Un deporte náutico con pelotas, equipos enfrentados y kayaks como elemento principal: El K-Polo lo tiene todo

Entre la enorme cantidad de deportes que hay, siguen surgiendo nuevas disciplinas que juntan diferentes conceptos, reglas y características de otros, en uno solo. Si hablamos de K-Polo, abreviatura de Kayak Polo, estamos justamente haciendo referencia a una actividad novedosa, que estipuló su reglamento en 1986, dentro de la Federación Internacional de Canotaje (IFC) y que hace unos años va en ascenso en Argentina. 

El objetivo primordial del K-Polo es hacer más goles que el equipo rival. Aunque para esto, es necesario llevar una pelota arriba de un kayak, eludiendo a los contrarios y haciendo ingresar dicho balón en una portería rectangular de metro por metro y medio, elevada a dos metros sobre el nivel del mar. El campo de juego acuático, que debe ser en aguas calmas como piletas o lagos y lagunas, mide 35 metros de largo por 23 de ancho. Los equipos se componen de 5 jugadores por bando, con 3 cambios ilimitados para ingreso y egreso, que se ubican detrás de cada arco. En este sentido, el K-Polo toma cuestiones elementales del Handball y el Waterpolo principalmente.


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Un juego dinámico, que requiere destreza al remar y habilidad con la pelota

Al ser un deporte en el cual se debe remar y dominar, pasar o trasladar una pelota al mismo tiempo, resulta lógico que se trate de una disciplina para cual hay que prepararse, en gran forma, técnica y físicamente. Sin embargo, para acercarnos de mejor manera a la experiencia del K-Polo y lo que se vive en un partido, consultamos al integrante de la selección Argentina de Kayak Polo, Nicolás Fasce, quien define: "Es un juego de mucha dinámica, con dos tiempos de diez minutos, en donde se emplea la destreza del manejo de pelota y la habilidad de bote para sortear rivales o ganar la posición. Es necesario poseer fuerza y estar siempre al 100% de las capacidades físicas, ya que para eso existen los cambios ilimitados. Uno entrega el 100% durante algunos minutos y luego deja el lugar para descansar y recomponer las energías". 

Nicolás, próximo a recibirse de Ingeniero Industrial, comenzó a remar a los 14 años en un club de Escobar, en el cual se encontró con la disciplina de K-Polo. Con una facilidad casi natural para el deporte, a los 16 años inició su camino en la competencia, pero de forma recreativa, debido a la todavía falta de desarrollo de la actividad en el país. Aunque, en los últimos años, eso ha comenzado a cambiar: "Mi primera experiencia fue en el 2013, en un panamericano sub 21, en el que costó por la falta de roce internacional, pero en 2016 se organizó el Sudamericano en Argentina y en 2017 el Panamericano de mayores también. Si bien no ganamos, logramos sumar mucha experiencia y acercarnos al nivel de otras selecciones con más historia en K-Polo". 

Con una visible pasión por la actividad, el ya experimentado jugador de Kayak Polo a pesar de sus jóvenes 27 años, que participó de la Superliga China en 2019 (CSP), un prestigioso torneo que convoca a jugadores de todo el mundo, afirma: "Este es el deporte que elegí, el que me gusta y es enriquecedor ver como está creciendo en Argentina. La experiencia en la CSP fue realmente gratificante, pude adquirir muchos conocimientos que luego trasladé acá en mi equipo y la selección". 


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"Un deporte vistoso, agresivo y atractivo a primera vista"

Un bote, pala, chaleco salvavidas y casco. Ese es el equipamiento de un jugador de K-Polo, que es tan necesario para el despliegue como para la seguridad. "Es bastante frecuente que haya golpes con palas en la cabeza o de botes en el cuerpo, por eso la protección de los chalecos en el costado también, al igual que la importancia del casco", explica Nicolás Fasce, que no duda en expresar: "La primera vez que alguien ve K-Polo suele decir: que bueno está esto, porque es un juego muy dinámico y para nada pasivo". De hecho esa "agresividad" que destaca el protagonista, es uno de los principales atractivos de este juego veloz sobre al agua. Claro que los choques de bote o "botazos", como se dice en la jerga propia del Kayak Polo, se sancionan como falta, mismo para golpes con pala, así sean inintencionados. 

