Shane Connolly, florista de la Casa Real británica, señala como algo fundamental cuando de flores frescas se habla es tener muy claro que “las flores tienen una vida corta. Si quieres que algo dure dos meses junto a un cojín, no compres flores. Apuesta por plantas o por algo artificial”. Es fundamental tener en cuenta que un ramo de flores no es un objeto decorativo que pueda dejarse ahí eternamente, es más, “la gente se obsesiona mucho con que las flores se vean iguales durante 10 días y eso no sucede en la vida real, en la naturaleza, así que tampoco puede ocurrir en casa”.
Por tanto, “lo mejor que puedes hacer es disfrutar de las flores en cada etapa. Compra cogollos abriéndose y disfruta del proceso, de cómo caen los pétalos, de su evolución. No se puede luchar contra la naturaleza”. Ahora, ¿existen secretos para que este proceso luzca de revista? ¿Y es posible que sobrevivan a un fin de semana sin cuidados?
1. La importancia del agua
Señala Connolly que las flores, al igual que las plantas, “mantenerlas alejadas de fuentes de calor” será un buen punto a tener en cuenta. “Poner las flores en el lado más fresco de la casa ayudará a que presenten un aspecto más saludable”. De hecho, el propio agua del jarrón debiera ser “agua fría y fresca que se cambie diariamente”.
¿Es mejor la de lluvia? Pues en el caso de las flores frescas, “el agua del grifo puede resultar perfecto. Regar las plantas con agua de lluvia es lo mejor, pero con flores cortadas probablemente sea mejor tenerlas en el agua del grifo porque tiene menos bacterias. Esto ayudará a que las flores se vean bien por más tiempo”, cuenta el experto.
2. El truco del jarrón
Por supuesto, además de evitar fuentes de calor, “mantenerlas alejadas de la luz solar directa” será un punto importante a tener en cuenta. De hecho, cuanta menos luz llegue al tallo mejor; de ahí que el jarrón donde se pongan las flores también influirá. “Si tienes un jarrón de cerámica o algo que no sea transparente, esto ayudará a que dure más la flor, pues no entra luz en el agua”. Así que apuesta por elegantes jarrones opacos.
3. ¿Es la humedad importante?
A diferencia del cuidado de muchas plantas, cuando de flores frescas hablamos “no es algo tan importante. Yo diría que no es nada importante”, señala Connolly. Eso sí, el cambio de agua diario es algo fundamental para su cuidado, por lo que si no vas a estar en un fin de semana entero, “asegúrate de dejar el agua perfectamente limpia”.
4. Apuesta por la simplicidad
Normalmente se piensa que un ramo es la mejor opción, pero para Connolly no hay nada igual como la belleza de un solo tallo. "Decorar con solo una flor es mucho más hermoso y además quizá más fácil de lograr que dure. Y mucho más sencillo de cambiar y que parezca siempre perfecta”, bromea. De hecho, “realmente recomiendo comprar varias flores y colocarlas de forma individual para disfrutar de su ciclo”.
5. Ten en cuenta la temporada
Parece algo obvio, pero no hay nada como seguir el ciclo de la vida. También en las flores. “Intenta apostar por las flores de temporada: tulipanes y narcisos en la primavera; rosas y peonías en el verano; y en otoño, la alegría, por ejemplo”.
Sin embargo, valga la dura realidad, como bien señala Connolly, “si vas a salir un fin de semana, yo en realidad ni me molestaría en comprar flores. Lo haría a la vuelta, pues algo que todo el mundo tendría que meterse en la cabeza es que las flores son pasajeras, y eso es parte de su belleza. Simplemente creo que el secreto es disfrutar de cada etapa y no estar buscando la perfección constante, pues la naturaleza tiene su propia perfección”.