Hay pocas cosas más impactantes que ver a un chico sacando de una pileta a otro, pero también es reconfortante saber que están preparados para cualquier situación que se les presenten incluso dentro del hogar.

En la pileta de Vistas se llevó a cabo el fin de curso de mini guardavidas en donde un grupo de chicos de diferentes edades demostraron lo que aprendieron durante todo el verano. Guiados por su profesora, Eliana Naon, los chicos saltaron una y otra vez al agua para realizar distintos tipos de salvatajes ante la mirada atenta de sus familiares. 

El curso consistió en clases de natación combinados con salvamento deportivo. Los alumnos aprendieron sobre el protocolo de RCP (Reanimación Cardiopulmonar), de que se compone un botiquín, además distintas técnicas de natación y nadar volúmenes de agua similares a los mil metros. 

 

Todos los días los chicos mayores de seis años se metían a la pileta de Vistas para seguir mejorando su técnica. “Los chicos aprendieron mucho sobre el otro, aprendieron que si yo tengo miedo y hay alguien que sabe nadar menos que yo esa persona está peor y hay que controlarse”, explicó la profesora. 

Eliana hizo mucho hincapié en el instinto de los niños, en el famoso dar la vida por el otro. “Un día los esperé adentro de la pileta para ver si me venían a sacar, sin entrada en calor, sin instrucciones ni nada. Obviamente se tiraron y me sacaron”, cuenta la guardavidas. 

 

Pero quizás el mayor logro de la instructora fue el inculcarle la pasión a los chicos. “Que sientan pasión por algo es muy importante y la verdad que ellos se motivaron muchísimo. Que un chico de seis años se levante a las nueve de la mañana todos los días para venir para mí es un montón”, expresa contenta Eliana. 

Todavía no hay fechas para los futuros proyectos de este estilo en el barrio, pero el grupo de trabajo tiene ganas de seguir y lo más seguro es que así sea. Invitamos a los vecinos a que estén atentos para próximos cursos de este estilo ya que son muy interesantes para la formación de los pequeños.