Los beneficios de airear el hogar
A partir de la pandemia del COVID 19 se comenzó a tomar mayor conciencia sobre la importancia de ventilar los espacios comunes, tanto de los hogares como en edificios. El ventilar diariamente debería ser un hábito y una costumbre para cada persona, principalmente porque ventilando se consiguen múltiples ventajas para la salud.
En primer lugar, al airear los espacios, permitimos que el aire se renueve y evita que se acumulen sustancias que pueden ser negativas para el ser humano. Por otro lado, ventilar también ayuda a que se regule la humedad del espacio, además de que elimina malos olores, entre ortos beneficios.
En esa línea, según la ciencia, la falta de ventilación tiene una estrecha vinculación con el incremento de alergias, por eso se recomienda que las personas más propensas a contagiarse ventilen constantemente, y más en épocas como primavera.
Además, los ambientes cerrados no son solo perjudiciales para la salud, sino que también pueden afectar en el estado anímico, provocando ansiedad, estrés, mal sueño, entre otros.
Habitaciones sin ventanas: ¿Cómo ventilar en esos casos?
A veces pareciera imposible querer ventilar un espacio que no cuenta con ventanas, pero no hay que alarmarse, hay algunas alternativas fáciles y sencillas para poder mantener esos espacios limpios y frescos sin necesidad de contar con una ventilación de aire natural.
Como primer consejo, es importante intentar crear aunque sea un pequeña corriente, y esto se puede crear abriendo ventanas o puertas cercanas a esa habitación.
Aun así, es importante que en lo posible esa habitación se use para situaciones específicas o para usos auxiliares, no se recomienda que la habitación sin ventanas sea para dormir o pasar mucho tiempo.
Por último, colocar un ventilador de pie o de techo puede ser una genial idea para mantener en movimiento el poco aire nuevo que ingresa al espacio.
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La ventilación natural para casas y edificios
Ventilar los espacios comunes es más importante de lo que pensamos. A continuación, una de las estrategias más eficientes y sustentables para mantener fresco el hogar
¿De qué se trata la ventilación natural?
A grandes rasgos, la ventilación natural consiste en permitir la entrada y salida de aire externo en el interior de una vivienda. Favorece así, la circulación y renovación del aire, sin tener que depender de algún factor mecánico y tecnológico.
Actualmente, se utiliza en la arquitectura como una manera más ecológica de construir ambientes confortables. El enfoque bioclimático en las construcciones tiene que ver con ser más conscientes sobre el impacto que ciertos elementos del hogar pueden ser causar en el medio ambiente, en este caso, el uso excesivo de aire acondicionado. Con la ventilación natural, es una forma de aprovechar el viento como recurso de la naturaleza, reduciendo los gastos energéticos, por lo cual es potencialmente favorable para el medio ambiente.
Es importante prestar atención a la etapa de planos de diseño para que estas técnicas sean eficientes, principalmente estudiar cuidadosamente el clima del sitio y las direcciones de las corrientes de aire en ese terreno.
Tipos de ventilación natural más utilizados
Una de las técnicas de circulación del aire natural más conocidas es la ventilación cruzada. La misma, consiste en utilizar la entrada de aire desde puertas o ventanas que se encuentran ubicadas en muros opuestos de ese espacio. Esta técnica generalmente se piensa desde la arquitectura del edificio o casa, más si se encuentra en un lugar con climas cálidos.
Por otro lado, también existe otro tipo de ventilación llamada “efecto chimemea”, muy utilizada para edificios. La misma consiste en crear un conducto de ventilación vertical e interno donde pueda pasar el aire caluroso y ascender, algunos ejemplos pueden ser un patio interno o incluso el hueco de una escalera.
De una manera similar a la técnica anterior, también se puede pensar en la ventilación inducida, que para aplicarla se aberturas cerca del suelo, permitiendo que la entrada de aire frio empuje el aire caliente.