¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad de sobreponerse frente a una adversidad y salir de ella entero o renovado, es decir, la capacidad de una persona para enfrentar y ser fortalecido o transformado por experiencias de adversidad. La palabra proviene del verbo latino "Resilio", que significa "Saltar hacia atrás, rebotar". 

Este término tiene su origen en el campo de la física, más específicamente en el de la resiliencia de los materiales. En ellos es la capacidad de recuperación, propiedad de los cuerpos elásticos de recobrar su forma original y liberar energía cuando son sometidos a una fuerza o presión externa. 

En psicología, la resiliencia se entiende como la capacidad que posee una  persona o un grupo para desarrollarse bien, para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles o de traumas a veces graves. La resiliencia es una aptitud que adoptan algunas personas, que se caracterizan por su postura ante la superación de una adversidad y de mucho estrés, con el fin de pensar en un mejor futuro.

Hoy en día es un concepto más desarrollado, más estudiado. Y concibe el hecho no solo de la superación y la adaptación, sino de la capacidad de adquirir herramientas para construir un bienestar positivo

Y como toda habilidad o herramienta se puede enseñar, aprender, construir y desarrollar.

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Herramientas para construir el “ser resiliente”

  • Mantené una actitud positiva: Mantener una actitud positiva es muy importante. Lo podes lograr tratando de ver el lado positivo de las cosas y enfocandote en lo que se puede hacer para mejorar una situación.
  • Buscá apoyo: Buscar apoyo es fundamental, podes: hablar con amigos o familiares en los que confíes. Si te sentis abrumado, considera buscar consulta profesional.
  • Cuidá tu salud física y mental: Para cuidar tus necesidades básicas, tratá de dormir lo suficiente, come bien y hacé ejercicio regularmente. También es importante dedicarle tiempo al descanso, y  tomarse un tiempo para relajarse. Hacé actividades que disfrutes.
  • Aprendé de tus experiencias: Las experiencias nos brindan grandes aprendizajes. Trata de ver las situaciones difíciles como oportunidades para aprender y crecer.
  • Mantené tus metas claras: Los objetivos nos organizan. Establece metas realistas y trabaja hacia ellas. Esto puede ayudarte a mantenerte enfocado y motivado.

¿Cómo implementar la resiliencia en el aula?

Algunas ideas que se pueden implementar en el aula, para desarrollar la resiliencia en los niños son:

  • Fomentar el trabajo en equipo: Trabajar en equipo puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales, como la empatía y la colaboración. Además, trabajar juntos en actividades o trabajos prácticos puede ayudar a los niños a superar obstáculos y desafíos.
  • Enseñar habilidades de resolución de problemas: Enseñar a los niños cómo resolver un problema de manera asertiva puede ayudarlos a sentirse más seguros y capaces de enfrentar situaciones difíciles.
  • Fomentar el pensamiento positivo: Enseñar a los estudiantes a enfocarse en lo positivo y buscar soluciones creativas puede ayudarlos a desarrollar una actitud más positiva hacia la vida.
  • Enseñar habilidades de comunicación: Enseñar habilidades de comunicación asertiva puede ayudar a los estudiantes a expresarse mejor y resolver conflictos de manera más efectiva.
  • Fomentar la creatividad: Fomentar la creatividad, puede ayudar a los niños a pensar y crear soluciones innovadoras a los problemas.

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¿Cómo enseñar la resiliencia en casa?

La resiliencia es una habilidad que se puede enseñar a los niños.

¿De qué manera lo podemos hacer?

  • Reconocé sus sentimientos: Ayudá a los niños a reconocer y hablar de sus sentimientos, incluso los negativos. Conocerse a sí mismo es una parte importante de la resiliencia.
  • Hablá de sus fortalezas: Ayudá a los niños a ver y entender sus fortalezas. Señalá cómo esas fortalezas los han ayudado en situaciones difíciles.
  • Ofrecé apoyo: Los niños resilientes se sobreponen y vuelven a intentarlo. Buscan soluciones. Propiciá ese comportamiento ofreciendo ayuda, pero sin intervenir para arreglar las cosas.
  • Hablá de las situaciones aprendidas: Hablen de lo que les resultó difícil y cómo intentaron manejarlo. Ayudalos a ver qué pueden aprovechar de ese reto para mejorar la próxima vez.
  • Incentivalos a pedir ayuda: Los niños necesitan saber que tener dificultades o equivocarse no es un signo de debilidad, y que pedir ayuda es una fortaleza.

¿Qué otras habilidades es necesario fomentar?

  • La independencia: Permití que los niños tomen decisiones y asuman responsabilidades apropiadas para su edad. Esto les ayudará a desarrollar la confianza en sí mismos y a sentirse más seguros. También a poder establecer límites entre ellos y los demás.
  • La creatividad: Animá a los niños a encontrar soluciones creativas a los problemas. Esto les ayudará a desarrollar la capacidad de pensar y crear, a ser más flexibles.
  • La conexión social: Ayudá a los niños a desarrollar relaciones positivas con amigos y familiares. Esto les ayudará a sentirse apoyados y a tener una red de seguridad en tiempos difíciles.
  • La actividad física: El ejercicio regular, puede ayudar a los niños a sentirse mejor consigo mismos y a reducir el estrés.
  • La resolución de problemas: Ayudá a los niños a desarrollar habilidades para resolver problemas. Esto les ayudará a sentirse más seguros y a tener más éxito en la vida.

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La importancia de ser resiliente en un mundo cambiante

La resiliencia es una habilidad importante para los niños porque les permite superar los contratiempos y salir fortalecidos.

La resiliencia no se trata solo de recuperarse, sino de aprender de los contratiempos y seguir adelante. Los niños resilientes son más valientes, curiosos, y capaces de enfrentarse al mundo. Además, la resiliencia es una de las bases fundamentales de la inteligecia emocional. Fortalece el proceso de autoconocimiento en los niños y les permite ser tolerantes y flexibles ante los cambios.  

En un mundo cambiante lo importante es poder aprender a estar en constante cambio y ver eso como una habilidad.

Así como se estimula, compensa y trabaja en un desafío o dificultad; también se trabaja en la estimulacion y desarrollo de una fortaleza o habilidad.

Samanta B. Echevarría
Lic. en Psicopedagogía
Especializada en detección temprana de los trastornos del neurodesarrollo
Diplomada en Trastornos del aprendizaje
Diplomada en Inteligencia emocional
Certificada en ADIR-R/ADOS-2
Certificada en Disciplina Positiva - Member of Discipline Positive Association
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