La historia del Polo

Los primeros indicios de este deporte se remontan hace unos dos mil años, en Asia Central, ya que jugaban un deporte llamado choygan, el cual se trataba principalmente de entrenar a los caballos y sus jinetes.

Luego, con el paso de las épocas, el deporte comenzó a ser representación de realeza y nobleza, ya que eran los únicos que podían practicarlo debido al costoso mantenimiento de los caballos.

A finales de siglo XIX se difundió el deporte en Europa y lugares como Argentina, Australia y Estados Unidos. Actualmente el deporte se practica en alrededor de 70 países, y desde 1987, cada cuatro años se realiza un campeonato mundial.

Polo, el deporte de los argentinos por excelencia

El polo llegó al territorio argentino en 1875 por parte de inmigrantes ingleses, lo cual no solo lo hace un deporte si no parte de la cultura, del estilo de vida de muchos habitantes y del interés turístico actual. El primer partido de polo en Argentina se remonta a 1875, y con la creación de nuevos clubes, en 1921 se creó la Federación Argentina de Polo. Lo más impresionante de esta época es que Argentina ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Paris en 1924.

El deporte se extendió rápidamente por todo el país y de a poco se fue transformando en una de las sedes principales de polo en todo el mundo. En Argentina se desarrollaron polistas muy reconocidos y por los cuales se le da tanto valor a esta disciplina a nivel nacional.

Algunas de estas figuras son: Juan Carlos Harriott, considerado como el mejor jugador de polo de todos los tiempos. También Adolfo Cambiaso, un gran referente de este deporte en la actualidad, y Facundo Pires, quien tan solo a sus 18 años ya había alcanzado el hándicap de 10 goles.

El Campeonato Argentino de Polo

El Polo Open Palermo, el evento más esperado del año, es el máximo certamen interclubes a nivel mundial, y se lleva a cabo en el estadio de polo de Palermo, el cual puede albergar a 60.000 personas. Este evento, junto al Campeonato Abierto de Polo de Hurlingham Club y el de Polo del Tortugas Country Club, conforman la triple corona de los torneos de alto hándicap que se juegan en Argentina.

En el 2022 se realizó el 129° certamen de estos encuentros abiertos, el cual empezó a finales de noviembre. Para ilusión de muchos, el ganador de esta última competencia fue La Dolfina (grupo fundado por Adolfo Cambiaso y Bartolomé Castagnola) quien venció a La Natividad por 13 a 9.

También puede interesarte: "3 deportes ecuestres: opciones de prácticas a caballo"

Un deporte con características únicas

Las dimensiones de una cancha de polo son de 285 metros de largo y 145 metros de ancho, aunque estos números siempre pueden variar. Los postes de los arcos, que se encuentran de cada lado, son de 3 metros de altura.

Es un deporte de alto riesgo, ya que todo lo considerado riesgoso para la salud se marca como falta. Justamente por esto, se requiere muy buen estado físico, precisión y conocimiento de los comportamientos o características de los caballos.

Cada uno de los jugadores debe contar con un equipamiento especial o uniforme básico: casco, botas de montar, rodilleras, guantes, coderas y anteojos de protección. El taco, que está hecho de vara de bambú y una cabeza de madera, mide aproximadamente entre 119 y 137 cm.

¿Cómo es el juego del Polo?

Yendo a la conformación básica, se presentan dos equipos de cuatro jugadores cada uno que se desplazan por el campo montados a caballo.  A partir de allí, el objetivo es golpear una pelota de madera con un mazo y llevarla hasta la portería del rival. Con cada gol anotado, el cual equivale a un punto, los equipos deben cambiar obligatoriamente de lado.

Cada jugador tiene un número del 1 al 4 en su espalda, que indican las posiciones y responsabilidades en el campo. El primero, por ejemplo, es el jugador más ofensivo, el segundo también se desempeña como atacante pero con algunas responsabilidades defensivas. El tercero, por su parte, debe determinar estrategias y el cuarto, finalmente, potenciar especialmente la defensa.

El campo es siete veces más grande que una cancha de futbol normal, y los partidos suelen durar alrededor de dos horas, divididas en cuatro o seis chukkers de siete minutos cada uno, sumando descansos entre medio y uno de 15 minutos al terminar el tercer período. El reloj frena cada vez que hay una falta y los caballos suelen ser cambiados, generalmente, cada dos chukkers.

Lo principal es controlar el derecho a paso y la línea de la bocha. Otra regla importante es que se puede frenar el taco del otro pero nunca por encima de la altura de los hombros ni del otro lado del caballo, tampoco se puede pegar por entre las patas del animal o cruzar el derecho de paso del mismo, ya que además de ser falta, resulta muy peligroso.

¿Cómo crían a los caballos para este deporte?

Los caballos más utilizados son los llamados pura sangre, que pesan entre cuatrocientos y quinientos kilos y cuentan con las características principales para este deporte: tienen temperamento, músculos fuertes, corren rápido, se mueven con gran precisión, flexibilidad, resistencia, agilidad y destreza.