Autismo y trastornos del espectro autista

Los trastornos del espectro autista, conocido por sus siglas: TEA, (o CEA - Condición del espectro autista) se definen por déficits persistentes en la habilidad de iniciar y sostener una interacción social recíproca y una comunicación social, con un rango de intereses restringidos, repetitivos, y patrones de conducta estereotipados.

El comienzo ocurre durante el desarrollo, en la infancia temprana, pero los síntomas pueden no manifestarse completamente hasta después, cuando las demandas sociales lo evidencien. 

Los déficits son lo suficientemente severos para ocasionar compromiso en los aspectos personales, familiares, sociales, educacionales, ocupacionales, y en otras áreas. Sin embargo, pueden variar de acuerdo con los cotextos sociales o educacionales.

Clínica

Desde la clínica se denomina espectro porque los síntomas tienen un nivel de intensidad variable, con una visión dimensional, a la que se suman como especificadores las características de nivel intelectual, sensibilidad sensorial y el grado de actividad, que pueden ir en rangos de reducido a aumentado. Un niño por ejemplo puede tener más dificultad en el lenguaje; en otro niño las conductas de inflexibilidad y restringidas pueden ser las que más interfieran; en un tercero, el nivel de hiperactividad puede perjudicar la conexión y la interacción social. 

Estas distintas formas de presentación: cociente intelectual (déficit, moderado, alto rendimiento), interacción social (aislado, pasivo, sociable), comunicación (noverbal, verbal), conductas repetitivas (severas, leves), regulación sensorial (hipo, hiper) y actividad motora (hipo, hiper), hacen tan particular a cada individuo con autismo con respecto a otros.

Neuropsicología del autismo

La neuropsicología del autismo se refiere al estudio del modo en que procesa la información el cerebro de la persona con TEA. Se propone las siguientes teorías neuropsicológicas sobre déficits en el funcionamiento mental:

  • Mecanismo de teoría de la mente
  • Teoria de la coherencia central
  • Funciones ejecutivas.

¿Qué es la teoría de la mente?

Existe una función mental independiente, que es la cognición social. Se la define como la capacidad de comprender las conductas comunicativas verbales y no verbales de las personas.  Es la habilidad para reconocer estados mentales propios y de otros y comprender la relación entre acciones y estados mentales.

En el TEA hay un déficit en el desarrollo de la teoría de la mente, que está lentificada o ausente, por lo que a las personas con TEA les cuesta mucho inferir, anticipar o ponerse en el lugar de los demás, especialmente en situaciones emocionales.

Esta habilidad puede evaluarse a través de test y escalas.

¿En qué consiste la teoría de la coherencia central?

La coherencia central consiste en la tendencia espontánea a interpretar en forma gestáltica, global una situación  que vivimos.

Por ejemplo: si entramos en una habitación donde hay alumnos sentados escribiendo y una persona hablando, interpretamos que es una clase y actuamos en consecuencia a ello.

Las dificultades en establecer esta teoría llevan a los niños con TEA a no entender las situaciones, a focalizar en detalles u objetos irrelevantes, y generan conductas inapropiadas.

¿A qué nos referimos con funciones ejecutivas?

Representan a las habilidades mentales que contienen los mecanismos orientados a la resolución de problemas nuevos.

Las personas con autismo tienen dificultades para interpretar las situaciones de la vida diaria en sus contextos, identificar problemas, planificar soluciones, seguir secuencias de acciones basadas en la relación causa-efecto, y tienen una inflexibilidad para cambiar de plan si es necesario.

Evaluación y diagnóstico

El proceso de evaluación para detectar o despejar autismo se lleva a cabo por dos niveles, uno de detección y otro de diagnóstico especifico.

Todos los profesionales de la salud y educación que siguen el desarrollo de un niño deben conocer el protocolo de sospecha para los trastornos del neurodesarrollo. Es fundamental en los controles de salud usar escalas de detección del desarrollo o screenings generales, como por ejemplo: el ASQ3, que es un cuestionario diseñado para padres, y que se utiliza como intervención temprana (desde 1 mes en adelante).

En el caso de que se observen signos de alarma relacionadas al lenguaje y la comunicación es importante complementar con una escala de mayor especificidad como el CHAT (M-CHAT/Q-CHAT), utilizada para padres de niños entre 18 a 36/48 meses.

