El rol determinante de una mesa con estilo

El armado de una mesa para recibir y agasajar invitados es un aspecto elemental en el conjunto de la experiencia. Sea de noche, de día o en cualquier momento, la mesa es el escenario donde la comida, parte central de cualquier evento, se desarrolla. Va más allá de lo protocolar y los elementos infaltables, es la ubicación, función y aporte de cada cosa al entramado final.

Contar un cuento

El concepto de poner la mesa o “table setting” para Natasha Kansabedian, cocreadora de Mané Home & Deco (www.manehomedeco.com.ar), es contar una historia a través de todo lo que se elige mostrar y colocar: “Lo más importante es sumar objetos a la mesa que tengan una función real y que, a su vez, ayuden a contar una historia, la historia de esa reunión”.

Natasha, diseñadora egresada de la UBA y emprendedora desde su residencia en Bariloche junto con su novio, Marcos (chef), agrega: “Siempre es importante permitirse la creatividad. Las mesas tienen cada vez más relevancia y es bueno saber utilizarlas como una herramienta más del diseño y la decoración de una reunión”.

El paso al nuevo lujo

Armar una mesa de lujo ha estado relacionado a los modales, ceremonial y protocolo, nobleza, reinas, reyes y demás. Pero, como tantos otros paradigmas que se han modificado, en este caso, las mesas también le dan paso al nuevo lujo.

Mané Home & Deco tiene la premisa de hacer mesas originales, aplicando el nuevo lujo”, adelanta la especialista, que luego explica: “El lujo clásico quedó medio demodé, ahora va el mix and match, que es un concepto tomado de la indumentaria, de combinar, mezclar y buscar la sensibilidad a la hora de elegir los elementos”. Además, agrega: “Antes se iba a la abundancia, el banquete, mientras que ahora se opta por menús por pasos, la excelencia y la justeza, a lo que la vajilla se adapta”.

En referencia a esto último, suma: “Hay una tendencia minimalista, en una mesa de lujo hoy todo tiene que tener un uso real, no como en esas mesas victorianas donde había mucho elemento para ostentar. Se trata de poner el objeto adecuado para lo que se necesita, siempre teniendo en cuenta lo que se vaya a servir”.

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El menú como guía

Retomando la última idea, Natasha sostiene que una mesa no puede estar ajena a la comida que se va a servir: “Primero se piensa el menú, lo que se va a ofrecer, y a partir de eso, el mantel, que es lo primero a tener en cuenta respecto a elementos para vestir la mesa”.

Una vez que se definió el menú, Kansabedian indica los elementos a considerar, en orden: “Sigue el plato de sitio, que no tiene uso en sí, pero identifica el lugar del comensal y es mucho más sutil y adecuado que un individual”, y completa sobre los materiales: “La tendencia va por productos de origen noble y fibras naturales, como el algodón, lino, cáñamo. En el plato de sitio se utiliza mucho el yute”.

En continuidad, expresa: “Sigue el plato playo y luego hay que fijarse cuántos pasos tendrá la comida. En una mesa formal siempre se piensa en un plato hondo, pero si la comida no lo amerita, no tiene sentido, hay que buscar lo funcional”.

Materialidades, formas y colores

Como menciona Natasha, el nuevo lujo abandona esas costumbres de la ostentación y se vuelca hacia elementos que sean armoniosos con el medio ambiente. Lo sustentable y lo sostenible también se involucran en el armado de mesas. “Tiene que haber un relato, ahí está la clave del nuevo lujo”, remarca la diseñadora.

Con relación a los colores, las reglas son concretas: “Manteles oscuros de noche y claros de día”, pero amplía: “Hasta hace 2 años todo lo que se vendía eran colores pasteles, todo iba por ese lado, pero este año comenzaron a aparecer otros tonos crudos, como algodón sin blanquear, que es el nuevo blanco. Aporta calidez y va bien con lo verde”.

Y atención con los colores, sobre todo del mantel, porque es una elección clave: “Se puede utilizar colores con más fuerza, tonos en azul oscuro, por ejemplo, pero ya para meter un naranja o un rojo hay que tener muy buen criterio y sensibilidad. Hay que tener en cuenta que el color del mantel te define lo que sigue”.

Si de vajilla se habla, las tendencias son claras: “Retornan las formas orgánicas, la geometría. Se busca algo fino, curvo, delicado y depurado”. Aunque, de todas maneras, propone: “Todos tienen porcelana blanca y con eso queda bien, pero se pueden animar a sumar alguna ilustración que responda a lo que se quiere contar”. Además, Natasha menciona los platos enlozados como otra de las tendencias que van en auge, y afirma: “El ala del plato ancha es lo que más funciona hoy por hoy”.

Cristalería

“El cristal lleva un valor simbólico, porque, aunque es más caro, la diferencia no es tanta en ese sentido con el vidrio. Sin embargo, la terminación es visualmente más armoniosa y prolija”, argumenta Natasha Kansabedian. Sobre las copas para una mesa de lujo, agrega: “Vaso común no se utiliza, se utilizan copas de agua y vino, que es más angosta y alta. Esto es de lo poco que se mantiene de esa concepción más antigua y tradicional de poner la mesa”.