Alfombras: un elemento multifunción para la decoración y diseño de interiores

La verdad es que no hay muchos elementos que se comparen a las alfombras y sus aportes multifuncionales para el diseño y la decoración en interiores. Una alfombra puede ayudar a organizar y delimitar el espacio de cualquiera de los ambientes de una casa. Incluso, pueden aportar un diferencial, pero de forma muy variada, porque no es solo una característica las que define su propósito.

Son muchas las ventajas que han llevado a las alfombras a convertirse en un elemento fundamental, tanto en salas de estar, como dormitorios, recibidor o pasillos. Además, se adaptan a un sinfin de estilos y pueden ser un toque distintivo, personal y que otorgue impronta al diseño y la deco final de un ambiente. 

Vestir los pisos

Podría decirse que una alfombra es una manera elegante de vestir a los pisos, de realzar la función que cumplen en el diseño de una casa, aportando carácter y personalidad. Sin embargo, las alfombras son más que un elemento de decoración, que delimita espacios, ya que también se encargan de cumplir en otros aspectos como la protección y la aislación térmica del suelo.

Aislamiento térmico generan sobre todo en invierno, haciendo el espacio más cálido y evitando el contacto directo con el suelo que suele tener temperatura más baja. Pero también aísla el espacio desde un punto de vista acústico, porque permiten que el sonido al caminar y pisar esté mucho más contenido, de la misma manera que aumentan el confort para caminar por la casa.

En cuanto a la protección, las alfombras logran reducir la electricidad estática y, por supuesto, protegen al piso de cualquier eventualidad que suceda en el día a día de la convivencia del hogar, como puede ser la caída de un elemento pesado o filoso, por ejemplo.  

¿Diseño liso o estampado?

La regla número uno es que la alfombra siempre debe resultar armónica para con el resto de los elementos de la decoración, ya sean cortinas, mobiliario (sillones, mesas, sillas, escritorio, etc.) u otros textiles (almohadones por ejemplo). Sin embargo, más allá de eso, siempre surge la disyuntiva sobre si es mejor optar por una alfombra estampada o una lisa.

Lo cierto es que no hay una opción mejor que la otra y, como se explicaba en esa regla primordial, lo fundamental es que el resultado final sea armónico. Entonces, lo que terminará por definir si la alfombra debe ser lisa o estampada, será el contexto, es decir el resto de los elementos y de la decoración de ese espacio

Una buena medida para tener en cuenta es que si hay textiles en la sala que son lisos, se puede aprovechar para colocar una alfombra estampada, en cambio si dentro de ese espacio ya existen elementos con diversos patrones o estampados, lo mejor es que la alfombra sea lisa.

Por color

En el caso de que la alfombra sea lisa, una información interesante es que los colores neutros y claros le aportarán mayor iluminación al ambiente. Por otro lado, colores cálidos apuntan más al confort y a lograr espacios acogedores. En el caso de los colores fríos, sus propiedades indican que crean lugares más relajantes, por lo cual funcionan muy bien en el dormitorio.

Recomendaciones para elegir alfombras según el ambiente

Algunos principios básicos que se pueden seguir para elegir la alfombra más adecuada según el ambiente de la casa. 

Sala de estar o living

Un paso fundamental y previo a la elección de la alfombra, es medir el espacio. De esa manera, se evitan futuros contratiempos y dificultades para que el elemento en cuestión cumpla con sus cometidos de decoración, protección, aislación y más.

En el salón más grande de la casa, es donde naturalmente se puede colocar la alfombra de mayores dimensiones. Lo ideal es que la superficie alfombrada llegue a incluír todas las patas del sillón principal y del resto de las sillas o sillones que haya. Si en cambio se opta por algo de menor dimensión, al menos hay que procurar que las patas delanteras queden sobre la alfombra. 

Alfombras para el comedor

Quizás no es la más pensada o la que más se elige, pero una alfombra en el comedor puede ayudar a darle forma al ambiente, estructurarlo y, claro está, proteger el suelo en un espacio donde suele haber manejo de muchos elementos, de distinto tipo. 

Lo clave para las alfombras que van en el comedor, es que alcancen a cubrir el área de mesa y sillas, sobresaliendo de los límites entre 50 y 80 centímetros. Esto último es para que no termine siendo una molestia y todos los comensales puedan levantarse cómodos, sin riesgo de tropiezo con el borde de la alfombra.

A tener en cuenta: la forma de la mesa y el color

La forma de la mesa determinará la forma de la alfombra, es decir que si hay mesa redonda, la alfombra deberá ser redonda, lo mismo si es cuadrada o rectangular. Además, para no sufrir tanto con los derrames o accidentes con comida y bebidas a la hora de comer, lo mejor es optar por un color oscuro de alfombra.

Dormitorios: adultos y niños

Un dormitorio debe apuntar siempre a brindar un ambiente idóneo para el descanso. En ese sentido, las alfombras son un complemento ideal, ya que entregan un plus de confort, permitiendo caminar descalzo, con total libertad y comodidad.

Lo que se estila es que la alfombra, si es de mayores dimensiones, sobresalga unos 50 centímetros por cada lado de la cama. En caso de ir por algo más pequeño en cuanto a tamaño, se pueden colocar a los costados y al pie de la cama, para que al bajar de la misma el primer contacto no sea directo con el piso. 

Pensando en los niños

En las habitaciones de los más chicos, no puede faltar una alfombra que brinde la superficie perfecta para que puedan jugar y desplazarse por el suelo sin inconvenientes, con una textura mucho más confortable. Todo esto, siempre y cuando no exista una alergia a los ácaros o el polvo que puede llegar a acumular la alfombra. La recomendación es elegir una alfombra de base antideslizante o sino colocar debajo de ella una especie de malla que evite que se deslice provocando inestabilidad.