Un factor cada vez más valorable: los productos ecológicos 

Las leyes no escritas del consumo han sumado hace ya unos años un valor muy importante, el de la protección o contribución al medio ambiente. Es decir, la responsabilidad con la que se manejan las empresas y las soluciones que pueden entregar a partir de determinadas creaciones o innovaciones, en forma de productos que resulten funcionales a tareas o procesos de todos los días. 

Los catalogados como productos ecológicos entonces han ganado mucho terreno y cada vez hay más usuarios dispuestos a consumir este tipo de elementos, que representan una oportunidad de disminuir la huella que cada persona deja en la naturaleza a través de ese mencionado consumo.

¿Cuándo se considera que un producto es ecológico?

La definición de productos ecológicos puede darse en base a la forma en que se crea el producto, es decir si proviene de un proceso de reciclaje y natural, sin la utilización de químicos en ninguna de sus etapas. Esta es la manera en la que los alimentos también se definen como orgánicos, ecológicos o bío, al igual que los autos eléctricos o en base a combustibles no renovables que también se denominan así.

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Sin embargo, también puede darse que el producto resulte ser ecológico por la manera que tiene de funcionar, no necesariamente siendo ecológico desde su producción, pero si en su funcionamiento. Esto sería disminuyendo el gasto o consumo energético, utilizando fuentes de energía alternas y limpias, aportando soluciones a problemas con los que lidia el medio ambiente, entre otros aspectos. 

3 productos ecológicos para marcar una diferencia todos los días

Todas las personas pueden aportar su grano de arena a un mundo más limpio, sin tanto residuo, sin tanto consumo de energía innecesario y cuidando los recursos naturales que tiene el planeta. En base a ese público comprometido con la causa es que surgen empresas y emprendimientos que acompañan, intentando sacar su rédito (lógicamente), pero con la premisa de generar consciencia también. 

1- Bond Eyewear 

Anteojos y gafas hechas en base a botellas recicladas, esa es la gran premisa con la que trabaja Bond Eyewear, una compañía Argentina que desde 2017 trabaja en la idea de "abrir los ojos" de los consumidores con estos productos ecológicos. 

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En 2022 también presentaron una línea de lentes que están realizados a partir de plantas, con denominación BioBased, lo que significa que son biodegradables y compostables. "Representan una evolución hacia una moda más consciente", expresan desde la marca. 

2- Meraki 

Si de productos ecólogicos se habla, Meraki ha logrado imponerse con su nombre en el mercado. Desde 2016, la marca argentina se dedica a ofrecer productos de baño y cuidado personal sustentables, naturales y libres de todo tipo de químicos o elementos contaminantes. 

De hecho, sus lemas son: "naturalmente amigable con vos y el planeta" y "nuestro compromiso es con tu cabello y el medio ambiente". Los productos ecológicos disponibles en Meraki van desde cepillos de dientes hechos de bamboo, con sus respectivos estuches para viajar, hilo dental de origen vegetal, bits (pastillas) que funcionan como dentrífico sólido, pasta de dientes y hasta shampoo sólido para el mejor cuidado del cabello.

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3- SALt  

Una científica oriunda de Filipinas se volvió viral y logró colocar su invención en el ojo del mundo entero. ¿De qué se trata SALt? bueno, es algo tan sencillo como innovador, una lámpara que funciona con apenas un poco de agua y sal, dos elementos que cualquiera tiene en casa.

La creadora de esta lámpara es Aisa Mijeno, que se propuso encontrar una solución a la falta de luz eléctrica, sin la necesidad de enchufes, baterías, ni gasto de energía. Así es que llegó a esta revelación que se convirtió en uno de los productos ecológicos más comentados y celebrados del último tiempo, por su sencillez, facilidad y eficacia. 

Ni siquiera necesita de energía solar para cargarse, como se dijo antes, solo se le debe colocar un vaso de agua y dos cucharadas de sal para que se haga la luz. Puede mantenerse encendida por 8 horas consecutivas con una sola carga y, como si no fuera suficiente, no solo sirve para iluminar sino que tiene un puerto USB incorporado para usarlo como cargador de otros dispositivos.

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Este invento se dio ya hace casi 10 años, por lo que han surgido otros productos ecológicos similares y son posibles de conseguir en cualquier página o plataforma de comercio electrónico, a través de internet.