Respecto a la instancia evaluativa y de informe de diagnóstico se debe realizar con un equipo especializado, con experiencia y formación específica.

Para este proceso es necesario la administración de la escala ADOS-2 y del ADI-R.

En complemento y para lograr un perfil de fortalezas y desafíos completo será necesario: Una evaluación neurocognitiva que abarque el nivel cognitivo, el nivel adaptativo, las funciones cognitivas (lenguaje, atención, memoria y aprendizaje) y las ejecutivas.

El diagnóstico tiene que ser considerado como un  proceso de detección y diagnóstico (o despistaje) y es de gran importancia que estén evaluadas todas las áreas y habilidades necesarias. Como así también las reevaluaciones luego de los períodos estimados para poder analizar las curvas de aprendizaje.

Tratamiento

El tratamiento se ocupa de reducir los síntomas y mejorar el potencial y la calidad de vida de las personas.

La terapias abordan las habilidades sociales, la conducta, la comunicación,el desarrollo educativo, el desarrollo laboral y las comorbilidades si es que las hubiera.

Es de gran importancia trabajar con objetivos que sean concretos, precisos, medibles y cuantificables. 

Para los déficit en interacción social y conducta:

Se ponen en énfasis estrategias conductuales, cognitivas basadas en el desarrollo:

  • Intervenciones cognitivas y conductuales: Se utilizan estrategias de aprendizaje en enseñanza uno a uno, desde edades tempranas en sesiones estructuradas.

Existen diversos modelos que cuentan con evidencia científica, y estos son alguno de ellos:

  • Modelo ABC (a, antecedente; b, behavior; c, consecuencia): Se indica una consigna al niño, se le da un tiempo para responder, y frente a la conducta ejecutada por el niño se brinda un refuerzo.
  • Modelo Denver: de juego temprano, la prioridad es el despertar del interés social, la comunicación afectiva y la imitación.
  • Modelo DIR o Floortime: focalizan en los estadios del desarrollo de la interacción social, se incluye juegos circular o de ida y vuelta, en la que se sigue el liderazgo del niños, el el suelo, siguiendo las etapas de desarrollo emocional de atención y regulación.
  • Modelo TEACCH: es un conjunto de programas educativos, conductuales y con enfoque familiar. Utiliza estrategias naturalistas, conductuales y psicoeducación a padres.
  • Intervenciones familiares. Psicoeducación a la familia y asectos psicodinámicos.

Para el desarrollo del lenguaje y la comunicación:

Son importantes los abordajes conductuales y cognitivos, las terapias de fonoaudiología con orientación neurolinguística y la comunicación aumentativa alternativa con sistemas visuales con pictogramas tipo PECS, gestos o comunicación bimodal.

A partir de la utilización de estas herramientas se observan grandes avances en la expresión, intención comunicativa, comunicación y comprensión lectora.

Para las conductas repetitivas e intereses restringidos:

  • La principal herramienta es la terapia cognitivo conductual, que tiene la mejor eficacia para mejorar conductas disruptivas y donde se brindan estrategias para afrontar ansiedad, obsesiones, inflexibilidad y compulsiones.
  • La terapia ocupacional con integración sensorial, favorece la mejoría de los trastornos de regulación sensorial, con reducción de la irritabilidad, de la hipersensibilidad a estímulos, de las conductas repetitivas como búsqueda por la hipersensibilidad a estímulos y estrategias de afrontamiento de situaciones sensoriales.
  • La musicoterapia favorece la interacción social, la comunicación y la reducción de conductas repetitivas significativas.

En relación al desarrollo educativo y laboral:

En ocasiones es necesaria la presencia de inclusión escolar y/o laboral para favorecer el desarrollo académico. Se plantean proyectos específicos, se favorece la motivación social y el desarrollo del potencial a partir de los intereses y habilidades específicas.

En una próxima nota trabajaremos sobre las señalas de alarma, estrategias y herramientas a utilizar en la vida cotidiana social, áulica y del hogar.

Samanta B. Echevarría
Lic. en Psicopedagogía
Especializada en detección temprana de los trastornos del neurodesarrollo
Diplomada en Trastornos del aprendizaje
Diplomada en Inteligencia emocional
Certificada en ADIR-R/ADOS-2
Certificada en Disciplina Positiva - Member of Discipline Positive Association
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