir en gastos y esfuerzos en periodos cortos de tiempo, así como para mantener una apariencia óptima de forma constante, lo mejor en paredes exteriores es elegir un látex o un esmalte al agua. Si existen detalles o elementos en madera, siempre recubrir con barnices y en el caso del acero, esmaltes especiales para ese tipo de superficie.

En cuanto a las superficies de interior, lo más recomendado es optar por látex al agua en ambientes húmedos como baños, lavaderos o cocinas. Para paredes y techos del resto de la casa, es decir sala de estar, dormitorios, comedor, etc, las pinturas de látex acrílico se destacan, incluso en tabiques y cielorrasos.

¿Qué ocurre cuando hay una mancha?

Si las paredes o techos del hogar presentan manchas en la pintura, lo ideal es utilizar la menor cantidad de agua posible para limpiarlas, utilizando el complemento de un jabón neutro, si es que se necesita. Hay que tener en cuenta además que en el caso de las pinturas de tonos opacos, si son limpiadas o lavadas con agua dejarán una mancha. Es importante evitar el uso de hidrolavadoras contra los muros, ya que por más efectivas que puedan parecer, terminan por deteriorar la pintura, pudiendo generar humedad y globos en ella. 

Cómo encarar un proceso para repintar el exterior

Si se está pensando en repintar el exterior de una casa, hay que comenzar por remover la pintura vieja o previa, utilizando un cepillo o espátula para hacerlo. Una vez logrado eso, lo aconsejable es lijar y, cuando la superficie esté seca, pintar la pared completa. En el caso del interior, acordarse siempre de cubrir los zócalos y las molduras con cinta de papel o cobertores, para evitar manchas de cualquier tipo.

Los mejores métodos para prevenir y mantener las pinturas

Un buen hábito es el de cada año revisar cuáles son las superficies que merecen ser atendidas y que necesitan una nueva mano de pintura.

Con las maderas, por ejemplo, sucede que si entran en contacto con el exterior es necesario que su mantenimiento sea anual. Lo mejor es hacerlo en otoño, luego de las acciones que el verano, con tanto sol y posibles lluvias, puede haber provocado. Es necesario limpiar, lijar y aplicarles un imprimante, para luego pasarles de tres a cuatro manos de barniz con tinte, para que la protejan de la acción de los rayos UV.

En el caso de los cielorrasos ubicados en zonas húmedas, lo más conveniente es tratarlos cada uno o dos años, dependiendo de la humedad con la que convivan y de lo que se deje ver en su apariencia. De todas formas, lo mejor es anticiparse a la formación de hongos y descascaramientos de la pintura. 

¿Cada cuánto pintar en el interior y exterior?

Comenzando por el interior, lo que más se recomienda es un retoque de pinturas cada dos años. Mismo tiempo, pero prestando mayor atención por su exposición a la intemperie, para las pinturas exteriores, teniendo en cuenta además que estas últimas son la primera imagen e impresión de la casa, desde el punto de vista estético. 

Si hay elementos metálicos, se aconseja llevar una inspección algo más detallada, puede ser semanal o mensual. El valor de esto es evitar la aparición de manchas de óxido, que si se hacen presentes, obligaran a un trabajo mayor para su remoción: lija para metal y removedor de óxido, aplicación de  pintura antióxido y dos manos de esmalte sintético.