Lo que pasa en el Carnaval de Río de Janeiro

Alrededor de todo el mundo existen infinidades de eventos culturales que, transmitiendo de generación en generación valores e historias autóctonas, mantienen vivas las raíces de una ciudad o un país. Cada evento cuenta con rasgos distintivos que enorgullecen a los propios y dejan ver la magia del intercambio entre culturas, en donde las diferencias conviven y la diversidad se hace presente.

Vestimentas trabajadas, colores vívidos, la percusión a todo volumen y el sonido del calzado golpeando en el suelo al compás de la samba son algunas de las postales del carnaval de Río de Janeiro, fiel representante de la energía que caracteriza a Brasil. Siendo el máximo exponente entre los carnavales de América –y para muchos del mundo–, año tras año este evento transmite esa alegría y clima festivo tan particular que se respira en el país, atrayendo a miles de turistas.

La historia del carnaval de Río

El carnaval llegó oficialmente a Brasil en el siglo XVII y fue traído por los portugueses con el nombre de Entrudo”, comienzan explicando desde Río Carioca, agencia de turismo con más de 15 años brindando servicio a las visitas. Una primera aproximación que da cuenta de la rica historia que trae consigo el carnaval, la cual abarca gran cantidad de siglos y carga en sus inicios con gran influencia de la Iglesia Católica Romana.

Si bien en la actualidad el Carnaval de Río de Janeiro es un evento cultural que atraviesa a los diferentes sectores de la población, los profesionales que invitan a los extranjeros a conocer la historia de esta fiesta destacan que su esencia fue mutando en el transcurso del tiempo. “Al principio, todo era muy cerrado, con bailes en clubes y fiestas privadas, sin embargo, las calles empezaron a ser tomadas por todas las clases sociales y esa mezcla le dio al carnaval de Río su singularidad”, afirman.

Las principales atracciones

Con una duración que se extiende más allá de las fechas oficiales de febrero o marzo, este carnaval tan reconocido en el mundo posee momentos puntuales que se destacan. “Tiene dos aspectos muy fuertes: el desfile en el Sambódromo de Sapucaí y el carnaval en la calle”, señalan desde Río Carioca.

Respecto al mítico Sambódromo da Marquês de Sapucaí, fue construido en 1984 precisamente para la realización de desfiles y hoy es un patrimonio cultural del país que en épocas de carnaval se roba toda la atención de los visitantes. “Las gigantescas alegorías, los elaborados disfraces y la samba a pie de los passistas acompañada por los percusionistas lo hacen inigualable”, describen.

En cuanto al carnaval callejero, este conserva la tradición más antigua de Brasil: cada habitante ocupaba las calles de una forma espontánea. Los experimentados en turismo comentan que “es algo que mueve principalmente a los nativos, hasta los más pequeños disfrutan con las bandas callejeras con sus trajes y mucho brillo”. Además, también están los llamados blocos, aquellos grupos de personas que desfilan en la calle disfrazados, ya sea siguiendo una temática especial, tradición popular u otra iniciativa.

La trascendencia del Carnaval de Río de Janeiro

Con mucho color y mucho brillo como condiciones prácticamente infaltables, este fenómeno cultural se siente de una forma tan especial que su experiencia trasciende cualquier tipo de descripción. “El carnaval de Río de Janeiro es más que un acontecimiento, es un estado de ánimo. Río de Janeiro respira carnaval”, aseguran desde Brasil.

Es tal la magnitud que para presenciarlo se aconseja adelantarse a las fechas oficiales o quedarse días posteriores. De hecho, se estima que durante el carnaval de 2023 la ciudad recibió cerca de 2 millones de turistas, por lo que ahora desde Río Carioca advierten que durante los cuatro días establecidos “puede que las visitas a atracciones turísticas sean un poco caóticas”.

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Por todo esto el festival de Río es un acontecimiento cultural tan popular, más allá de su alto nivel de organización y su crecimiento con los años, está en la esencia de los brasileños. Llevar en la sangre el amor por el baile, la música y la diversión lo convierte en el carnaval más grande del continente y lo hace capaz de poner a bailar a cualquiera que lo experimente.

Los números del Carnaval de Río de Janeiro

Desde una perspectiva económica, en esta época el turismo alcanza su pico máximo. “Solamente en Río de Janeiro, el carnaval generó cerca de 4500 millones de reales en 2023”, confirman desde la agencia. Estas cifras también se explican en planos más pequeños, al observar que solo en un día asisten más de 20 mil personas al Sambódromo de Río