El TDAH - Trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Es un trastorno del neurodesarrollo, cuya presentación se da de manera crónica y es mayoritariamente de origen innato y/o genético, que afecta a las personas en el campo de la atención (inatención), el control de los impulsos (impulsividad) y la regulación del nivel de actividad (hiperactividad).

La característica principal es la presencia de un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad que interfiere con el funcionamiento de la vida diaria.

¿Por qué se dice que es del neurodesarrollo? Porque es el resultado de alteraciones sutíles del sistema nervioso que se inicia en el periodo del desarrollo y que luego, evoluciona en interacción con el medio.

¿Por qué se dice que es crónico? Porque una vez que se desarrollan los signos característicos, tienden a mantenerse a lo largo de toda la vida, modificando o variando su presentación según los diferentes momentos evolutivos, las intervenciones realizadas y las compensaciones cognitivas.

Breve historia de su recorrido científico

Aunque el cuadro se conoce desde siempre a lo largo de la historia, las bases científicas del conocimiento de sus particularidades clínicas se establecieron a principios del siglo XX. Antes de llegar a la clasificación actual de “síndrome de déficit de atención e hiperactividad”, casi unánimemente aceptado, recibió diversos nombres científicos.

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A medida que ha pasado el tiempo se han ido incrementando los porcentajes de personas que se condicionan por este cuadro, a la vez que ha ido disminuyendo la edad a la que puede ser diagnosticado. 

Si bien hace unos años se estimaba la prevalencia del TDAH en el 4%/6%, los últimos estudios epidemiológicos dan cifras que rondan el 10%.

El TDAH ha sido considerado como un cuadro que predominaba ampliamente en los varones respecto a las mujeres, pero esta teoría va perdiendo fuerza a medida que pasa el tiempo y actualmente se estima que su prevalencia es muy similar en ambos sexos, si bien parece que en los varones puede predominar la hiperactividad y en las mujeres el déficit de atención. Asimismo se consideraba tradicionalmente que este trastorno era exclusivo de la infancia y adolescencia, actualmente se sabe que este cuadro persiste en la edad adulta.

Indicadores

Inatención

  • Dificultad para prestar atención a los detalles o suele cometer errores por descuido en su trabajo escolar/laboral.
  • Tiene dificultades para mantener su atención en actividades o juegos (No se toma en cuenta su comportamiento en la computadora o videojuegos).
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  • Dificultad para seguir las consignas o instrucciones y terminar su trabajo escolar o deberes.
  • Suele perder elementos necesarios para sus actividades (útiles/materiales).
  • Se distrae por motivos ajenos a su tarea.
  • Puede llegar a ser muy olvidadizo en las actividades del día a día.

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Hiperactividad

  • Demuestra inquietud con sus manos o pies cuando debe permanecer sentado.
  • Dificultad para permanecer sentado en situaciones donde “se espera que se mantenga sentado”.
  • Manifiesta estar en actividad constante.
  • Puede aparecer habla de manera excesiva.

Impulsividad

  • Responde sin que se haya terminado la pregunta.
  • Tiene dificultades para esperar su turno.
  • Interrumpe las actividades de otros, o cuando otros están hablando.

Es importante destacar, siempre, que con un solo indicador o algunos no necesariamente esté presente este Síndrome, hay que ser muy responsable a la hora de comunicar, y en el caso de que uno presente dudas poder consultar con un especialista para poder ser asesorado.

Diagnóstico

Para poder llegar a un diagnóstico, es muy importante tener en cuenta que como toda evaluación es un proceso.

Por eso debe ser considerado como tal, un proceso de evaluación.

En este caso va a ser muy necesario contar con:

  • la elaboración de una historia clínica del niño y su familia,
  • la presencia de un informe sobre la evaluación neurocognitiva o neuropsicológica pertinente (donde conste su perfil cognitivo, de aprendizaje y de perfil atencional),
  • descartar otras dificultades o enfermedades de base,
  • y de ser necesario algún otro estudio médico correspondiente como por ejemplo los de control o rutina (visual y auditivo) y algún estudio más específico como un EEG (electroencefalograma).

Todas estas evaluaciones y/o estudios deben estar sugeridos y/o recetados por médicos, especialistas y profesionales especialistas.

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Tratamiento

El TDAH se puede tratar con éxito. Hay gran variabilidad de opciones de tratamiento. Será muy importante trabajar con todas las personas involucradas en la vida del niño (o adulto): terapeutas, maestros, acompañantes y miembros de la familia.

Las opciones de tratamiento para el TDAH incluyen terapia conductual, farmacológica o una combinación de ambos (Tratamiento multimodal). La terapia conductual, incluye la capacitación de los padres, es la parte más fundamental en el tratamiento de los niños con TDAH. Los medicamentos más conocidos y más utilizados son los estimulante. También hay medicamentos no estimulantes que se aprobaron en el 2003.

Sin embargo, se considera que para los niños de 6 años o más, la terapia multimodal es la más recomendada. Mientras que para niños pequeños (menores de 6 años), la terapia conductual debe ser la primer línea de trabajo, antes de probar o pensar en la necesidad de sumar el tratamiento multimodal.

Siempre va a ser muy importante comenzar con una terapia específica para luego evaluar que complemento sea necesario agregar o no.

Respecto a lo farmacológico cabe aclarar que, hay que analizar cada caso. Para ver en que momento le da beneficios al paciente y que no provoque efectos adversos.

Esto lo evaluara el equipo de medicos especialistas correspondientes. (Neurólogo, pediatra del desarrollo, psiquiatra).

Pronóstico

Es una visualización de posibles escenarios a futuro de una persona determinada a partir de ciertos factores e intervenciones específicas.

Las intervenciones específicas pueden modificar la aparición, compensación y regulación de ciertos aspectos en la evolución de dicho trastorno, de forma tal que el pronóstico mediante la intervención sea más favorable que sin ella.

El pronóstico va a depender de ciertos factores, como por ejemplo:

  • Severidad del Trastorno
  • Aspectos positivos de la persona
  • Diagnóstico e intervención temprana
  • Trastornos comórbidos
  • Calidad del soporte familiar
  • Calidad del soporte social
  • Eficacia abordaje farmacológico (en casos donde se lo requiera)
  • Eficacia del abordaje terapeútico.

A tener en cuenta

A lo largo de la nota, fuimos mencionando la importancia del compromiso y responsabilidad por comunicar.

En este caso, la idea bajo ningún punto es dar una lista de indicadores para que sean tomados linealmente o autodiagnosticarse.

La importancia de la nota es dar a conocer, informar y concientizar.

En el caso que consideren necesario siempre pueden consultar con un especialista.

Y como ya dijimos en otras notas, tener en cuenta que este Trastorno es detectable y tratable.

Samanta B. Echevarría
Lic. en Psicopedagogía
Especializada en detección temprana de los trastornos del neurodesarrollo
Diplomada en Trastornos del aprendizaje
Diplomada en Inteligencia emocional
Certificada en ADIR-R/ADOS-2
Certificada en Disciplina Positiva - Member of Discipline Positive Association
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