Escuchar al organismo e informarse

Afortunadamente, cada vez es más usual encontrar en los productos de supermercado aquella famosa etiqueta que señala cuándo un alimento es “Sin T.A.C.C” (sin trigo, avena, cebada, ni centeno). Agilizando las compras, la misma permite evitar tener que observar al detalle los ingredientes que componen el mismo. En esta línea, si bien en una primera instancia puede darse a entender que este sello es útil solamente para las personas celíacas, la misma también funciona para un grupo mayor: las personas con sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC).

Luego de consumir alimentos que contienen gluten, estas personas pueden presentar síntomas muy similares a los de la enfermedad celíaca. De hecho, existe la posibilidad de que los mismos también aparezcan en diferentes edades y sin haber presentado síntomas previos. A su vez, las cantidades de alimento ingerido no son necesariamente parámetros fijos que definen si los síntomas aparecerán de forma leve o con consecuencias más graves. Es por eso que resulta importante conocer las formas que tiene el cuerpo de manifestarse y cuándo pueden estar relacionadas a la sensibilidad frente al gluten.

La diferencia entre la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca

Contrariamente a lo que ocurría años atrás, en donde se utilizaba el término “celiaquía” desde concepciones más amplias o generales, hoy se pueden encontrar otras denominaciones, como por ejemplo la mencionada SGNC. En primera instancia es relevante indicar que la enfermedad celíaca es una patología multisistémica con base autoinmune. Esto quiere decir que no solo afecta al aparato digestivo y que en el desarrollo de la enfermedad interviene el sistema inmunitario.

En cambio, la sensibilidad al gluten no celíaca es un concepto relativamente novedoso sobre el cual, a pesar de que no hay un vasto conocimiento científico, sí se han logrado identificar ciertos aspectos certeros. De esta manera, las personas con estas características se reconocen por presentar una reacción frente a los alimentos con gluten, pero sin ser necesariamente alérgicos al trigo o simplemente no cumplir con todos los parámetros estipulados que establece la enfermedad celíaca. Por ello se cree que la misma puede ser causada por una respuesta inmunitaria o intolerancia no inmunológica al gluten.

Es aquí que radica la importancia de acudir a un médico ante la presencia de los síntomas que serán desarrollados en las próximas líneas. Principalmente porque primero se debe descartar que un paciente no padece la enfermedad celíaca, que no presenta alergia al trigo, y notar que los síntomas han mejorado luego de hacer una dieta estricta sin gluten. Así también, quedará en evidencia la sensibilidad si, luego de haber certificado estas etapas previas, empeoran los síntomas del paciente al reintroducir de forma progresiva el gluten a la alimentación.

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Síntomas de una persona con sensibilidad al gluten

Siendo en muchas ocasiones fácil de confundir con otros malestares, a continuación vas a poder conocer cuáles pueden ser las consecuencias de ingerir gluten teniendo sensibilidad al mismo.

Náuseas

Tener la sensación de estar próximo a vomitar es uno de los síntomas que entran dentro de este cuadro. Situación que puede generar una gran incomodidad estomacal, también hacerse notar a la altura de la garganta con una sensación desagradable o en otras ocasiones con acidez. No obstante, esto puede o no terminar con vómitos.

Fatiga y confusión

Usualmente fácil de confundir con un cansancio generalizado por tareas cotidianas, la fatiga puede ser otra consecuencia. Sensación que puede estar acompañada también por dolor de cabeza. Es importante recordar que estos síntomas pueden aparecer con mayor o menor fuerza, por eso es clave observar y detectar si se presentan únicamente luego de consumir alimentos con gluten.

Diarrea o estreñimiento

Los dolores de estómago o la sensación de tener el estómago lleno durante un tiempo prolongado sin necesariamente haber ingerido grandes cantidades de alimento, puede ser generado por la sensibilidad al gluten. Sumado a esto, también pueden aparecer gases y diarrea. Es decir, múltiples síntomas que, si bien tienen sus diferencias, están muy ligados y generan un gran malestar.

Cuál es el tratamiento

Luego de realizar los estudios requeridos y constatar que un paciente puede padecer sensibilidad al gluten no celíaca, el tratamiento con el que se procede es la dieta sin gluten. Sobre la misma, a pesar de que suele depender de cada médico, usualmente se recomienda que sea lo más estricta posible. Asimismo, probablemente también se aporten suplementos con vitaminas y minerales para cubrir las necesidades del organismo.

Por otro lado, cabe resaltar nuevamente la importancia de realizar una consulta médica. En caso de que se sospeche sobre esta sensibilidad, no se aconseja iniciar sin aviso y forma estricta una dieta sin gluten.