Vivimos en un momento histórico en el que muchos saben dónde estamos porque se lo decimos en las redes sociales, publicamos contenidos personales en diferentes sitios, compartimos ubicaciones, fotografías, videos, entre otros.

La cautela a la hora de subir contenido, o controlar lo que otros suben sobre nosotros se vuelve una habilidad necesaria. No son pocas las personas que se han tenido que cambiar de profesión y trabajar duro para volver a ser anónimos debido a su interacción en la red, y es que olvidamos que internet no olvida (casi nunca).

¿Cómo enterarse si aparecés en Internet?

Entrar en modo incógnito y hacer una búsqueda de nuestro nombre, apellido, DNI, dirección o algún otro dato personal puede ser el primer paso. Lo de la navegación oculta lo hacemos para que el navegador no nos ofrezca contenido personalizado. Es decir, para que podamos ver lo que ven los demás.

Además merece la pena probar diferentes motores de búsqueda para tener una mejor perspectiva. Algunas personas no encontraremos nada. Otras probablemente se sorprendan y se pregunten quién ha subido todo eso (a menudo hemos sido nosotros sin ser conscientes). Nuestra huella digital es relativamente fácil de seguir si tenemos redes sociales.

Una vez hemos hecho un inventario de dónde aparecemos y de dónde queremos desaparecer, también podemos activar una alerta automatizada para ser los primeros en conocer una nueva publicación sobre nosotros. Por ejemplo, Google Alerts.

En esta web solo tendremos que escribir por qué términos queremos ser avisados y la frecuencia de aviso. Si introducimos nuestro DNI, por ejemplo, seremos los primeros en saber si alguien lo ha publicado en línea.

¿Cómo desaparecer de las Redes Sociales?

Borrar sin más nuestra cuenta de una red social no hace que nuestra información desaparezca. Las fotografías que un familiar, amigo o conocido ha subido a su Facebook con nosotros en la toma seguirán ahí. De modo que los primeros pasos antes de cerrar nuestra cuenta de Twitter o Instagram es catalogar la información.

Lo que nosotros subimos es fácil de borrar. Lo que suben otros, no tanto. Incluso es posible que nos dé apuro pedir a un conocido que elimine de su muro o perfil esas fotografías en las que salimos, pero lo cierto es que tenemos derecho a ser eliminados si la foto se sube sin nuestro consentimiento.

En caso de no llegar a un acuerdo con el dueño de la fotografía, plataformas como Facebook permiten en las opciones "Enviar comentarios sobre esta publicación" y denunciar en el proceso. Y por supuesto también podemos emprender acciones legales, algo engorrosas y más lentas, pero eficaces.

¿Puedo eliminar mi rastro de Internet?

El Derecho al Olvido es un derecho que todos tenemos en la red siempre que se demuestre vulnerada nuestra privacidad. Pero hay que saber cómo y cuándo usarlo, y dónde solicitarlo. Como ejemplo, es posible que se nos niegue el derecho al olvido si somos los protagonistas de una noticia de interés general.

Hace unos años Google puso a disposición de todos los internautas el Formulario para solicitar la retirada de información personal. En este podremos incluir aquellas páginas que queremos que se bloqueen. Es muy fácil de cumplimentar aunque exigirá, por motivos obvios, que nos identifiquemos. Además, se trata de un documento jurado con validez legal. Un tiempo después de realizada la petición, recibiremos una respuesta por parte de Google.