Desde el inicio mismo de un partido, existe una tensión y el impacto visual es inmediato. Es que cada cotejo comienza con el balon flotando en el centro de la cancha y los dos equipos recluídos, de forma enfrentada, cada uno bajo una portería. Al escuchar el pitido inicial, un kayakista de cada equipo inicia un sprint o carrera a máxima velocidad en búsqueda de la pelota y quien llegue primero a tomarla, podrá iniciar las acciones atacando. Es como ver una prueba de velocidad dentro del mismo partido, un comienzo sumamente emocionante. 


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Un juego de equipo para todas las edades

No es fácil hallar actividades en el mundo de la náutica que sean de grupos numerosos o de equipo en definitiva, se puede mencionar al Dragon Boat u estilo similares de remo, pero casi ninguno que incluya además una pelota como elemento fundamental. Es por eso, entre otras cosas, que el Kayak Polo emerge como una opción muy viable para los más chicos, con ese condimento extra que siempre tiene el hacerse de compañeros. 

"La mejor edad para arrancar es a partir de los 8 a 10 años, aunque se pueden sumar en cualquier momento. Resulta vistoso para los chicos por la pelota y la dinámica de equipo o grupo", menciona Nicolás y suma: "Lo primero que se debe aprender es la técnica de remada, osea a remar, pero luego es importante aprender también a rolar, que significa reincorporarse cuando el bote se da vuelta. Esto es fundamental porque en el K-Polo se permite empujar o chocar al adversario, para hacerlo perder justamente la línea, entonces si o si se tiene que poder dar la vuelta desde abajo del agua con el bote. De todas formas, en etapas iniciales estas reglas se modifican hasta que todos sepan rolar correctamente". 

Continuando con la explicación de las habilidades más importantes que intervienen a cualquier jugador de Kayak Polo, el joven de la selección nacional y jugador del Club Kayak Escobar, resume: "Una vez incorporadas las técnicas en el manejo del bote, como girar, hacer slalom u otras, se enfoca más la enseñanza en la técnica de tiro de la pelota, cuestión clave también a la que con los años se le va imprimiendo fuerza". 


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La situación del Kayak Polo en Argentina y los objetivos del seleccionado

Es una realidad que hace algo más de 5 años, con la organización de torneos internacionales en suelo argentino, el K-Polo ha crecido de buena manera, incorporando una mayor cantidad de chicos y chicas a sus filas, pero más importante, creando nuevos equipos de competencia en distintas provincias y zonas del país. Al momento de esta publicación, existen seleccionados mayores en rama femenina y masculina, al igual que representativos de categorías sub-21.

Si bien los equipos se centran mayormente en Provincia de Buenos Aires, con fuerte presencia en Escobar por los recursos y entorno natural que allí se expresa, han comenzado a aparecer nuevos clubes dedicados a esta práctica. Existe K-Polo de competencia ya en Mendoza, La Pampa, Santa Fe y la cuenta promete seguir aumentando. Además, se comienzan a realizar selectivos en el interior del país, para la búsqueda de talentos que potencien los seleccionados.


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"Ganar un panamericano" 

El deseo de Nicolás Fasce, es seguramente el mismo que el de toda la comunidad del K-Polo en Argentina: "El primer objetivo sería ganar un Panamericano, que es lo que otorga la clasificación al mundial. Si bien participamos ya en un mundial, fue por una green card (invitación). La verdad que sería dar un paso más, coronar la suba de nivel con un logro". Sin embargo, no sería el techo ni mucho menos, porque Nico va aún más allá con sus expectativas y cierra con el anhelo de: "participar en un mundial y lograr un buen puesto, dejar una marca". 


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