Durante el día el sol ilumina cualquier espacio al aire libre, sin embargo, que pasa con esos lugares que se apagan al esconderse la luz natural ¿Es necesario dotarlos de iluminación exterior? ¿cómo se hace para aprovecharlos de la mejor manera?, si bien siempre se acostumbra a que al menos el pórtico, porche o entrada de la casa contenga una luz que marque el ingreso, hay otras áreas que también deben ser tomadas en cuenta para hacerlas destacarlas y hacerlas literalmente brillar con luz artificial.

Consulta profesional

Lo mejor para evacuar las dudas sobre que camino seguir respecto a la iluminación exterior es ir a las bases, buscar la opinión y el asesoramiento de quienes tienen experiencia. Es por eso que en este caso se recurre a Luis Regner, quien se desempeña como Product Manager Iluminación LED en Philips South Latam y que marca lo elemental como para comenzar a abordar el tema: “Fundamentalmente hay que pensar en dos cosas, primero en para qué se necesita iluminar cada espacio, es decir si se busca cumplir con un objetivo funcional o más bien de embellecimiento de los espacios. Lo segundo, es definir el tipo de espacio a intervenir, principalmente diferenciando si se trata de un ambiente techado o a cielo abierto”.

 

A partir de esos dos puntos claves por lo que se comienza a planificar cualquier colocación de luminaria exterior, Luis detalla otras decisiones trascendentales: “si la decisión es netamente funcional, las dos cuestiones a cubrir deben ser la seguridad, léase contar con suficiente luz a la noche y tener visión para evitar cualquier tipo de inconveniente o accidente y preparar los espacios exteriores para actividades, persiguiendo un fin más social, como el que puede tener una galería, jardín o terraza”.

Entonces, planteado el escenario y hechas las distinciones, el concepto básico que se debe tener en cuenta y que expresa el especialista de la firma Signify (Philips Iluminación), es: “si se tiene que iluminar un espacio techado en el exterior, como sea galería, cochera o terraza incluso, se va a requerir de iluminación de tipo general con apliques de techo o pared. Hablamos de artefactos que emitan luz en todas direcciones, que iluminen toda la superficie, distinto a lo que sería una iluminación por spots que enfocan la luz en un determinado punto específico”.

Sobre la iluminación exterior por spots, amplía: “se destinan a embellecimiento, porque no solo es luz para ver, sino para resaltar detalles estéticos de la propiedad y allí entran en juego otro tipo de artefactos decorativos. En los jardines pueden iluminarse desde los caminos, hasta los árboles, plantas y flores. Resaltar la vegetación en el contexto general de un paisaje suele ser una gran manera de embellecer el jardín en la noche”. Además, menciona algunos de los artefactos más utilizados y adquiridos por las personas para tal propósito: “se utilizan luminarias que llevan lámparas tipo spot, como las estacas que van al piso y quedan selladas para que no sufran con el agua. En muchos casos se usan reflectores de LED de pequeños tamaños, para destacar algo puntual”.

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En áreas abiertas y de mayor extensión, donde lo que se busca es visión plena, como los parques de entrada o el jardín mismo, Luis pondera: “se necesitan luminarias de alto flujo, lo que habitualmente se llaman reflectores, que se van a buscar montar en posición de altura, como mínimo a unos tres metros del suelo, de ya que al emitir mucha luz, si se colocan a una altura promedio de una persona, terminará por encandilar y será contraproducente”.

Protección a la iluminación exterior

Naturalmente, todo lo que se encuentra a la intemperie o al menos sin el resguardo de cuatro paredes y un techo, puede sufrir las consecuencias de los distintos tipos de clima, pero en particular del más incómodo que es la lluvia. Si a eso le agregamos que estamos hablando de conexiones eléctricas para poder lograr instalar iluminación exterior, sin dudas que es necesario tener muy en cuenta la protección a cualquier tipo de instalación de las ya mencionadas.

De todas formas, las luminarias se clasifican tanto para resistencias a materiales sólidos, como para los líquidos, sea lluvia o el agua de la piscina. El código que señala la resistencia de cada luminaria es el IP y lo recomendado generalmente para cualquier instalación de artefactos de iluminación exterior es un código IP44 como mínimo. Si todavía no crees que sea importante proteger la iluminación exterior, te aportamos otro dato que viene de informes de aseguradoras, que marcan que alrededor del 80% de cortocircuitos y problemas de ese estilo, surgen por falta de una correcta protección o aislación en las luminarias exteriores.

Iluminación en piscinas 

Este procedimiento requiere de cierta información técnica, como tener en cuenta la pérdida de fuerza de las luminarias debajo del agua y el color de los mosaicos o azulejos de la piscina, porque la tonalidad de la misma definirá el uso de las luminarias y su cantidad y distribución. 

Pueden utilizarse luminarias enfrentadas de un lado y otro de la piscina para generar una sensación de equilibrio y distribución de la luz. Aunque también hay que tener en cuenta el ancho y el largo de la piscina, pues esto indicará la correcta repartición de luminarias a distancia. 

Tendencias a seguir

Consultado por lo que está a la cabeza del mercado, Luis Seger deja el dato: “los proyectores de led de distinto tamaño son el mejor comodín. De todas maneras, en ambientes techados la tendencia es ir a lo que son artefactos integrados, sin lamparita que cambiar eventualmente, sino que el aparato tiene una vida muy extensa con la luz incorporada y no habrá necesidad de cambiar focos ni nada en el futuro cercano”.

La razón de la tendencia es sencilla y con esa exposición, el experto cierra: “suelen ser estéticamente más funcionales, sin sobresalir, con variedad y capacidad de adaptarse a diferentes estilos, siendo siempre homogéneos”.