Lo visual no es todo: los aromas y el arte de decorar con fragancias

No siempre la decoración tiene que destacar por los colores, por los adornos y elementos que se colocan en una sala, ni tampoco por la tecnología incorporada. A veces, hay otras cuestiones que logran darle un sello distintivo a una decoración y uno de esos factores es el aroma. La capacidad que tiene un olor para transportar a una persona a un estado mental agradable, así como para liberar recuerdos y ayudar a relajar, lo transforma en un aspecto a tener muy en cuenta.

De ahí que al decorar con fragancias, el espacio termine obteniendo un diseño completo, en todos los sentidos. Es que la sensación de confort que una persona tiene al ingresar a un lugar, al igual que la energía y en definitiva la comodidad, depende de una experiencia completa en la que entran en juego todos los sentidos y eso va más allá de lo netamente tangible. 

El rol de la aromaterapia

En la misma línea, incluso hay personas que utilizan los aromas en una fase más curativa. A esto se lo denomina aromaterapia y es una técnica milenaria, utilizada por los egipcios, chinos y otros pueblos antiguos. Consiste en mezclar aceites esenciales que derivan de plantas, cortezas, hierbas y flores, para que a través de su inhalación se genere un alivio físico y mental. 

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En la búsqueda de erradicar ciertos malestares, estos aromas creados a través de aceites esenciales también se pueden aplicar mediante masajes, en formato de cremas, en baños aromáticos y hasta consumo directo, siempre y cuando sus componentes no resulten tóxicos al ingerirlos en una bebida. 

Cómo decorar con fragancias en casa

Decorar con fragancias puede darle una impronta renovada a cualquier espacio de la casa. Conocé cómo hacerlo y cuáles son los mejores aromas, así como las formas en que se utilizan, dependiendo el ambiente. 

Los aromas más comunes: ¿Qué aportan?

Existen aromas que están más relacionados con la decoración que otros, porque son fragancias fáciles de conseguir y de reconocer, así como de preparar en el caso de que se quiera hacer de forma artesanal. Uno es el de la lavanda, que se relaciona con la relajación y la calma. Otros que están en la misma sintonía de calma, son los cítricos como la naranja y la mandarina.

Si en cambio la propuesta va por una energía más poderosa, con mayor vitalidad, se recomienda decorar con fragancias que lleven notas de pomelo, canela, vainilla, romero o limón. Son todos aromas revitalizantes y que permiten crear un ambiente de mayor dinámica.

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Similar, pero más volcado a la estimulación de sentidos, las fragancias de menta, eucaliptus o café pueden funcionar de muy buena manera. Además, los aromas de enebro o del árbol de té también estimulan y son fragancias que cuentan con propiedades antisépticas.

Decorar con fragancias según el ambiente de la casa

El primer lugar que hay que aromatizar es precisamente el primero que se encuentra cualquiera al entrar a casa. En el caso de un recibidor, lo mejor es colocar un difusor que desprenda de forma constante la fragancia elegida, para dar la bienvenida y desde el ingreso hacer sentir que la decoración incluye el sentido del olfato también.

En la sala principal, dependiendo el tamaño, lo mejor es utilizar velas aromáticas y otros elementos difusores reunidos en un sitio particular (bodegón), que pueden ir variando con el tiempo, pero que siempre deben ser coherentes respecto al estilo deco elegido. En cuanto a las fragancias, la elección también puede estar atada a diferentes momentos del año o los estados de ánimo de las personas que habitan de forma regular el lugar, pero, por ejemplo, algunas nociones básicas son: los perfumes florales avalan y potencian lo sofisticado, mientras que aquellos más naturales buscan la calidez y el confort.

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En la cocina es muy importante respetar la presencia de los alimentos, por lo que los aromas que se utilicen allí deben estar alineados con esa premisa. Los más dulces, como vainilla, chocolate o canela suelen ser los más indicados. En el baño es otro tema, porque se busca por sobre todo la sensación de limpieza e higiene, que la otorgan las fragancias más frescas. Finalmente, en las habitaciones, la lavanda es la mejor opción debido a sus propiedades que favorecen el descanso, aunque también funcionan otras fragancias de tono frutal.

Por colores

Es importante también que, al decorar con fragancias, estas estén en concordancia con el resto de la decoración. Es así que si se trata de espacios de tonos más claros o vivos, lo mejor es aromatizar con algo fresco, que resulte energizante. En cambio si se optó por colores más oscuros y calmos, el olor buscado debe ser tendiendo a lo natural, a la tierra, un bosque, la madera, que establezca un ambiente cálido.