Todas las propiedades de un buen reloj
El reloj se luce como un complemento de moda, pero es mucho más que eso, es una especie de declaración, tanto de gustos como de estatus y hasta de poder adquisitivo, pero no en forma de ostentación, sino en reserva de valor. ¿Distinguís un buen reloj? ¿Sabés que marcas lideran el mercado? A continuación, la guía de un experto.
Asesor de lujo
Richard Courbrant es un experto en relojería suiza, con más de 30 años de experiencia abarcando distintos aspectos de este mundo tan particular como atractivo. Su rol como director de TWG, una publicación dedicada en específico a los relojes, le permite conocer de primera mano cuestiones inherentes a las distintas marcas y puntualmente a las de alta gama, aquellas que lideran el mercado mundial.
Pero ¿por qué lo lideran y qué las hace tan valiosas? En este punto, es mejor cuando se grafica tomando el ejemplo de uno de los nombres que mejor consideración tienen, el de Patek Philippe. La vanagloriada marca suiza, que, lamentablemente, desde hace algunos años ya no cuenta con representación en Argentina, llena todas las casillas importantes y Richard así lo describe: “Excelsa calidad en términos de movimientos y estética. Tienen un nivel de manufactura difícil de igualar y es algo que mantienen desde hace más de un siglo. En términos técnicos han explorado en lo que llamamos relojes complicados, con mayores complejidades”.
A tal descripción, agrega: “Más allá de esos indicativos, en el haber llegado a récord de ventas hay, decididamente, un reconocimiento por parte de los compradores y coleccionistas. Tiene todos los atributos para ser considerada una de las mejores marcas de relojería suiza y, en términos contemporáneos, sacaron dos modelos deportivos sencillos que logran un enorme interés: Nautilus y Aquanaut”.
¿Mejores marcas o modas?
Para el experimentado Richard Courbrant, cuando se habla de marcas superlativas, “todos los caminos relojeros no pueden no llevar a Rolex. Es una de las mejores marcas y es, en efecto, la más importante en términos de volúmenes y facturación de relojería suiza, el segundo está lejos”, resalta.
Además, suma una visión que resulta fundamental para entender la relevancia que tiene: “Todos pensamos en función de Rolex, es como la unidad de medida en este mundo”, y aporta sobre el contexto actual: “Atraviesa quizás uno de los mejores momentos de su historia, debido a una acomodación en su colección, productos y los valores que transmite”.
Moneda de cambio y atesoramiento
Sin embargo, allí no acaba la influencia de Rolex, ya que la marca, bajo el lema de “una corona para cada logro” (a crown for every achievement), se ha convertido en un valor de referencia para invertir, algo así como un commodity o un activo de atesoramiento. Es que en un mundo en el que las diferentes monedas de cambio fluctúan constantemente, el valor de un Rolex se mantiene indiferente al paso del tiempo, permitiendo que lo invertido no se devalúe.
Cabe destacar, de todas maneras, que comprar Rolex con ese propósito no es una práctica que esté avalada por la compañía, ni tampoco por puntos de venta oficiales en el país. Debido a ello, suelen tomar algunos recaudos, sobre todo porque se trata de piezas con alta demanda y para las cuales muchas veces se debe ingresar a una lista de espera.
Calidad y marketing
Así como hay marcas históricas, las cuales a través de los años han construido una imagen impoluta y se han vuelto sinónimo de lujo y calidad, hay otras que llegaron al objetivo de forma más directa, con estrategias de marketing concretas. Una de las exponentes en este sentido es Richard Mille, pero ¿eso implica que su éxito se base en una moda? Courbrant opina: “Es un fenómeno, no nace todos los días un Richard Mille. Se originó a principios de los 2000 y se presentó en el Salón de Ginebra, con muy buena recepción. Su nombre responde directamente a su fabricante y creador”.
Francés de nacionalidad, pero asociado con desarrolladores de marca y conceptualizadores de movimiento suizos, Richard Mille se ha vuelto una sensación en los últimos años y ha alcanzado volúmenes de venta y cotización impresionantes. Ante esto, el especialista continúa explicando: “El modelo de Richard Mille es definitivamente reconocible, uno mira la muñeca de una persona y se da cuenta de que lo que tiene puesto es un Richard Mille. Lograr esa identificación es el Santo Grial, cualquier marca de relojes lo desea, y, si bien se trata de un producto disruptivo, respeta los códigos de la relojería tradicional”.
Asimismo, destaca: “Supo tener una manera de entrar en el mercado por la que rápidamente los coleccionistas vieron el potencial y no dudaron en comprar”. Un ejemplo que pinta de cuerpo entero esta forma tan peculiar de llevarse el mercado por delante es la nueva presentación en conjunto con Ferrari, la cual anuncia el reloj más fino del mundo, una batalla que se venía dando desde hacía varios años entre Bvlgari y Piaget (otras dos marcas de enorme valor y calidad), pero que el RM UP-01 terminó por adjudicarse con tan solo 1,75 mm de altura. “Se fabricaron solo 150 piezas, que se vendieron al instante en 2 millones de dólares cada una”, cuenta como dato de color el director de TWG.
El tapado
Para todos aquellos que no están dentro del mundo de la relojería, seguramente sea difícil descubrir nuevos talentos, por eso, cuando un especialista como Richard Courbrant señala un “tapado” de gusto personal, al cual valora mucho, vale la pena tenerlo en cuenta: “Hay una marca poco conocida y que me interesa por todo lo que hace, que es MB and F (Maximilian Büsser and Friends). Son relojes disruptivos, muy vinculados con el arte, con galería propia, es fantástico”, revela.