Fue declarada como “Poblado de Interés Histórico Nacional” por la Presidencia de la Nación en el año 1999 ya que por su estratégica ubicación fue siempre lugar de paso y encuentro de los personajes que forjaron o visitaron el país: José de San Martín, Charles Darwin, José Matías Zapiola, Juan Manuel de Rosas, Facundo Quiroga.
Limita al sur con el partido de San A. de Giles, al este con Exaltación de la Cruz y Zárate, al norte con Baradero y al oeste con Capitán Sarmiento y Carmen de Areco.
La pasión por la música criolla y la danza nativas es la expresión más característica de la comunidad. Las peñas y guitarreadas son motivos de reuniones en cualquier lugar y época del año.
Es interesante observar, que si bien es un poblado típicamente agropecuario, cuenta con un centenar de artesanos en diferentes disciplinas asociadas a lo tradicional. Se destacan: platería, soguearía, talabartería, herrería, cerámica y telar criollo/pampa. Cada artesano a su vez cuenta con aprendices y/o asistentes, lo cual da una prueba del importante movimiento de estos artistas en la sociedad.
Su cercanía con la ciudad de Buenos Aires (a 110 km por la RN 8) lo ha convertido en un destino ideal para la práctica del “mini-turismo” o “escapada”. Por su contraste cultural y paisajístico con la Capital Federal, mas sus propias características y propuestas, el pueblo recibe un importante número de turistas nacionales y extranjeros (estos últimos atraídos particularmente por todo lo relacionado con la cultura gaucha).
San Antonio de Areco cuenta con todos los servicios para una vida y visita confortable, y su infraestructura turística es completa, desde los servicios gastronómicos, pasando por los de alojamiento que pueden ir desde sencillas posadas a las más sofisticadas estancias.
Dado que su fortaleza gira en torno a la tradición es lógico que todo se arme en función de esto. Se destaca la Fiesta de la Tradición (noviembre), considerada la celebración criolla más antigua del país y una de las tres festividades decanas de la Argentina. Otras fechas de su calendario turístico son: Semana Santa (abril), la Fiesta de las Tropillas (mayo); Festejos patronales de San Antonio (junio); los fines de semana largos y los festejos patronales en los pueblos rurales de Villa Lía y Duggan.
Dentro de sus atractivos, el sector comprendido por la Zona de Preservación Patrimonial, popularmente conocido como Casco Histórico con su arquitectura “italianizante-criolla” (1870-1930) es uno de los puntos fuertes. Es habitual ver grupos de fotógrafos recorriendo las calles con sus máquinas capturando rejas, molduras o puertas antiguas.
Los viejos bares, boliches y almacenes detenidos en el tiempo son rincones imperdibles y representan un clásico en la visita al pueblo.
Existen también ocho museos de temática regional y tradicional con los que un visitante puede formar una idea cabal de la historia y cultura de este pueblo. En este conjunto sobresale el Parque Criollo y Museo Gauchesco "Ricardo Güiraldes", símbolo de Areco y orgullo de toda la comunidad.
Se destaca el trabajo de sus artesanos: plateros, sogueros, talabarteros, herreros, telar pampa y ceramistas quienes han acuñado con sus obras y trayectorias la terminología de “Artesano Arequero”.
El sector de la costanera, si bien está en proceso de puesta en valor, es un espacio muy visitado. Grandes parques a orillas del río Areco, invitan a la caminata. En ocasiones se realizan pequeños conciertos o se arman bailes criollos.
San Antonio de Areco es un centro cultural de la tradición, y esto no es solo porque hace más de 75 años que se lleva adelante esta celebración, sino, por la particularidad de la misma; ya que es por esos días, todo el pueblo, se muestra al mundo entero, con su propia identidad.
Los únicos protagonistas de los festejos son los paisanos con sus caballos; pero también los artesanos, músicos, bailarines; pintores. Es decir, todos los que componen el bagaje cultural de este pueblo y que le ha permitido ser custodio de las más nobles tradiciones, que componen el ser argentino; “El gaucho”, orgulloso del pasado, en el que cada año renueva el compromiso por un estilo de vida, en un típico pueblo de la llanura pampeana.
En la actualidad, los actos centrales se llevan a cabo el fin de semana próximo al día 10 de noviembre. Estos festejos, además de recrear un hecho histórico, son un verdadero homenaje al hombre de campo, y en derredor de esa figura se llevan a cabo distintos actos durante las semanas previas al gran día.
Ya en la víspera el Parque Criollo comienza a prepararse para el gran festejo: sábado al mediodía, los primeros asados y encuentros. Por la tarde en el campo de destrezas: pialada de yeguarizos puerta afuera; arréglese como pueda; corrida de sortijas; carreras cuadreras y al caer la tarde se prenden los fogones que darán vida por la noche al encuentro de música, canciones y bailes sureros tradicionales.
El día domingo, en el centro del pueblo las calles ya están vestidas de fiesta. Los bailes de la Escuela Municipal de Danzas anteceden a los festejos frente al Palacio Municipal. El mismo se inicia con la Fanfarria “Alto Perú” del Regimiento de Granaderos a Caballo “Gral. San Martín”.
Posteriormente se acercan los abanderados de a caballo, quienes reciben de las autoridades la Bandera Nacional y Provincial, dando inicio al desfile donde participan unos 2.000 paisanos aproximadamente, y unas 60 tropillas.
El desfile se extiende por varias calles del pueblo, para luego dirigirse al patio de la pulpería “La Blanqueada”. Allí se realizará el gran almuerzo criollo con su música y bailes tradicionales.
Ya en el campo de destrezas los paisanos se preparan para el entrevero de tropillas y el resto de las destrezas criollas que se llevarán adelante en el transcurso del día hasta la caída del sol, momento en que finalizará una edición más de la gran fiesta criolla de San Antonio de Areco.
La gastronomía de Areco hace honor a su herencia gaucha y a las raíces de este pueblo, con el asado criollo como uno de sus más codiciados estandartes, presentado siempre con embutidos, achuras y carnes, y acompañado de las tradicionales salsas y guarniciones. Si es durante un día de campo con guitarreada en vivo, será la salida perfecta para hacer con amigos extranjeros y que se enamoraren definitivamente del campo y las tradiciones locales.
En San Antonio de Areco hay restaurantes de todo tipo: especializados en carnes, tapas, pastas, comida vegetariana y hasta sushi. El pueblo cuenta con algunos restaurantes famosos entre los arequeros, donde es imposible entrar sin reserva. Y no es por la falta de espacio, sino por su deliciosa gastronomía, con platos abundantes de esos que jamás defraudan y un menú donde se destacan las pastas caseras, las minutas y los platos criollos más tradicionales.
Las pulperías históricas y los bares de Areco (ubicados generalmente dentro de antiguas casonas de ladrillo a la vista), también son una invitación abierta a disfrutar de la mejor gastronomía. ¡No dejes de probar la cerveza artesanal y las emblemáticas picadas de quesos y fiambres autóctonos! Están elaboradas con ingredientes de primera calidad por nuestros paisanos y son una oportunidad para los viajeros que quieran llevarse a casa los sabores regionales más auténticos.