Pintar paredes es una tarea que requiere de un orden previo. Y más si incluyes los techos, porque una vez en faena te será complicado hacer un «parón» para ir a buscar herramientas, pintura, o limpiar salpicaduras en rincones.

Nos calzamos el short o la calza que no va más, buscamos una hora del día en la que no haga mucho calor, y nos disponemos a lavarle la cara a la casa o al menos a alguno de sus ambientes. Con materiales buenos y fáciles de aplicar, y con un poco de esfuerzo y creatividad, podrás renovar el aspecto de tu casa.

1. Elegir pinturas y rodillos de calidad

La calidad y el tipo de pintura son tan importantes como el color para lograr un buen resultado. Siempre convendrá elegir pinturas de calidad, aunque sean más caras. Tendrán un mayor poder cubritivo, lo que nos permitirá ahorrar en manos de pintura, con menor tiempo de aplicación y en cantidad de material. Además, nos garantizarán un color uniforme y una mayor perdurabilidad en el tiempo.

Es una inversión que se amortiza con el tiempo, ya que con una correcta elección uno adquiere elementos que podrá usar por varios años.

2. No pintes en días calurosos o húmedos

Claro, a menos que no tengas problema en esperar días a que seque la pintura. Recuerda también abrir las ventanas, no solo para que la superficie seque rápido, si no para ventilar los fuertes olores. Usa pintura baja en VOC's si quieres una opción con menos químicos y olores. Si no conoces este tipo de pintura, es aconsejable asesorarse.

3. Cubrir el lugar para evitar manchas es importante

Mover los muebles es sentido común, pero también recuerda remover las tapas de luz y manijas de las puertas. Si hay clavos en las paredes, quítalos también. Usa masilla de yeso para cubrir los huecos, lija y limpia el polvo.

Si quieres realizar un trabajo prolijo, debes preparar la habitación de manera tal que no manches el suelo u otras superficies. El uso de cinta de enmascarar, papel periódico y plásticos pueden ayudar. Además la cinta es conveniente para delimitar las áreas que no serán pintadas, como por ejemplo el zócalo o rodapie, y los marcos de las puertas.

4. Limpiar las paredes

Si las paredes están limpias, la pintura se adherirá mejor. Usa una mezcla de agua tibia y jabón de lavar platos. Con una esponja, limpia todas las paredes de arriba a abajo. Deja la superficie secar completamente antes de comenzar a pintar.

Después de pintar también es importante mantener la superficie limpia, para que el color dure más y se aprecie mejor.

5. Iluminar

Una buena iluminación te ayudara a ver partes que no se hayan cubierto bien de pintura y otros errores, aparte que podrás apreciar mejor el color que elegiste. Abre las ventanas y pinta en el momento del día que este más iluminado. Usa luz artificial cuando sea necesario.

Ciertos trucos de decoración te pueden ayudar a usar la luz del sol al máximo, ya sea mientras estés pintando, o en tu día a día.

6. Esperar que se seque la pintura para sacar la cinta de pintor

Seguramente ya sabes que tienes que usar cinta de pintor para proteger bordes, enchufes, manijas, etc., ¿pero sabes cuando quitarla?

“No esperes hasta que la pintura seque para removerla, ya que puede despegar la pintura que acabas de poner. En lugar, quita la cinta apenas termines la ultima capa. Créeme, la pintura no se correrá”.

7. Tener a mano pintura suficiente

Es cierto que si la pintura se acaba puedes comprar más, pero ¿sabias que aunque compres el mismo tono este se puede ver diferente? Es muy difícil que dos personas logren exactamente la misma mezcla, ya que unas gotas de mas pueden hacer una gran diferencia. Compra mas pintura de la que necesites, ya que te vendrá bien a la hora de hacer arreglos.

8. Dejar secar completamente antes de aplicar una nueva capa

Tanto si necesitas pintar mas capas como si ya terminaste el trabajo, necesitas dejar que la pintura seque completamente. Si esta no seca bien antes de otra capa, la superficie no se vera para nada bien al agregarle mas encima.

Deja que la pintura cure por lo menos 24 horas antes de usar de nuevo el ambiente cuando hayas terminado, para evitar que se hagan marcas.

9. Pensar en los detalles cuando pintes

Las placas de interruptores no se deben pintar. Tomate un tiempo para quitarlas antes de comenzar, o cubrirlas con cinta de pintor. Si quieres un resultado profesional, debes pensar como profesional.

10. Pintar de arriba abajo

Y esto incluye el techo. Píntalo primero, y luego las partes más altas de la pared. “Si es posible, trata de pintar de arriba abajo sin parar en el medio. De esta manera no caerán gotas en partes que ya se han pintado”.

11. Probar primero el color

Por mucho que te guste un color para tu casa debes ver in situ como queda porque en función de la luz que reciba durante todo el día su intensidad puede variar. Si te gusta un tono, prueba también el anterior y posterior de su misma gama. Ten en cuenta que los colores, una vez pintados, tienden a subir. 

12. Tener en cuenta la orientación

Al menos, para saber la cantidad de luz que recibe una estancia u otra de la casa. Ten en cuenta que con orientación norte tendrás que pintar en tonos claros, porque no suele recibir mucha luz. Si tienes orientación este o sur, estás de enhorabuena, puedes ser más atrevido con los colores. 

13. Importante saber que hacer con las puertas

Puedes hacerlo tu, aunque no es lo mismo pintar que lacar. Si quieres un acabado lacado de calidad lo suyo es quitar las puertas y que se haga en un taller con herramientas profesionales.