El destacado wine & resort de Piatelli
El enoturismo del noroeste argentino suma una experiencia imperdible. Más precisamente en el pueblo de Cafayate, famoso por su suelo productor y responsable de algunos de los mejores vinos a nivel nacional, Piattelli sigue invirtiendo y presentó hace dos años su resort, en el mismo predio donde ya desde hace 8 años funciona la bodega.
Comprometido con el objetivo de enaltecer el entorno y los viñedos tan protagonistas en la provincia, el equipo de hospitality de Piattelli, comandado por Jimena Gianola Otamendi, destaca: “El paso por acá no es el de un huésped o turista más, hacemos al turista sentir especial”.
¿Cómo nace el Wine & Resort?
Aun con la historia y la presencia que tiene Piattelli tanto en Mendoza como en la propia Cafayate, en Salta, la decisión fue ir por más, levantar la vara, de tal manera que su novedoso resort se ha convertido en uno de los más importantes del país en la categoría vitivinícola: “Todo nace del espíritu emprendedor que tiene el dueño, algo que trae desde sus inicios. Ha puesto su sello de calidad e impronta emprendedora en todo lo que hizo y hace desde que comenzó a proyectar en Argentina”, cuenta Jimena.
Además, sobre la figura del dueño, Jon Malinski, quien llegó proveniente de Minnesota (EE. UU.) para invertir en el mundo del vino argentino hace 20 años, señala: “Nos inculca este espíritu de buscar algo más que sume a la calidad de los productos que hacemos. El mensaje que se transmite es el de emprender, pero sobre productos de mucha calidad, detalle y gusto”.
Por supuesto que más allá del deseo y la motivación emprendedora, el Wine & Resort de Piattelli tuvo sustento desde los números: “Los 60 mil visitantes anuales fueron lo que llevó a dar un paso siguiente. La gente ahora puede disfrutar la experiencia completa de ver cómo se hacen los vinos, conocerlos, disfrutarlos y sumarle el relax, reconnect y réflex. Es decir, conectarse con la naturaleza, con ellos mismos, su pareja o familia, todo en un espacio dentro de viñedos, a 1800 metros de altura, con la montaña de fondo”, explica Gianola Otamendi.
Un complejo de lujo
El resort está a tan solo 100 metros de la bodega, en un terreno que se eleva y da introducción a 20 casas, dispuestas en forma circular para privilegiar las vistas y para mantener la privacidad de cada una. Hay tres categorías diferentes: deluxe (10), executives (8) y suites presidenciales (2), aunque lo único que cambia es el tamaño, de 80, 130 y 160 metros cuadrados, respectivamente, con el agregado de que en executive y suites hay hidromasaje incluido en las terrazas. Todas son de dos plantas y todas tienen terrazas: “Se pensó así para resaltar la belleza de los cielos cafayateños, únicos en el mundo y hermosos tanto de día como de noche”, revela Jimena.
La directora de hospitality, que coordina la experiencia del turista desde que Piattelli se instaló en Salta, menciona más detalles de la puesta en escena de ambas obras arquitectónicas: “Se buscó no desentonar con el medio ambiente, que no fuera un edificio que se saliera del contexto, sino que se amalgamara con el viñedo, los colores, los materiales y las montañas. Se hizo mucho énfasis en los jardines, y en la fachada se pueden ver muchas piedras, las cuales son en casi su totalidad salteñas”.
Actividades en el resort
“Posibilidades hay un montón y siempre buscamos variar”, comienza marcando la vocera, y tiene con qué argumentar, ya que hay actividades para todos los gustos, desde caminar, andar en bici por viñedos o cabalgar hasta alquilar UTV 4x4. “Te llevamos a diferentes lugares de las fincas, te contamos sobre cuarteles y producción y finalizamos con un pícnic bajo algarrobos añejos”, expresa.
El equipo de Piattelli responde en favor de la comodidad y la experiencia del turista, y en este caso la propia Jimena recomienda: “Una cena romántica en Aura, principal restó del resort, o bien una cena de pasos en la cava. Por otro lado, no se puede dejar pasar el hacerse un buen masaje en el spa y quedarse relajado disfrutando el ambiente”.
Lo bueno del contexto en que se emplazan bodega y resort, que tiene mucho que ver con la calidad de los vinos que uno puede allí probar, es el clima. Amable durante todo el año, la amplitud térmica consistente hace que sea una experiencia disponible los 365 días. Quizá, si uno quiere apuntar a una temporada en particular, durante las estaciones intermedias es cuando mejores visuales y paisajes se pueden apreciar, tanto los tonos amarillos del otoño como la opulencia verde de las viñas en primavera.
Íconos tintos de la casa
Una cata de vino en Piattelli se destaca por la llamada “experiencia de los dos terroir”. En tal, los turistas pueden degustar vinos de Mendoza y Cafayate, distinguiendo aromas, texturas, color y otras características de cada suelo. Así, entonces, Jimena resalta dos íconos de la marca, uno de cada terroir: “El Arlene (Cafayate), llamado así en honor a la esposa del dueño, un poderoso blend de 3 cepas, y el Trinità (Mendoza), otro blend con fuerza y 3 variedades”.