El mejor jamón del mundo: Ibérico y de bellota 

Pocos productos pueden gozar de referencias tales como “comida de reyes” o “premium”, y el jamón ibérico de bellota es uno de ellos. Por tradición, historia, componentes, combinaciones de clima y materia prima, los jamones de España son, por lejos, los mejores del mundo.

Comenzando por hacer una distinción absoluta del jamón serrano, no tienen nada que ver uno con otro, hay que decir que el jamón ibérico recibe su nombre no por el país en el que se produce, sino por la raza de cerdo con la que se trabaja, que no es otra que, precisamente, la ibérica. Descendientes de los jabalíes africanos, los cerdos ibéricos se desarrollaron hace miles de años en la zona baja del país europeo, principalmente en lo que hoy es Salamanca, Extremadura y Andalucía.

Ni en el País Vasco ni en Barcelona hay cerdos ibéricos, todo se da de la mitad hacia abajo. Especialmente en Jabugo, de allí salen los mejores jamones e incluso existe una denominación de origen con el nombre de ese municipio, ubicado en la provincia de Huelva, en Andalucía.

¿Por qué España?

Las razones de que el jamón más exquisito y premium provenga de España son varias y algo se adelanta en los párrafos anteriores, sin embargo, para entenderlo mejor, Pablo Muñoz, el representante de Cinco Jotas en Argentina, la marca más prestigiosa con relación a este producto a nivel mundial, interviene y explica: “Se da una combinación única entre el clima (lluvioso), la presencia del cerdo de raza ibérica y la alimentación que recibe. Uno pensaría que sería fácil trasladar cerdos a Argentina y listo, pero el clima de esa zona particular de España cumple un papel fundamental”.

Además, complementa respecto a la alimentación de los cerdos, un punto que considera elemental para lograr un jamón de máxima calidad como lo es el ibérico y el de Cinco Jotas en particular: “Los cerdos se alimentan en las Dehesas centenarias, que se encuentran en un entorno peculiar formado por bosques de Encinas, Quejigos y Alcornoques. De allí caen las famosas bellotas, siendo la de los Encinas las más dulces e importantes ”.

A todo eso, Pablo también le agrega el valor que tiene la tradición:Por supuesto que la experiencia desde 1879 trabajando y produciendo jamones ibéricos juega un papel clave, al igual que la tradición y la exclusividad, porque, a diferencia de otros cerdos que pueden criarse en distintos territorios y luego ser trasladados para su manufactura, el cerdo ibérico solo se cría en estas dehesas de España”.

Jamón premium

Hace algunos años, el denominado Consorcio del Jamón estableció una serie de colores de precintos para distinguir la calidad de cada producto: blanco, verde, rojo y negro, siendo este último el que marca la excelencia. Cinco Jotas es, por supuesto, reconocido con el precinto negro, y Pablo, quien trajo la comercialización de estos productos de alta gama al país, cuenta cómo se obtiene tal certificación: “Es necesario que cada cerdo tenga como mínimo una hectárea para poder pastar con tranquilidad, aunque Cinco Jotas es la única empresa en otorgar 2 hectáreas por cerdo, para un mayor ejercicio físico, mejor alimentación y, por lo tanto, un resultado insuperable en el jamón”.

El cerdo debe ser 100% raza ibérica, es decir que sus padres también deben ser auténticos”, comenta, y especifica una condición más: “Como se dijo, la alimentación es elemental y estos cerdos deben ser alimentados con bellotas durante la montanera, periodo que va de octubre a diciembre. De esta forma, el jamón Cinco Jotas contiene omega 6 y 3, grasas monoinsaturadas, antioxidantes y mucho ácido oleíco, todas propiedades que lo convierten en un superalimento, con grandes beneficios para la salud”.

Experiencia de lujo en tu evento

Disfrutar de un jamón ibérico es algo especial, un lujo absoluto: “Es un manjar al nivel del caviar o un champagne Dom Perignon”, expresa Pablo para definirlo. Tal es su exclusividad y nivel que ni siquiera en España es fácil o accesible para el día a día, solo se consigue en aeropuertos o tiendas de renombre, como puede ser El Club del Gourmet del Corte Inglés.

Sin embargo, ahora en Argentina el acceso al jamón ibérico es una posibilidad concreta y mucho más cercana. “Pueden elegir desde la web (cincojotas.com.ar) las patas, paletas (pierna delantera), los lingotes (450gr. puro jamón) y el clásico blister de jamón feteado, con entrega en todo el país. Sino, otra posibilidad es la de degustar en el premiado restaurante ‘El Burladero’ y en otros top de la gastronomía argentina como Aramburu o Elena”, cuenta Pablo.

Además, suma: “Es un producto que resulta ideal para un casamiento, cumpleaños de 15, un regalo empresarial, sorprender a un buen cliente o para cualquier ocasión especial y evento de lujo que se quiera hacer. Además, en los eventos presenciales el team Cinco Jotas brinda el servicio completo, con presentación, maestro cortador y todo lo que hace a una experiencia superior”.

Con los 5 sentidos

Al comer un jamón ibérico, entran en juego todos los sentidos, es una degustación completa que termina por exponer el paladar a un sabor único. “Primero se ve la feta de jamón contra la luz y se observa la grasa mezclada perfectamente con la carne, luego se lo huele y se lo aprieta también para sentir como al tacto la grasa se disuelve. Finalmente, va a la boca, al paladar, para degustar y saborear”, explica Pablo.

Con relación al maridaje ideal, menciona: “No es ni un malbec, ni un cabernet, lo mejor para maridar este tipo de jamones es un vino ajerezado, para que prevalezca el sabor del jamón”.

Para cerrar, la presentación:es solo en un plato, sin nada que acompañe, pero sobre todo, sin nada que le altere el sabor, aroma y toda su magia. Nada de queso, galletas ni pan, solo jamón en el plato”.