Los vehículos nuevos pierden entre un 20 % y un 30 % de su valor en el primer año y hasta un 50 % en tres años. Un coche comprado por 30.000 € puede reducir su precio a 15.000 € en ese período. Adquirirlo con tres años de antigüedad supone pagar menos y minimizar la depreciación.

Un claro ejemplo de ahorro lo encontramos en el Toyota C-HR de segunda mano. Si compras un Toyota C-HR nuevo, podrías pagar alrededor de 35.000 €, mientras que un modelo con tres años de antigüedad se encuentra por unos 22.000 €. Esto representa un ahorro inmediato de 13.000 €, sin contar la menor depreciación y costos de seguro reducidos.

Costos de mantenimiento y seguro: otra ventaja a favor

Los coches usados suelen requerir mantenimientos en talleres independientes, lo que disminuye los gastos en comparación con los concesionarios oficiales. Además, las pólizas de seguro son más económicas al tratarse de vehículos con menor valor de mercado.

Un coche nuevo exige coberturas más completas, lo que implica primas más elevadas. En cambio, un coche usado permite opciones de seguro más accesibles.

El valor residual y la reventa: una decisión más inteligente

Si eliges bien tu coche de segunda mano, también puedes obtener una mejor reventa en el futuro. Modelos conocidos por su fiabilidad y bajo consumo mantienen mejor su valor en el mercado. Por ejemplo, los Toyota son famosos por su durabilidad y alta demanda en el mercado de segunda mano, lo que los convierte en una excelente inversión.

Ejemplo práctico: comparativa de costos entre un coche nuevo y usado

  • Toyota C-HR nuevo (0 km): Precio de venta: 35.000 €.
  • Toyota C-HR usado (3 años): Precio de venta: 22.000 €.
  • Ahorro inicial: 13.000 €.
  • Diferencia en seguro (anual): 400 € menos en el coche usado.
  • Diferencia en mantenimiento (anual): 300 € menos en el coche usado.

En cinco años, considerando seguro y mantenimiento, el ahorro total puede superar los 15.000 €, sin contar la menor depreciación.

Garantías y certificaciones: seguridad en la compra

Existen concesionarios y plataformas que ofrecen coches usados con certificaciones y garantías extendidas. Esto implica revisiones técnicas previas a la venta y garantías de hasta dos años, reduciendo los riesgos asociados a la compra.

Tecnología y equipamiento a mejor precio

Los avances tecnológicos en los coches han mejorado considerablemente en la última década. Optar por un modelo usado de tres años o más permite acceder a vehículos con sistemas de seguridad modernos, infotainment y eficiencia en el consumo de combustible, sin pagar el sobreprecio de un coche nuevo con las mismas prestaciones.

Impacto ambiental: una decisión sostenible a tener en cuenta a la hora de comprar un coche usado también es una decisión ecológica. La fabricación de un coche nuevo genera una gran huella de carbono, desde la extracción de materiales hasta la producción y transporte. Al elegir un coche de segunda mano, se prolonga su vida útil y se reduce la demanda de nuevos vehículos, contribuyendo a un menor impacto ambiental.

Una decisión financiera inteligente

El ahorro en la compra de un coche de segunda mano se refleja en el precio inicial, los costes de seguro, mantenimiento y depreciación. En términos financieros, representa una alternativa para reducir gastos sin prescindir de características funcionales.