Es una bocha: el paseo que moviliza al Campo Argentino de Polo
Un conjunto de cocineros comparte terreno y transforma la vida cotidiana de un punto clave e histórico de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, en plena avenida Libertador, bajo una de las tribunas del enorme predio del Campo Argentino de Polo, se instalaron varios puestos de comida elaborada, algunas más que otras, para ofrecer una nueva alternativa gastronómica, con paseo incluido.
El nombre elegido es “Bocha”, haciendo juego entre uno de los elementos fundamentales del deporte a caballos y el significado propio que le imprime el lunfardo porteño, como referencia a algo en cantidad, en este caso: espacio, comidas y experiencias.
Una de las cabezas del proyecto, con presencia no solo en el lanzamiento, sino en la gestión, es Narda Lepes. La reconocida chef argentina, que se ha vuelto un exponente de la cocina nacional, tiene su propio sector dentro de Bocha bautizado Epicúreo House. “Es un lugar para eventos, que abre cuando Bocha lo hace, pero la idea es que a partir del verano abra todos los días, para disfrutar de este lugar, que es una locura”, comenta en exclusiva para Revista Lagunas, acerca de la nueva propuesta que encabeza.
Narda Lepes: la cara y uno de los motores de Bocha
El motivo que llevó a Narda a tomar la responsabilidad de desarrollar esta iniciativa es propio de una “productora nata”, como ella misma se define: “¿Cómo que se abre solo cuando hay Polo?”, se pregunta de forma retórica en los sillones del deck que continúa a la estructura cerrada de su nuevo restobar, y contesta: “Armamos Bocha porque es un espacio de la ciudad, público-privado, había que tener algo que invitara a la gente a venir, a pasear y, si quiere comer, tomar un helado, festejar un cumpleaños, pueda hacerlo”.
Para Narda, el propósito es revalorizar un lugar significativo y patrimonio de la ciudad: “Es darle vida al espacio, con un patio de comidas adentro de esta cancha de polo que es algo de lo que, creo, no tomamos dimensión. Para el mundo del polo, este lugar es como Wimbledon en el tenis, es uno de los puntos más altos en el deporte a nivel global”.
La alegría de quien ya cuenta con restaurantes en el barrio de Belgrano (Narda Comedor) y el más reciente en las cañitas (Lokanta) no se oculta por esta nueva oportunidad: “Está buenísimo poder abrir este lugar. La comida siempre te une mucho más, entonces es lindo que quizás aquel que antes solo corría por alrededor o pasaba por la puerta ahora pueda entrar”. Además, destaca sobre el entorno: “Es un lugar para estar tranquilo, un ambiente controlado a pesar de que es mayormente abierto. Todos los juegos de niños están al fondo, por ejemplo, alejados de la puerta”.
Bocha respeta la esencia del Campo Argentino de Polo y la cultura que este icónico lugar representa, integrándose con los colores y las estructuras de los puestos de comida de la forma más sutil y coherente posible. “Pensamos en colores calmos, por eso los dos azules seleccionados, al igual que el formato de quioscos con tinte vintage para que parezca que estuvieron siempre, no íbamos a invadir con containers flúo”, explica Lepes.
Un nuevo paso en un rol de gestión
El rol de gestora le sienta bien a la famosa cocinera, que tuvo un reconocido paso televisivo internacional en Uruguay, como jurado de Masterchef en aquel país, para luego volver a la pantalla de la Televisión Pública en Argentina. “Siempre me gustó este rol, en Masticar (feria) hice lo mismo, aunque siempre me interesa la comida, claro. Puede ser restaurante, a veces la tele, un libro, pero siempre en torno a la comida; luego, sí, dámelo y lo producimos, ¿Qué hay que hacer? Lo inventamos, y si no lo sabemos, vamos a aprender y hablar con quien sepa más”.
En esa misma línea, agrega: “Disfruto mucho de hacer cosas que no hice nunca, no por caradura, o no del todo, sino por aprender. En la electricidad de Bocha, por ejemplo, con Ana (productora general del predio) nos involucramos un montón, fue como un curso rápido de producción eléctrica, ya que es todo eléctrico, no hay gas”.
Epicúreo House by Narda Lepes
Narda lepes, como figura y principal exponente, tiene un lugar propio y central en Bocha, convenido con la Asociación del Campo Argentino de Polo y HSBC, el banco que es main sponsor del predio. Se trata de Epicúreo House, el único sitio completamente cerrado en el paseo, con una estructura mayormente vidriada. “Armamos un bar en la terraza, sobre todo para los días de clima más cálido, ya que tiene una visión espectacular de la cancha y del paseo. El piso del medio es un salón que puede funcionar para eventos corporativos y abajo el café/bar más tradicional”, resume.
Una propuesta gastronómica abarcativa
Con relación a la carta y la propuesta específica de Epicúreo House, la cocinera pasa a explicar: “Vamos haciendo según acompaña la demanda, tenemos una cocina grande para que haya variedad. En esta primera etapa es más diurno, familiar, por eso la carta tiene mucho plato de cuchara, para compartir, rissoto de cebada, osobuco, guiso de lentejas y comidas más tradicionales como un sándwich de milanesa”.
De todas maneras, quienes buscan sabores ya popularizados por la chef autora de varios libros los van a encontrar: “No faltan los platos que llevan la signature, como puede ser la ‘palta que lo parió’ o especiales como una arepa de huevo colombiana, con salsa picante, salsa oaxaca y queso. En pastelería también se va evaluando, ponemos algo de fruta estacional y vemos cómo funciona, pero también está presente el dulce de leche, por supuesto”.
Eventualmente habrá un plato que se transforme en “la vedette” de Epicúreo House, sin embargo, aún transcurren etapas de adaptación y queda camino por recorrer. Con tranquilidad en ese sentido y contemplando además su extenso y variado historial de propuestas a lo largo del tiempo, la protagonista cierra: “Quien venga va a encontrar a Narda Lepes, pero es justo decir que no hice una sola cosa, de hecho, me caractericé por hacer siempre algo distinto durante 20 años, recetas nuevas todo el tiempo. Mi rango es amplio y el objetivo es correrme de los lugares comunes de la cocina. Que un plato de coliflor pueda resultar igual de atractivo que un sándwich de milanesa, por así decir”.