Santiago de Compostela y el turismo al aire libre 

En el norte de España el clima no suele ni muy caluroso en verano, ni muy frío en invierno. Esas características propician que durante todo el año el clima sea constante y con buenas condiciones para el turismo, en especial para poder disfrutar de todas las propuestas al aire libre

Un destino ideal que representa todo eso, es la ciudad de Santiago de Compostela, capital de la región denominada como Comunidad Autónoma de Galicia. Se trata de una ciudad muy reconocida por sus dotes para el turismo, principalmente por los paisajes verdes y la abundancia de naturaleza que brinda un contexto perfecto para actividades en el exterior.

Patrimonio Mundial de la Humanidad

Aunque la naturaleza juega un rol preponderante, la ciudad tiene mucho más para otorgarle al turista que la visita. De hecho, en 1985 fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, debido a los edificios que componen el casco histórico, al igual que por su Catedral. 

Muchos de esos edificios son justamente atracciones disponibles para visitar y recorrer, descubriendo mucho de la cultura, tradición e historia de esta zona del norte de España. 

El viaje a píe hasta Santiago de Compostela

Se ha vuelto una opción cada vez más valorada la del turismo activo, es decir aquellos destinos que proponen aventuras y recorridos en los que además de conocer se realiza una actividad física que sea de baja intensidad. En este caso, los caminos y senderos para el trekking se han vuelto populares y, en particular, el camino de Santiago es uno de los más famosos y requeridos. 

El viaje tiene distintas variantes, ya que según el punto de partida que se elija, los kilómetros a recorrer, al igual que los lugares por los que se pasará, cambiarán. El inicio del camino se da en distintos puntos que se distribuyen a lo largo de toda la Península Ibérica. Conocé a continuación 4 de los más utilizados. 

Camino Francés

Hay cuatro caminos que son los más conocidos y uno que se destaca entre ellos es el denominado Francés, con una duración promedio de un mes. Comienza en Saint Jean Pied de Port, aunque hay quienes toman como inicio Roncesvalles. La ruta se extiende por unos 780 kilómetros, lo que indica que es el segundo camino más extenso dentro de las posibilidades para llegar a Santiago de Compostela. 

Camino Portugués

Otra de las rutas más famosas es la llamada Camino Portugués que, como su nombre anticipa, arranca en Lisboa, la capital de Portugal. La duración se establece en unos 26 días de promedio, con 465 kilómetros para realizar, aunque hay manera de hacerlo más corto si se toma el camino de Oporto a Santiago por interior (11 días y 235 kilómetros) o desde Oporto a Santiago también, pero por la costa (13 días y 293 kilómetros).

Camino Vía de la Plata

Esta es la vía más larga para hacer el Camino de Santiago. Su recorrido es básicamente a través de toda España, de sur a norte, siguiendo lo que se dice es una antigua calzada romana. Comienza en Sevilla y acaba en Santiago de Compostela, claro, necesitando una persona reservarse alrededor de 40 días para realizar sus 963 kilómetros.

Es bueno aclarar que quienes se exponen a estas travesías, deben estar en una forma física óptima y contar con una preparación que les permita alcanzar el objetivo sin enfrentarse a problemas de salud. 

Camino Primitivo

El llamado Camino Primitivo se considera la primera ruta Jacobea a Santiago. Empieza en Oviedo se estira por 225 kilómetros para llegar al destino, lo que demora, en promedio, unos 14 días.

¿Qué otras cosas se pueden hacer en Santiago de Compostela?

La Catedral de Santiago es sin dudas el mayor atractivo turístico dentro de la ciudad. Si es posible, es recomendado incluír en el paseo la visita al Museo Catedralicio y tomarse un tiempo para pasear por la Plaza del Obrador, desde donde también se aprecia el Hostal de los Reyes Católicos, un lujoso hotel en un imponente edificio de arquitectura barroca. 

Además, el ambiente que se vive en la plaza es un atractivo en si mismo, ya que la Catedral es el punto cúlmine del Camino de Santiago, cualquiera sea la ruta. Todos los turistas y caminantes se cruzan allí, dando lugar a una gran cantidad de sentimientos entre los que destacan la emoción, alegría, satisfacción, agradecimiento y, por supuesto, ganas de relajar, festejar y pasar un buen rato. Se arman bailes, se generan vínculos y se le pone el moño a semejante travesía.  

El casco histórico es imperdible

Recorrer el centro y casco histórico no tiene desperdicio. Desde numerosas iglesias de todo tipo, con fachadas y arquitectura que deslumbra, a miles de bares y restaurantes para disfrutar la bien famosa gastronomía gallega. Es la parte donde mayor vida noctura hay.

Algunos de los bares siguen apostando a un aspecto y ambientación basada en la Edad Media y la experiencia se vuelve un viaje en el tiempo. Se puede disfrutar, por ejemplo, un trago pero dentro de una cueva. 

La historia del lugar es para aprovechar. Los tours, muchos de ellos a donación, son más que interesantes y cuentan con muy buena reputación. Entre los más recomendados se enceuntra el de los Caballeros Templarios.  Finalmente, la Plaza Cervantes es otro de los sitios que no se pueden dejar pasar si se llega a Santiago de Compostela.