Frescura y belleza natural en el hogar

En el verano es cuando más se disfruta tener un jardín o plantas de interior, ya que genera una conexión plena con la naturaleza y permite tener un espacio de tranquilidad y armonía. Es así que las plantas también son una gran opción para generar una estética única en los espacios del hogar, difícil de conseguir con otras decoraciones.

En este sentido, tener espacios verdes permitirá generar una rutina de cuidado y mantenimiento, lo cual mejorará el bienestar físico y mental de los habitantes del hogar, despertando su creatividad y poniendo el foco de atención en generar un aire limpio y fresco para disfrutar en todo momento.

En esta línea, es entendible que uno de los errores más comunes sea olvidarse de regar las plantas. Puede pasar con las primeras experiencias de cuidar jardines, o también cuando no se le da un espacio al riego en la rutina diaria. Capaz uno se dé cuenta cuando las hojas ya están lacias, arrugadas, amarillas, o tal vez caídas. Lo mejor sería marcarlo en la lista diaria, para no descuidar de esas vidas naturales tan valiosas para el hogar.

Entonces, hay que ser consciente de que la hidratación es un paso esencial para las plantas, ya que gracias al agua es que pueden absorber los nutrientes de la tierra. En base a eso, el primer paso es conocer algunas maneras de cuidar tanto el jardín como las de interior, teniendo en cuenta que las necesidades cambian según el tipo de planta.

¿Cómo mantener el riego en vacaciones?

Se vuelve un problema cuando uno quiere irse mucho tiempo de vacaciones, agarrar las valijas, la malla, el protector, salir directo para la playa, pero de repente, se da cuenta que no hay nadie que pueda cuidar de las plantas. No es algo para alarmarse ya que hay varias soluciones para ello, por ejemplo algunos trucos caseros, o por qué no, un riego automático.

En primer lugar, entre los trucos caseros, podemos encontrar el llamado “cordón de algodón”, que consiste en un sistema de riego por goteo. Para el mismo, solo se necesita una botella y un cordón de algodón o tela. La idea es colocar la tira dentro de una botella de agua y conducir el otro extremo adentro de la tierra. Con este truco se logrará mantener húmeda la planta de una forma controlada.

Como segunda opción, y solo contando con la botella de plástico, se pueden hacer pequeños agujeros alrededor de la botella, enterrar la misma en la tierra y al colocarle el agua, la tierra ira absorbiendo solo cuando necesite. Colocar la tapa para evitar el ingreso de insectos.

Por último, la alternativa del riego automático, que sin duda es la mejor opción para el jardín. Se trata de un sistema de riego que provee de agua a las plantas de manera automizada y que emplea normalmente la aspersión o el goteo. No hay que preocuparse por una rutina de riego y mucho menos en vacaciones.

Igualmente, teniendo en cuenta todas estas opciones, siempre es recomendable regar abundantemente antes de marcharse del hogar, sacar hojas secas, controlar raíces, etc.

Frecuencia, cantidad y forma de riego

Se sabe que estos tres factores dependen según el tipo de planta. A continuación se demostrarán algunos pasos para poder llegar a un espacio verde, reluciente y sano durante todo el año.

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Frecuencia

Todas las plantas necesitan agua principalmente en los poros del suelo, para que las raíces puedan absorberlo y transportarlo a través del tallo. En esta línea, es recomendable repetir el riego cuando las temperaturas han sido muy altas y puede haber evaporación extra. También, otra manera de saber cuándo colocar agua es colocar una pala en la tierra y luego observar si es que el suelo se ha secado a la altura donde están las raíces.

Sin embargo, un problema común en la frecuencia de riego es el otro extremo, el exceso de agua o un riego excesivo. Este error causa asfixia radicular en las plantas, es decir, asfixia en las raíces, por lo que tampoco absorbe los nutrientes.

En el caso de querer recuperar la planta, se debe sacar de la maceta cuidadosamente y dejar secar por 12 horas o más, dependiendo de la cantidad de agua. Luego chequear el estado de las raíces y colocar una dosis de fungicida por la posible presencia de hongos. En el caso que se utilice la misma maceta de antes, desinfectarla antes de volver a colocar la planta.

Formas de riego

Antes de enumerar algunas formas de riego, es importante aclarar que no hay que utilizar un mismo método para todo el jardín. Es uno de los errores más comunes, ya que no se deben tratar a todas las especies de la misma manera. Las plantas tienen diferentes necesidades de luz, temperatura, agua, entre otros cuidados. Por ejemplo, las plantas como el cactus o las crasas, requieren de escaso riego.

Ahora sí, comenzando con algunas maneras de riego, la más simple es con una regadera o vaso, aplicamos el agua directamente sobre la tierra, desde arriba. La segunda, por inmersión, la planta se coloca en la pileta o algún recipiente con agua. Dejar 15 minutos y luego en reposo para que se vaya el exceso de agua. Es la mejor opción para plantas como epifitas o las orquídeas.

Por último, utilizando el plato de la maceta, con esta opción, la planta podrá beber desde las raíces la cantidad de líquido que sea necesario. El agua se coloca directamente en el plato de la maceta y se deja durante unos minutos hasta hidratar la planta completamente. Luego de revisar que ya fue suficiente humedad, se retira el sobrante.

Horario de riego

Como últimas recomendaciones, algunos se preguntan cuál es el horario perfecto para regar. Se estima que el mejor momento es entre las 3 y las 5 de la mañana, ya que les estaremos dando tiempo a la tierra a absorber el agua y estará preparada para aguantar el resto del día.

Si no se pueden regar por la mañana, una segunda opción conveniente es cerca de las 20 horas, ya que es un horario en que el sol no hará que se evapore el agua del suelo, aunque es más susceptible a la aparición de insectos y posibles enfermedades para la planta.